Jannik Sinner, el flamante campeón del Abierto de Estados Unidos, ha dado pasos gigantes en muy poco tiempo.

Y esos resultados, según sus cálculos, prometen mejores cosas para el futuro.

Con apenas 23 años, Sinner escaló a la cima de los rankings de la ATP hace unos meses y, el domingo, conquistó el segundo trofeo de Grand Slam de su carrera — y del año — al vencer a Taylor Fritz por 6-3, 6-4, 7-5 en la final de Flushing Meadows.

Con su campeonato del Abierto de Australia en enero, Sinner se convirtió en el primer hombre desde el argentino Guillermo Vilas, remontándose a 1977, que conquista sus primeros dos grandes en una misma temporada.

“Me ha tocado pasar por muchas cosas bastante rápido”, comentó Sinner, el segundo campeón italiano de individuales en el US Open, uniéndose a Flavia Pennetta, la campeona femenina de 2015. “Aún estoy joven. Eso me da la confianza de que puedo seguir mejorando porque a los 23 no has perfeccionado nada. Así que yo y mi equipo sabemos que tenemos que mejorar”.

¿En qué manera? Mencionó el partido contra Fritz.

“Hoy, he jugado bien desde el fondo. Me sentí cómodo ahí”, dijo Sinner, quien fue exonerado de un caso de dopaje la semana previa al comienzo del torneo en Nueva York. “¿Puede hacer más cosas? Desde luego. ¿Pude sacar mejor? Absolutamente”.

Ese aspecto de su juego es considerado como una relativa debilidad, pero hay que analizar esta estadística: Sinner ganó el 88% de los puntos cuando su primer saque entró.

Lo que el espigado jugador de 1,94 metros (6,4 pies) ejecutó estupendamente bien el domingo fue lo que hace con eficacia ante cualquiera en el tenis ahora mismo: dominar desde el fondo, usar sus instintos y considerable alcance para llegarle a casi todas las pelotas, pegando con prodigiosa fuerza. También es uno de los mejores en la devolución de saque: Fritz apenas había cedido nueve de 107 juegos con su saque en 22 sets hasta que Sinner le quebró tres veces en el primer set un total de seis.

“Hay que darle el crédito a Jannik. Devolvió estupendo en algunos de los momentos importantes y puso pelotas en juego que muchos otros no pueden”, dijo Michael Russell, el entrenador de Fritz. “Es alguien que genera diversos desafíos, ya que es muy peligroso desde ambos lados, la derecha y el revés, y también se mueve muy bien”.

Fritz, el primer estadounidense en la final de un Slam en 15 años, había enfrentado a Sinner en dos ocasiones previas, ambas en Indian Wells, California, imponiéndose en 2021 y perdiendo en 2023. Fritz indicó que Sinner ha mejorado enormemente en sus desplazamientos y saque.

“En mi mente tengo claro que no soy perfecto, y nunca seré perfecto, pero siempre trato de evolucionar”, dijo Sinner. “Después de mi carrera podré decir que hice todo lo posible para estar al 100%”.

Consideró que fue “bastante sorprendente” acabar con dos títulos de Grand Slam en 2024, una evaluación atinada, especialmente al tener en cuenta que Novak Djokovic, el campeón de 24 grandes, sigue vigente a sus 37 años, y Carlos Alcaraz (21) ha demostrado que es un jugador de primer nivel.

Esta temporada podría haber marcado el traspaso de poderes de la generación de Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal — un trío con 66 trofeos de Grand Slam — al dúo de Alcaraz y Sinner.

El español y el italiano se repartieron los cuatro grandes trofeos del tenis masculino este año, el primero desde 2002 en el que nadie de los Tres Grandes ganó al menos uno.

“Es un poco distinto, no cabe duda. Es algo nuevo, pero es lindo poder verlo”, indicó Sinner. “Es lindo ver nuevos campeones. Es lindo ver nuevas rivalidades. Siempre tengo y tendré rivales que me convertirán en mejor jugador, porque habrá momentos en que me ganen. Entonces uno tiene que encontrar la manera de poder ganarles”.

Por: Francisco Núñez
franciscoeditordigital@gmail.com

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