Maksym Kuzminov, un piloto ruso que huyó a Ucrania en agosto con un helicóptero Mi-8, fue encontrado asesinado a balazos en España.
Maksym Kuzminov, un piloto ruso que desertó a Ucrania en agosto con un helicóptero Mi-8, fue encontrado muerto en España, lo que provocó una amplia cobertura mediática tanto en Ucrania como en España.
El Kyiv Post, citando la inteligencia militar de Ucrania, confirmó la muerte de Kuzminov sin entrar en detalles. Medios rusos informaron que había sucumbido al menos a cinco impactos de bala en un aparcamiento subterráneo de Alicante, según la información divulgada.
Mientras tanto, la agencia EFE destacó que Kuzminov residía en España con un nombre falso y pasaporte ucraniano. Si bien las autoridades españolas aún no han identificado oficialmente el cuerpo como el de Kuzminov, las pistas de la investigación sugieren que el fallecido vivía bajo una identidad falsa.
Deserción de Kuzminov y la operación “Titmouse”
La deserción de Kuzminov en agosto marcó un giro significativo en el caso, ya que voló un helicóptero ruso Mi-8 AMTSh a una base aérea ucraniana en Kharkiv, desertando del 319º regimiento de helicópteros independiente de Rusia.
Este acto fue parte de “Titmouse”, una operación encubierta de seis meses por parte de Ucrania, durante la cual la familia de Kuzminov fue reubicada de manera segura desde Rusia a Ucrania.
La deserción sorprendió a los otros dos miembros de la tripulación a bordo, lo que provocó su “eliminación” por las fuerzas ucranianas al aterrizar. Kuzminov, que había sido un crítico abierto de la guerra, citando su negativa a participar en lo que consideraba el genocidio del pueblo ucraniano, fue posteriormente identificado oficialmente por la Inteligencia de Defensa de Ucrania.
En una declaración, expresó que su deserción fue motivada por una postura moral contra la participación en crímenes de guerra, según Business Insider, y expresó confianza en la eventual victoria de Ucrania debido a la unidad de su pueblo.
Además de su deserción, Kuzminov contribuyó con piezas de aviones de combate robadas a Ucrania, alineándose con una ley ucraniana que ofrece recompensas monetarias a los soldados rusos que entreguen activos militares.
Según esta ley, Kuzminov tenía derecho a una recompensa de $500,000 dólares por el helicóptero de combate. Más allá del incentivo financiero, Kuzminov jugó un papel decisivo al proporcionar a Ucrania información crucial sobre la aviación rusa.
La ley estipulaba medio millón de recompensa por el helicóptero de combate, mientras que un avión de combate daría a un soldado ruso $1,000,000 de dólares.
En una entrevista realizada en septiembre, alentó a otros soldados rusos a desertar, asegurándoles seguridad financiera y oportunidades de empleo como testimonio de la gratitud de Ucrania por su cambio de lealtad.
El caso de Kuzminov es uno más que se abre en plena guerra entre Ucrania y Rusia, quienes invadieron el país bajo las órdenes del mandatario Vladimir Putin, tras varios años de tensión con su vecion.
Por El Diario
