sábado 23 de noviembre de 2024 10:49 am
Eddy Tolentino

El razonamiento de la Coalición de la Comunidad y el Clero del Noreste de El Bronx (NWBCC) es que ya los ‘landlord’, están tratando de desplazar a las comunidades, ante la expectativa de la revalorización de algunos vecindarios del condado de la salsa.

La historia al parecer se repite: En el noreste de El Bronx, ante los vientos de desarrollo comercial y empresarial alrededor del histórico Kingsbridge Armory, los ‘landlord’ de edificios comerciales y residenciales, ya están empezando a buscar formas de desplazar a sus inquilinos, ante la inminente revalorización de ese sector.

De acuerdo con una denuncia expuesta este jueves por la Coalición de la Comunidad y el Clero del Noreste de El Bronx (NWBCCC), apoyada además por líderes electos, doce comerciantes que han servido a esa comunidad en la 2-12 de la Avenida Kingsbridge y 252-67 de la Avenida Jerome, recibieron la señal muy clara, que podrían ser desalojados y perder sus negocios.

Estas locaciones fueron puestas a la venta de la noche a la mañana, y por supuesto los precios que se perfilan en el futuro, con nuevo propietario, ávido de recuperar su inversión, serían inalcanzables para este grupo de negocios familiares.

“El estrambótico precio de venta, excede lo que los ingresos actuales por alquiler podrían cubrir. Lo que sugiere que el nuevo propietario necesitaría desplazar a los inquilinos actuales por empresarios que puedan pagar alquileres más altos”, proyecta esta coalición en un comunicado.

En teoría, se está preparando el escenario para que solo grandes cadenas puedan acceder a este tipo de renta.

Las consultas sobre el listado de venta, adelantadas por NWBCCC, encontró que el agente de venta pone como punto a su favor, la ausencia de contratos de arrendamiento con los inquilinos actuales. Más que pequeños locales, ofrece en su paquete, los metros cuadrados que se podrían construir en el sitio.

No sólo 12 penden de un hilo

Muchas de estas empresas, que incluyen restaurantes y floristerías, que ya penden de un hilo, han sido parte de la comunidad de Kingbridge durante 30 años, empleando a residentes locales y ofreciendo servicios a este vecindario de la clase trabajadora.

El gran problema es que por décadas, se han visto obligados a operar sin un contrato de arrendamiento, lo cual es una carta muy fácil para ser desplazados.

Ante esta amenaza, Cristian Ramos, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de Kingsbridge, explicó que tal como se ha evidenciado, doce inquilinos están al borde del desalojo, pero exhorta a la ciudad no verlo como un hecho aislado, ya que esta tendencia ha sido extensiva a centenares de emprendedores.

“Necesitamos una legislación que proteja a los inquilinos comerciales. Creemos que el proyecto Kingsbridge Armory debe apoyar a la comunidad circundante, incluidas las empresas familiares y las pequeñas empresas”, clamó el líder gremial.

El perjuicio de rentas “mes a mes”

En 2019, NWBCCC se asoció con la Asociación de Vivienda y Desarrollo Vecinal (ANHD) para encuestar a los comerciantes de Kingsbridge y detectó que el 60% tenía contratos de arrendamientos que se vencían mes a mes. El resto tenía acuerdos de renta, pero a muy corto plazo.

Por ejemplo, desde 1985, Lucy Saavedra ha mantenido Lucy’s Flower Shop como un negocio emblemático de ese vecindario, pagando el alquiler a tiempo y guardando todos sus recibos. Pero al parecer, con el actual marco legal vigente y las experiencias de desplazamientos en otros sectores de la ciudad, este antecedente de nada le servirá.

La comerciante advierte que si el propietario vende la propiedad, como ella no tiene contrato de arrendamiento, el futuro de su negocio como tal, es absolutamente incierto.

“Hemos estado operando sin contrato de arrendamiento durante muchos años. Los costos están subiendo y cada vez es más difícil salir adelante con una pequeña empresa. Seguimos sobreviviendo a las tormentas que hemos experimentado”, contó Lucy.

Todos los afectados por la eventual venta de estos espacios comerciales, se unieron para contraatacar en todos los frentes. Pero especialmente para generar un precedente de cómo ese vecindario de clase trabajadora, podría empezar a expulsar no solo a sus pequeños emprendedores, sino a los mismos residentes de la clase trabajadora, tal como ha sucedido de forma clara en los últimos 50 años en la Gran Manzana.

Sobran ejemplos en Manhattan, en Brooklyn y en Queens.

“No estaríamos aquí si tuviéramos protecciones legales más sólidas para las pequeñas empresas, incluida la estabilización de alquileres comerciales. También es importante considerar un camino para que las pequeñas empresas sean dueñas de sus propiedades”, explicó Matthew Shore, residente de Kingsbridge.

