El oro ha alcanzado este miércoles un récord absoluto al cotizarse en US$4,009.90 por onza troy en los contratos a futuro para diciembre de 2025, superando todas las marcas anteriores y consolidándose como el activo refugio por excelencia en un contexto de incertidumbre económica y geopolítica. Este salto histórico —con proyecciones que lo sitúan entre US$4,250 y US$4,280 en un año— es el resultado de una combinación explosiva: la debilidad del dólar, la desconfianza en los mercados tradicionales y la búsqueda de seguridad por parte de inversores y gobiernos.
Según el World Gold Council, este es el mayor nivel desde 1979, impulsado por:
- Una «desdolarización acelerada», donde economías emergentes reducen su dependencia del dólar.
- Tensiones geopolíticas (guerras, sanciones, conflictos comerciales).
- Crisis de confianza en los activos tradicionales, como bonos y divisas.
Plataformas como Bloomberg (US$4,009.10), Investing.com (US$4,007.10) y Inversoro.es (€3,370.60) confirman que el oro se ha convertido en el activo más buscado del momento.
En República Dominicana, este rally del oro tiene un impacto económico inmediato. El economista Henri Hebrard señaló que el precio ha subido un 50.7% en el último año (de US$2,638.08 a US$3,976.30), con un récord semanal de US$3,093.86. El país, que es uno de los mayores exportadores de oro de la región, podría ver ingresos récord en 2025, superando los US$3,000 millones, gracias a minas como Pueblo Viejo (que aportó RD$12,500 millones) y la expansión de Barrik Gold, que mantendrá la producción por encima de las 800,000 onzas anuales.
El Gobierno dominicano, que en su presupuesto 2025 estimó un precio de US$2,500 por onza, podría recibir ingresos adicionales por el ISR y la PUN, lo que aliviaría la presión fiscal. Mientras tanto, proyectos como la mina Romero en San Juan podrían acelerar su desarrollo para capitalizar este momento histórico del mercado.