lunes 25 de noviembre de 2024 3:54 am
Eddy Tolentino

Este fin de semana se registró la mayor cantidad de réplicas del sismo del pasado 5 de abril, con un total de 27 movimientos telúricos, prácticamente imperceptibles.

El pasado 5 de abril, un inusual terremoto de 4.8° en escala de Richter sacudió a Nueva York y a Nueva Jersey, el cual, hasta la fecha, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), ha registrado 120 réplicas.

Esta cifra resulta preocupante para quienes son expertos en sismología, ya que esta reflejaría un aumento significativo en la actividad sísmica en la región, generando inquietudes y desafíos para los residentes y para los geólogos.

Según el USGS, en los últimos 3 días se han registrado 27 réplicas del sismo principal, 8 el viernes, 10 el sábado y 9 el domingo, marcando un ritmo constante de actividad sísmica en la zona.

El temblor inicial, considerado el más fuerte registrado en Nueva Jersey desde 1938, ha dejado a los científicos perplejos y ansiosos por entender sus causas y sus posibles consecuencias a largo plazo. Aunque la mayoría de las réplicas son demasiado débiles para ser percibidas por los residentes, la más significativa registrada este fin de semana alcanzó una magnitud de 2,1, cerca de Gladstone el sábado, lo que subraya la persistente inestabilidad en la región.

Con el propósito de arrojar alguna luz sobre este fenómeno, el USGS ha intensificado sus esfuerzos de investigación. Recientemente, han instalado 5 nuevos sismómetros a una o 2 millas del municipio de Readington, epicentro del temblor del 5 de abril. Estos instrumentos están diseñados para ayudar a identificar la fuente, la fuerza y la duración de las réplicas, proporcionando datos cruciales para comprender mejor el fenómeno sísmico en curso.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los científicos, la incertidumbre persiste. El USGS ha emitido un pronóstico que estima una probabilidad del 1% de que ocurra una réplica de magnitud 4 o mayor en el próximo mes, y una probabilidad del 9% de que ocurra una réplica de magnitud 3 o mayor en el mismo período. Estas proyecciones subrayan la necesidad urgente de monitoreo y preparación continua en la región.

Para los residentes de Nueva Jersey, esta situación plantea desafíos adicionales en medio de un panorama ya complicado. Además de la preocupación por la seguridad personal y la estabilidad de las estructuras, la incertidumbre sobre la duración y la intensidad de la actividad sísmica futura provoca que la sociedad esté preparada para afrontar esta manifestación de la naturaleza.

Por Montserrat Arqué

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