sábado 23 de noviembre de 2024 5:30 pm
Eddy Tolentino

El alcalde, Eric Adams, quien ha batallado con esa condición, firmó la iniciativa, que ordena inicialmente examinar a los internos detenidos de entre 18 y 21 años que no tengan diploma de secundaria, y proporcionar planes de ayuda.

La mayor parte de la población carcelaria en la Gran Manzana está conformada por neoyorquinos jóvenes, y con la intención de ayudar a aquellos que padecen dislexia y que están privados de la libertad, a partir de ahora, autoridades educativas deberán realizar exámenes a reclusos para identificar esa condición que afecta el aprendizaje.

Así lo establece una ley, firmada esta semana por el alcalde Eric Adams, que además de detectar dislexia, pretende proporcionar intervenciones adecuadas y programas de apoyo. La nueva normativa, promoverá pruebas a reclusos de entre 18 y 21 años que estén en las unidades carcelarias bajo custodia de la Gran Manzana que no tengan un diploma de escuela secundaria o su equivalente.

“Si no educamos, encarcelamos. Demasiados jóvenes son parte del camino hacia la cárcel debido a la falta de alfabetización y exámenes de detección de dislexia, y una vez que están en el sistema penitenciario, continúan quedándose atrás”, aseguró el mandatario local. “Hoy estamos cambiando eso y preparándonos para lanzar exámenes de dislexia que salvarán vidas para los neoyorquinos privados de la libertad”.

El comisionado del Departamento de Correccionales (DOC), Louis A. Molina, destacó que la pieza legislativa ayudará a cambiar las vidas de las personas bajo el sistema de justicia a través de la evaluación y la conexión a servicios educativos.

“Al ofrecerles el apoyo que necesitan para un mejor camino a seguir, no solo mejoraremos su futuro, sino que también mejoraremos la seguridad pública en toda nuestra ciudad”, dijo el funcionario.

Aunque la ley ordena que el Departamento de Educación proporcione exámenes de detección de dislexia e intervenciones apropiadas a jóvenes internos, advierte que el requisito se expandirá a toda la población carcelaria antes del 31 de diciembre de 2025.

“El DOC coordinará con la Oficina de Justicia Penal de la Alcaldía y los programas contratados por la ciudad que atienden a personas involucradas en la justicia para brindar intervenciones de dislexia después de que las personas sean liberadas de la custodia y emitir informes trimestrales actualizando sobre sus avances”, agregó la Administración Adams.

El alcalde Adams, quien ha batallado desde niño con la dislexia, ha sido muy activo en promover acciones para la detección de dislexia en su agenda educativa, y como parte de sus esfuerzos, unos 1,500 estudiantes de más de 130 centros educativos públicos fueron evaluados para establecer su riesgo de dislexia durante el año escolar 2022-2023.

Expertos aseguran que identificar la dislexia ayuda a buscar soluciones para estudiantes a los que esta condición afecta en sus procesos de aprendizaje, al igual que permite a maestros y agentes educativos, tener una mejor comprensión y crear planes de alfabetización más efectivos.

Por  Edwin Martínez

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