Tras una protesta a las afueras de la Alcaldía, el órgano legislativo de la Ciudad realizó una audiencia para oír las preocupaciones que los anuncios de reducción de recursos del mandatario local, responsabilizando a la crisis de nuevos migrantes, ha generado en comunidades vulnerables.
El alcalde, Eric Adams, sigue defendiendo “a capa y espada” su plan de echarle tijera a millones de fondos que afectará, entre otros servicios, a bibliotecas, escuelas, el Departamento de Bomberos y varias agencias de la Gran Manzana, lo que ha generado temor e incertidumbre sobre lo que será el futuro de múltiples programas e iniciativas vitales para comunidades vulnerables. El gasto de unos $2,100 millones para hacerle frente a la crisis de nuevos migrantes que han llegado a la ciudad desde la primavera pasada, y que hoy tienen a más de 66,000 viviendo en refugios y hoteles de emergencia, sigue siendo la justificación principal que da el primer mandatario promueva recortes iniciales del 5% que llegarían a ser mayores.
Y en un nuevo llamado a la Administración Municipal para que frene su avanzada en los recortes, lo que tendrá un fuerte impacto entre neoyorquinos de bajos y medianos recursos, este lunes manifestantes se dieron cita a las afueras de la Alcaldía para exigirle al burgomaestre que se deje de culpar a los recién llegados y se frenen los intentos por disminuir fondos a agencias municipales.
Dentro de las voces que se levantaron en la protesta, que sirvió como antesala de una audiencia pública en el Concejo Municipal para escuchar las preocupaciones de representantes de neoyorquinos necesitados, estudiantes de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York, pusieron sobre la mesa los “impactos dañinos” que los recortes propuestos por el alcalde Adams tendrán en familias, planteles y el futuro de la Gran Manzana.
“El hecho de que el Alcalde esté recortando el presupuesto de educación en $1,000 millones de dólares en los próximos dos años es totalmente inaceptable”, afirmó Camilla Vaquero, estudiante de Escuela Comunitaria y líder juvenil de la organización Urban Youth Collaborative, quien criticó que por el contrario se sigan gastando recursos en fuerza policial.
“Ya tenemos la fuerza policial escolar más grande del mundo en todo el país. Recortar los presupuestos escolares y al mismo tiempo contratar a más policías escolares nos dice claramente a los estudiantes que al Alcalde no le importamos y nos muestra cuáles son sus prioridades”, agregó la joven.
El concejal Lincoln Restler arremetió contra el plan de Adams de disminuir recursos, entre ellos, $2.500 millones al Departamento de Educación, en momentos en que más niños están llegando a la ciudad y requieren programas de aprendizaje de inglés, $531 millones al Departamento de Servicios Sociales, $364 millones a los Bomberos, $110 millones a Salud y hospitales y $90 millones a bibliotecas, y le pidió que revierta sus malas intenciones.
“El Alcalde ya ha hecho cinco recortes en dos años, y su movimiento principal es recortar, recortar y recortar fondos, y hacerlo de nuevo. Recorta en bibliotecas, en programas después de la escuela, en educación de primera infancia, lo que está muy mal y es vergonzoso”, dijo el líder político.
En la manifestación, a la que también acudieron enfermeros, maestros, activistas comunitarios y otros concejales neoyorquinos, destacaron que pensar en recortes en momentos en que la Gran Manzana no acaba de recuperarse de los estragos de la pandemia global y evidentes fallas en el sistema de inmigración, atenta contra comunidades vulnerables, mayormente latinos y negros.
“Nueva York necesita más apoyo no recortes, y es urgente que se congele la contratación de policías escolares y se usen fondos para promover mejoras en hospitales, en atención a pacientes, en acciones de justicia restaurativa, salud mental, mejores trabajos, defensa de inmigrantes y programas de educación completos”, dijo Laura Rodríguez, enfermera neoyorquina.
Tras la protestas, el Comité de Finanzas del Concejo Municipal escuchó a voceros d elas comunidades y grupos afectados por los recortes planteados por el Alcalde, y entre ellos el FPI defendió que la ciudad debe evitar recortes adicionales, evitar prácticas presupuestarias conservadoras como pretexto para recortes reactivos y movilizar recursos no recurrentes para cerrar el déficit restante del año fiscal 25.
“Dada la sólida base económica de la Ciudad, es probable que los ingresos sigan superando las proyecciones, que fueron revisadas al alza sólo modestamente en el plan financiero de noviembre. Los ingresos por encima de la tendencia, junto con la asignación de reserva general de la Ciudad para el año fiscal 2024, le dan a la Ciudad la capacidad de revertir los recortes de PEG más dañinos de noviembre y de llevar un alivio fiscal adicional al año fiscal 2025”, aseguró el FPI. “Por el contrario, los recortes a las bibliotecas que reducen las horas de servicio, un congelamiento de las contrataciones del Departamento de Educación, recortes a los programas de educación infantil y de escuelas comunitarias, y un congelamiento de las contrataciones del Departamento de Sanidad deteriorarán rápidamente la calidad de los servicios básicos”.
La Ciudad insiste en que los gastos de la crisis de nuevos migrantes justifica recortes. Edwin Martínez
En la audiencia, la constante de quienes testificaron fue que seguir adelante con recortes a agencias, no solo dañarán la economía sino también la calidad de vida de la ciudad en los próximos años.
La Administración Adams asegura que los recortes son necesarios debido a la falta de apoyo del gobierno federal en el manejo de la crisis de solicitantes de asilo que siguen llegando por cientos casa semana, lo que le cuesta más de $300 dólares diarios por cada uno, y que se estima de seguir así alcanzaría los $12,000 millones en tres años.
El órgano Concejo, por su parte, advirtió que la Ciudad contará con casi $1,500 mil millones más en ingresos tributarios entre este año fiscal y el próximo, junto a nuevos ingresos, que podrían utilizarse para evitar recortes.
Datos de recortes propuestos
$2,500 millones al Departamento de Educación
$531 millones al Departamento de Servicios Sociales
$364 millones al DEpartamento de Bomberos
$110 millones a Salud y hospitales
$90 millones a bibliotecas
Por Edwin Martínez