Ya había un precedente de “amenaza”

Con base a la detallada formulada por la organización vecinal, comercial y clerical, ya en el pasado cuando se anunció un proyecto para la modernización del imponente edificio de la armería de Kingsbridge, el propietario de varios espacios comerciales, intentó desplazar a estos inquilinos con aumentos desproporcionados de la renta.

La presión comunitaria impidió que se concretaran los incrementos, aunque el propietario se negó a firmar contratos de arrendamiento, a largo plazo con los inquilinos.

A lo largo de este tiempo, los dueños de negocios han experimentado un patrón de aumentos de alquileres, sobrecargos y denegación de reparaciones para mantener sus negocios operativos.

“Por la estabilidad y la estructura de nuestro vecindario, hoy me uno a nuestros vecinos para hacer un llamado a los propietarios de 2-12 de la Avenida Kingsbridge y 252-67 de la Avenida Jerome para que finalmente brinden a nuestros comerciantes, contratos de arrendamiento justos y a largo plazo, que valoren el negocio”, exigió Pierina Sánchez, concejal de El Bronx.

Por su parte, la presidenta del condado de El Bronx Vanessa Gibson también se puso del lado de los comerciantes. Advirtió que mientras se preparan para la revitalización del noroeste de ese condado con el plan de Kingsbridge Armory, no permitirán que nadie intente obligar a los dueños de nuestros negocios a reubicarse.

“Debemos garantizar que ellos sean parte del auge económico que experimentaremos como resultado de este gran proyecto. Me uno a esta coalición para abogar por terminar con ese modelo terrible de contratos de arrendamientos de mes a mes. Y buscar vías para un modelo a largo plazo, especialmente para las pequeñas empresas vulnerables”, prometió Gibson.

Comerciantes que apenas sobreviven

Los datos que se conocen sobre las características de los pequeños comercios de estos vecindarios de El Bronx no son nada positivos, inclusive antes de la crisis causada por la pandemia.

De todas las empresas encuestadas por NWBCCC en Kingsbridge Heights, el 89% estaban agobiados por el alquiler, lo que significa que gastaban el 30 por ciento o más de sus ingresos en renta.

El 57% ha experimentado acoso por parte de sus propietarios, según el informe.

Esas cifras se comparan desfavorablemente con Jackson Heights en Queens y el Lower East Side y Chinatown en Manhattan, los otros tres vecindarios donde se realizó en ese momento la misma encuesta.

Entre otros problemas que los propietarios de pequeñas empresas describieron en el estudio se encuentran la falta de acceso a préstamos comerciales, difíciles de obtener sin un arrendamiento comercial, el despido de empleados para poder pagar el alquiler y el acoso basado en el estatus migratorio.

“Hoy nos encontramos en una coyuntura crucial, donde la esencia misma de nuestros vecindarios está en juego. Muchos de nuestros comerciantes enfrentan la dura realidad de posibles desalojos y la no renovación de arrendamientos. Nuestras empresas locales son más que simples vitrinas son el alma de nuestra comunidad, la encarnación de sueños, el trabajo duro y las aspiraciones compartidas”, lamentó Eddie Cuesta, director ejecutivo de Dominicanos USA.

¿Qué viene para el oeste de El Bronx?

Las autoridades municipales y estatales de Nueva York presentaron el pasado verano el “Plan Visión Juntos por Kingbridge” surgido luego de meses de consultas comunitarias, el cual arranca con una inversión de $200 millones para remodelar la instalación y ponerla al servicio de la repotenciación económica e industrial del condado de la salsa.

En concreto, y en lo inmediato, esta remodelación podría generar más de 1,800 puestos de trabajo, incluidos 1,100 empleos en la construcción, y un impacto económico de hasta $10 mil millones para las comunidades de El Bronx, de acuerdo con las estimaciones iniciales.

Dentro de los usos prioritarios de esta instalación de 575,000 pies cuadrados, los miembros de la comunidad identificaron una serie de industrias que permitirían atraer una gran inversión privada para la transformación de este bien público, en un motor sostenible para el empleo y la riqueza local.

Esas industrias incluyen productoras de cine y televisión, la fabricación sostenible, centros para las nuevas tecnologías emergentes y la agricultura urbana. Además, se identificaron un conjunto de usos complementarios para brindar acceso equitativo a los servicios y oportunidades de trabajo para las comunidades de El Bronx, como centros para la formación profesional, una incubadora de pequeñas empresas, usos minoristas para alimentos y bebidas, espacios para reuniones, arte y cultura.

El dato:

$10,000 millones de impacto económico tendría para las comunidades de El Bronx la visión empresarial y comercial del complejo de la armería Kingsbridge, desarrollado en conjunto por la gobernación y la Ciudad de Nueva York, este espacio ocupa toda una cuadra de dos hectáreas entre West Kingsbridge Road al sur, Jerome Avenue al este, la calle 195th Street al norte y la Avenida Reservoir al oeste. Sobre la Avenida Jerome se encuentra la estación Kingsbridge Road en el tren 4 del Subway.

Por Fernando Martínez

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