Preocupación por la imagen de Nueva York ante el turismo debido a problemas de salud mental y abuso de sustancias

Varios de los lugares más emblemáticos de Midtown West en la ciudad de Nueva York, como la Octava Avenida desde Times Square hasta Chelsea, han sido invadidos por personas sin hogar o con problemas de salud mental, lo que ha generado preocupación entre autoridades y empresarios sobre el impacto en el turismo.

Cada año, Nueva York recibe a unos 60 millones de turistas, pero el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, destacó que muchas personas “en apuros, con problemas de salud mental y abuso de sustancias” están siendo expuestas a los visitantes. “No es la imagen que queremos mostrar”, afirmó Bragg, quien trabaja en conjunto con el asambleísta Tony Simone, el Departamento de Policía de Nueva York y el sheriff Anthony Miranda para abordar la situación.

Aunque el plan incluye la aplicación de justicia, se enfoca en brindar soluciones habitacionales a las personas sin hogar y a quienes padecen problemas de salud mental. Simone destacó la importancia de ayudar a estas personas en lugar de depender solo de arrestos para resolver la problemática. A pesar de los esfuerzos, como la conexión de más de 100 personas con servicios de asistencia, sigue habiendo preocupación por la presencia de desesperación en las calles.

El aumento en las quejas de la comunidad ha llevado a inspecciones de tiendas de marihuana sin licencia y otras actividades ilegales, según explicó el sheriff Miranda. Además, Kathy Wylde, presidenta de la Asociación para Nueva York, mencionó que el área es crucial para la vitalidad económica de la ciudad, aunque fue una de las más afectadas por la pandemia. Wylde señaló que ejecutivos de la Semana de la Moda han expresado preocupaciones sobre la seguridad debido a la presencia de personas sin hogar y el abuso de drogas visible en la zona.

Aunque el turismo, valorado en $74 mil millones, no se ha visto significativamente afectado, la situación ha generado un aumento de tiendas minoristas y restaurantes en Brooklyn, mientras que Manhattan sigue recuperándose. La delincuencia ha disminuido, pero Bragg advierte que llevará tiempo ver una diferencia palpable. “Hay más trabajo por hacer, y lo haremos”, concluyó el fiscal.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.

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