Figuras de Yankees como Juan Soto, Clarke Schmidt, Néstor Cortés o Aaron Judge llegaron de manera anticipada al Yankee Stadium para disfrutar del eclipse solar que vivió este 8 de abril Nueva York.
La expectativa que generó el eclipse solar de este 8 de abril no solo se vivió en personas comunes y corrientes, sino que también lo disfrutaron los jugadores y fanáticos que se presentaron de manera anticipada en el Yankee Stadium de la ciudad de Nueva York.
Aunque en principio los New York Yankees se vieron obligados a cambiar la hora del encuentro de este lunes ante Miami Marlins, originalmente pautada para las 2:00 pm hora local y movida a las 6:35 pm, fueron muchos los que llegaron de manera temprana y desde las gradas vivieron el fenómeno solar.
Sin embargo los que más disfrutaron de la rara experiencia fueron los propios peloteros de los Yankees. A pesar que entre 2:00 pm y 4:30 pm no estaban habilitados para tomar prácticas de bateo en el terreno de juego, terminaron apareciendo en el diamante y en el dugout ante las cámaras de los medios luciendo lentes especiales y constantemente viendo hacia el cielo para disfrutar del fenómeno.
Algunos como Juan Soto, Clarke Schmidt y Néstor Cortés, pautado para lanzar este lunes en el primero de la serie ante Marlins, fueron parte de los miembros de Yankees a los que se le vieron más emocionados.
De igual manera el equipo dejó su estela con la organización al realizar un montaje del eclipse solar con el escudo de los Mulos, que publicaron en la pantalla gigante del estadio, así como también un soundtrack especializado para la ocasión.
Canciones como “Total Eclipse of The Heart”, “Black Hole Sun” o “Blinded By The Light” retumbaron en las cornetas del recinto que vio como se oscurecía el cielo entre las 3:07 pm y las 3: 17 pm.
Aquellos que no pudieron apreciar el eclipse solar tendrán una próxima oportunidad de hacerlo aunque bastante lejano, porque el próximo evento de este tipo en América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México) está pautado para el 30 de marzo de 2052, siendo el último que vivirán estos países en el Siglo XXI.
Por Miguel Rapetti
