viernes 22 de noviembre de 2024 4:58 am
Eddy Tolentino

La compañía habla de un lanzamiento exitoso: “Con una prueba así, el éxito viene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad”

“El examen de hoy es una oportunidad para aprender y volver a volar”, señala el administrador de la NASA.

Satisfacción en SpaceX. La compañía espacial de Elon Musk ha realizado hoy la segunda prueba de la Starship, que consiguió alcanzar una altura de casi 150 km antes de destruirse. Con el recuerdo todavía reciente de la primera experiencia de abril, cuando la nave acabó desintegrado tres minutos después de su lanzamiento desde Boca Chica (Texas), la empresa habla ya de un despegue “exitoso” e incluso el jefe de la NASA, Bill Nelson, ha felicitado públicamente a su equipo por lo que considera “progresos”. La gran pregunta ahora es… ¿Qué lectura deja?

Y sobre todo, ¿qué esperar a partir de ahora?

Entre el “éxito” y los “progresos”. La primera palabra es de SpaceX. La segunda, de la NASA. Minutos después de la prueba la compañía de Elon Musk recurría a la plataforma X, su altavoz predilecto, para felicitarse a sí misma por lo que considera un despegue exitoso: “Con una prueba así, el éxito sale de lo que aprendemos, y la de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de Sarship”.

Bill Nelson, responsable de la NASA, usaba también su cuenta de X para transmitía su enhorabuena “a los equipos que han progresado en la prueba de vuelo” e insistía, en clave de futuro: “El examen de hoy es una oportunidad para aprender y volver a volar”. Sus palabras son especialmente interesantes, ya que al fin y al cabo la agencia ha otorgado un papel crucial a SpaceX y Starship en Artemis III, la primera misión humana de la agencia al polo sur lunar.

Una prueba, varias lecturas. Más allá de las valoraciones de SpaceX o la NASA, la experiencia de hoy ha dejado conclusiones valiosas y alguna que otra pregunta botando sobre la mesa. Una de las grandes preocupaciones era cómo responderían los motores Raptor tras los problemas registrados en el primer vuelo, cuando fallaron hasta ocho. A la espera de que SpaceX aporte más información, durante la prueba el cohete logró elevarse con los 33 Raptor del Super Heavy.

Como detalla el astrofísico Daniel Marín en un interesante hilo de X, aparentemente todos los Raptor respondieron bien al despegar, la rampa pareció aguantar sin problema y la separación en caliente también ha funcionado, al igual que el FTS, siglas en inglés de sistema de terminación de vuelo.

El destino de Super Heavy y Starship. Durante la prueba se vieron sin embargo más cosas: la Starship salió de su plataforma ligeramente torcida y el propulsor Super Heavy acabó explotando. En cuanto a la nave, una vez separada prosiguió su camino hasta rozar 150 km, si bien sus comunicaciones se perdieron cuando estaba a punto de apagar sus motores rumbo a la costa de Hawái.

“Hemos perdido los datos de la segunda etapa… lo que creemos ahora mismo es que el sistema automatizado de terminación de vuelo de la segunda etapa parece haberse activado muy tarde en el encendido”, explicó John Insprucker, ingeniero de SpaceX, durante la retransmisión emitida por la propia compañía.

¿Qué calendario se abre ahora? Aún no se sabe cuándo podremos ver una tercera prueba de la Starship, tampoco su trayectoria. El anterior test se completó en abril y aunque Musk lo valoró como un “éxito” —no “completo”, pero sí éxito a fin de cuentas— acabó marcando el calendario. Durante aquella prueba los Raptor causaron destrozos en la plataforma de lanzamiento, con un “tornado de rocas” que llevó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a estudiar lo ocurrido.

El organismo acabó exigiendo a SpaceX que corrigiese 63 puntos para continuar con sus pruebas en Boca Chica, una serie de correcciones entre las que se incluían rediseños de hardware para evitar fugas, cambios en la plataforma y más análisis y pruebas de piezas esenciales para la seguridad. Poco después la compañía aseguró haber cumplido con 57 de esas tareas. Quedaban seis, pero Musk aseguraba que no estaban relacionados con la segunda prueba, sino con “operaciones posteriores”.

La vigilancia de la FAA. Los planes de la misión pasaban por que Starship despegara desde Texas, se elevase al espacio a punto de alcanzar la órbita y luego descendiese para amerizar frente a la costa de Hawái. La FAA ha publicado un tuit en el que explica que se produjo “un percance” durante la prueba que provocó la pérdida del vehículo, si bien asegura que no hay constancia de heridos ni daños.

Reuters precisa que la agencia ha asegurado que supervisará una investigación dirigida por SpaceX sobre el fallo en las pruebas y que deberá aprobar el plan de la compañía para evitar que se repita. Este tipo de investigaciones forman parte del procedimiento normal antes de que Space X pueda realizar otros lanzamientos y —como recuerda la CNBC— puede llevar a la agencia a plantear a la compañía acciones correctivas para recibir una nueva licencia para lanzamientos.

CARLOS PREGO

@CarlosPrego1

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