El Concejo Municipal de Denver compró aproximadamente 930 metros cuadrados y un terreno de casi 2.500 metros cuadrados en un barrio latino para dar alojamiento a migrantes recién llegados.
Un nuevo edificio será destinado para alojar a más de un centenar de migrantes recién llegados en Denver, luego de que el Concejo Municipal de la ciudad de Colorado aprobara su compra y los terrenos adyacentes en el barrio de Athmar Park, en el oeste, de mayoría latina.
La compra, valorada en cuatro millones de dólares, incluye un antiguo gimnasio de la Iglesia Comunitaria de Denver (DCC) que abarca aproximadamente 930 metros cuadrados y un terreno de casi 2.500 metros cuadrados. Ahora solo deberán esperar un análisis medioambiental antes de concretar la compra.
Desde principios de 2023, la ciudad de Denver ha alquilado este espacio para utilizarlo como albergue temporal, en respuesta a la llegada masiva de migrantes, principalmente venezolanos, que comenzaron a arribar en noviembre de 2022.
Hasta la fecha, más de 40,000 migrantes han llegado a la ciudad, poniendo a prueba los recursos y capacidades de las autoridades locales.
La decisión del Concejo Municipal fue tomada por voto mayoritario esta semana.
Lisa Lumley, funcionaria municipal, destacó que esta iniciativa permitirá “reurbanizar” el área de Athmar Park, un vecindario predominantemente hispano con una población de 6,500 habitantes, de los cuales 5,200 son de origen mexicano.
Prepararse para una ola
El alcalde de Denver, Mike Johnston, un demócrata, defendió la compra del edificio como una medida esencial para prepararse ante una posible nueva ola de migración masiva prevista para finales de la primavera.
Johnston subrayó que Denver continúa proporcionando alojamiento a aproximadamente 600 migrantes y advirtió que sin esta compra, la ciudad seguiría “gastando millones de dólares” para cubrir las necesidades de los recién llegados.
Además de la compra del edificio, Denver ha intensificado su colaboración con organizaciones locales para gestionar la crisis migratoria. Una de estas organizaciones es Hope Has No Borders, una nueva entidad sin fines de lucro que recibe donaciones destinadas a albergar a familias de migrantes en “espacios libres” dentro de viviendas privadas.
Los propietarios que participan en este programa reciben compensación por los servicios prestados, con un límite de 90 días por familia.
La ciudad también planea lanzar una campaña de participación pública para involucrar a los residentes de Athmar Park en el proceso y obtener sus opiniones sobre el nuevo refugio.
No obstante, la ciudad ha endurecido las condiciones para brindar ayuda de alojamiento y alimentación a los solicitantes de asilo recién llegados.
El gobernador anunció el pasado 10 de abril, el Programa de Denver de Ayuda a Solicitantes de Asilo (DASP) destinado a unos 1,000 solicitantes. De todas las personas que lo intentaron, 200 ya fueron rechazados.
Con información de EFE.