Suspenden a canciller libia por sostener reunión secreta con ministro israelí: Cita provocó ola de manifestaciones en Trípoli

El jefe del gobierno libio suspendió a la ministra de Relaciones Exteriores, Najla al-Mangoush, tras anunciarse el domingo que tuvo una reunión con su homólogo israelí, lo que desató manifestaciones en Trípoli y otras ciudades libias.

Mangoush «fue suspendida provisionalmente» y sometida a una «investigación administrativa» por una comisión presidida por la ministra de Justicia, anunció la noche del domingo el gobierno del primer ministro Abdelhamid Dbeibah en un comunicado.

Horas antes, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, anunció que se había reunido la semana pasada en Roma con su par libia. «Yo conversé con la ministra de Relaciones Exteriores sobre el gran potencial que representan las relaciones entre los dos países», declaró Cohen, según un comunicado de su despacho.

«Lo que ocurrió en Roma fue un encuentro fortuito y no oficial durante una reunión con su homólogo italiano (Antonio Tajani), que no incluyó ninguna discusión, acuerdo ni consulta», reaccionó el ministerio libio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

La ministra recordó «de manera clara y sin ambigüedad la posición de Libia con respecto a la causa palestina», agregó el ministerio al asegurar que Mangoush «se negó a reunirse con algún representante de la entidad israelí» y que «se mantiene categóricamente firme en esa posición».

Libia, hundida en el caos tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, no tiene relaciones diplomáticas con Israel.

Tras el anuncio israelí sobre la reunión, se registraron protestas espontáneas el domingo en Trípoli y en varios barrios de la capital en señal de rechazo a una normalización con Israel.

Posteriormente se sumaron otras ciudades, donde jóvenes cortaron rutas, quemaron llantas y ondearon la bandera palestina.

La reunión entre el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, y su contraparte del gobierno en Trípoli, Najla Mangoush, supuso un pequeño avance para el gobierno de Israel, cuya política de línea dura hacia los palestinos ha provocado un enfriamiento de sus florecientes lazos con el mundo árabe.

Cohen dijo que discutió la importancia de preservar el patrimonio de la antigua comunidad judía de Libia, incluyendo la renovación de sinagogas y cementerios. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí dijo que en las conversaciones también se abordó la posible ayuda israelí para cuestiones humanitarias, la agricultura y la gestión del agua.

Un funcionario libio dijo que la normalización de relaciones fue discutida primero en un encuentro entre el primer ministro Abdul Hamid Dbeibah y el director de la CIA William Burns, quien visitó la capital libia en enero.

Según el funcionario, Burns propuso que el gobierno de Dbeibah, que es reconocido como el gobierno legítimo por la comunidad internacional, se suma al grupo de países árabes que normalizaron relaciones con Israel bajo los Acuerdos de Abraham en 2020. El primer ministro libio dio una aprobación preliminar, pero expresó inquietudes por la opinión pública en un país donde mucha gente apoya la causa palestina, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado.

El difunto líder libio, Moamar Gadafi, era hostil a Israel y un firme partidario de los palestinos, incluidos los grupos militantes radicales opuestos a la paz con Israel.

Libia se sumió en el caos tras un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011 que derrocó a Gadafi, asesinado posteriormente, y dejó el país dividido entre gobiernos rivales en Bengasi, en el este, y Trípoli, en el oeste. Las Naciones Unidas se han esforzado por guiar al país hacia la celebración de nuevas elecciones.

El gobierno de Trípoli está presidido por el primer ministro Dbeibah, cercano a Italia y Occidente.

El entonces presidente estadounidense Donald Trump negoció una serie de acuerdos diplomáticos entre Israel y cuatro países árabes conocidos como los Acuerdos de Abraham.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha mostrado ansioso por ampliar los lazos con el mundo árabe, pero su gobierno ha sido objeto de duras críticas debido a su apoyo a la construcción de asentamientos en Cisjordania y a las continuas incursiones militares en presuntos bastiones de militantes en el territorio ocupado.

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