miércoles 11 de diciembre de 2024 5:11 pm
Eddy Tolentino

Arrestan a un hombre por el asesinato de una mujer en Wisconsin en 1974, resuelto tras 50 años gracias a análisis de ADN en Nueva Jersey

El caso del asesinato de Mary K. Schlais, ocurrido hace casi medio siglo, finalmente ha encontrado justicia gracias a la genealogía genética investigativa. Schlais, una artista originaria de Minnesota, fue encontrada muerta el 15 de febrero de 1974 en una carretera del condado de Dunn, Wisconsin. Su cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca, marcando uno de los crímenes más inquietantes de la época.

A sus 25 años, Schlais planeaba asistir a una exposición de arte en Chicago, partiendo desde Minneapolis. Se cree que fue asesinada mientras pedía un aventón para llegar a su destino. Un testigo afirmó haber visto un hombre sospechoso y un vehículo en la escena del crimen. Sin embargo, a pesar de décadas de investigaciones, pistas y análisis de pruebas, el caso permaneció sin resolver.

Avances tecnológicos y una pieza clave de evidencia

Un gorro de lana encontrado cerca del cuerpo resultó ser crucial. Durante años, los cabellos extraídos del gorro fueron sometidos a análisis sin éxito, ya que no coincidían con ninguna entrada en CODIS, la base de datos nacional de ADN.

En 2022, la Oficina del Alguacil del condado de Dunn unió fuerzas con el Ramapo College de Nueva Jersey para intentar resolver el caso mediante genealogía genética investigativa. Este innovador programa está dirigido por el profesor David Gurney, quien trabaja con estudiantes y expertos para analizar casos abiertos. Tras analizar los perfiles genéticos y entrevistar a posibles familiares, los investigadores llegaron a Jon Miller, un hombre de 84 años residente en Minnesota. Su ADN coincidió con las muestras recolectadas en la escena del crimen.

Confesión tras 50 años

El arresto de Miller ocurrió el 7 de noviembre de 2024, en lo que habría sido el 76 cumpleaños de Schlais. En un principio, Miller negó tener relación con el homicidio. Sin embargo, al ser confrontado con la evidencia de ADN, confesó haber recogido a Schlais mientras hacía autostop. Según la denuncia, Miller intentó proponerle relaciones sexuales, pero ante su negativa, la atacó con un cuchillo que tenía en su auto.

La autopsia reveló múltiples heridas de arma blanca, incluyendo marcas defensivas en las manos de la víctima, evidenciando su lucha por sobrevivir. Miller admitió haber intentado ocultar el cuerpo en un banco de nieve antes de huir tras ver pasar un automóvil. También confirmó que el gorro hallado en la escena le pertenecía.

Un giro inesperado en el caso

La confesión y arresto de Miller marcan el cierre de uno de los casos más largos de la historia en la región. Actualmente, enfrenta cargos de homicidio y permanece bajo custodia mientras se realiza su extradición de Minnesota a Wisconsin. Aunque los cargos son preliminares y Miller se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad en un tribunal, las autoridades consideran su confesión y la evidencia genética como pruebas contundentes.

Avances en casos sin resolver

El caso de Mary K. Schlais no es el único en ser resuelto tras décadas gracias a los avances tecnológicos en ADN. En mayo de este año, se identificaron los restos de Charles Murphy, desaparecido en Nueva Jersey desde 1982. En otro caso cerrado en abril, los restos de una recién nacida encontrada en 1984 en Nueva Jersey también fueron identificados, ofreciendo respuestas a una familia que esperó por casi 40 años.

La genealogía genética y la colaboración entre equipos de investigación demuestran cómo la tecnología puede brindar justicia incluso en los casos más antiguos. La resolución del caso Schlais no solo es un triunfo para la familia de la víctima, sino también un ejemplo de cómo la ciencia puede iluminar los misterios más oscuros del pasado.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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