sábado 23 de noviembre de 2024 7:10 pm
Eddy Tolentino

Ya la norma que crearía un registro de las unidades que se arriendan por pocos días, con interés turístico o de negocios, fue pasada por la Legislatura Estatal.

En las últimas horas de la sesión legislativa estatal de 2024, la Asamblea y el Senado aprobaron el proyecto de ley S885C/A4130C, el cual crea el primer Registro de alquileres a corto plazo (STR) de Nueva York. Ahora, diferentes sectores están presionando a la gobernadora Kathy Hochul para que lo firme de inmediato.

Esta legislación avanza en Nueva York, con un telón de fondo: una espantosa crisis de vivienda asequible, precios históricamente elevadísimos de las habitaciones de hoteles y el antecedente de un riguroso marco regulatorio a los arrendamientos por corto tiempo en la Gran Manzana, el cual las autoridades municipales, pusieron en marcha desde el pasado mes de septiembre.

Si como se espera, la mandataria estatal da el “ejecútese” a esta ley, las autoridades estatales tendrán una mejor idea de cuántas propiedades se utilizan para alquileres a corto plazo, lo cual casi siempre se concreta a través de plataformas como Airbnb y Vrbo.

En concreto, el proyecto de ley requeriría que los propietarios registren sus unidades en el Departamento de Estado de Nueva York, cada dos años. Mientras que esta agencia deberá realizar un seguimiento del número de alquileres en cada condado.

Este Departamento informaría mensualmente a los condados los detalles de las propiedades reportadas, por ejemplo, ubicaciones y noches de ocupación.

Además, se abre el camino para recaudar impuestos sobre las ventas por los alquileres a corto plazo, lo que se prevé generará decenas de millones de dólares en ingresos para las comunidades locales, abordando una pérdida estimada de $550 millones durante los últimos cinco años.

Un negocio sin control

Este proyecto fue respaldado en todos los frentes por diferentes asociaciones y gremios turísticos.

De hecho, Mark Dorr, presidente de la Asociación de Hospitalidad y Turismo del Estado de Nueva York, expresó que los alquileres a corto plazo son un negocio de miles y miles de millones de dólares, que operan sin ningún tipo de control. Estima que se estaría creando más seguridad a los inquilinos y una mejor competencia en esa industria.

Este tipo de renta desempeña un papel importante en la economía turística de Nueva York, ya que ayudan a los propietarios a generar ingresos adicionales y, a menudo, sirven como la única opción de alojamiento para visitantes a zonas rurales y pueblos pequeños.

Sin embargo, como coinciden los mismos legisladores, el rápido crecimiento de esta industria, ha exacerbado la crisis inmobiliaria, al reducir la disponibilidad de viviendas, aumentar los costos y desplazar a los residentes.

La legislación para crear el STR, de acuerdo con las argumentaciones de sus propulsores, ayudará a brindar una imagen clara de los inventarios de vivienda locales y generar decenas de millones de dólares en nuevos ingresos.

“Estamos nivelando el campo de juego para hoteles y moteles, al extender los impuestos sobre ocupación y ventas, que ayudan a financiar directamente agencias de turismo en comunidades y condados de todo el estado”, estimó la asambleísta Patricia Fahy, una de las propulsoras de esta iniciativa.

Asimismo, el senador Gustavo Rivera dijo que hay un aumento alarmante de unidades de vivienda que se convierten en alojamientos transitorios, por lo cual es necesaria una guía estatal para garantizar que cada condado pueda regular este mercado.

¿Cuál ha sido la experiencia de NYC?

En la ciudad de Nueva York, desde septiembre de 2023, se adoptó la Ley Local 18, también conocida como Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo, la cual exige que los anfitriones de alquileres se registren en la Oficina de Cumplimiento Especial (OSE). Se prohíbe que las plataformas como Airbnb, VRBO, Booking.com y otras, procesen transacciones en propiedades no registradas.

Esta ley local también obliga a OSE, mantener una lista de Edificios Prohibidos, integrado por unidades, en donde este tipo de alquileres está prohibido, como es el caso de los complejos de Vivienda Pública (NYCHA) y las unidades de renta estabilizada.

Según el nuevo sistema, los alquileres de menos de 30 días sólo se permiten si los anfitriones se registran en la ciudad y comparten el alojamiento con su huésped. Tampoco se permiten más de dos invitados a la vez, lo que significa que las familias están efectivamente prohibidas.

Pero de acuerdo con un amplio análisis, compartido por la plataforma Airbnb, la puesta en marcha de esas estrictas normas “no revela una disminución significativa en los precios de la renta, ni un aumento en la disponibilidad de unidades”.

El reporte de la gigante tecnológica, apunta a que por el contrario, los precios de los hoteles están en su punto más alto y algunas actividades de alquiler a corto plazo, se han trasladado de forma clandestina a sitios no regulados.

En toda la ciudad, los alquileres el pasado mes de diciembre aumentaron un 2.3% respecto al año anterior, según el índice de alquileres de Apartment List. Según el índice de precios de hoteles de Trivago, en la pasada temporada navideña, el precio medio de una habitación de hotel aumentó casi un 20 %, un 8% más que en diciembre pasado, citó el análisis.

El dato:

53% de las solicitudes de registro presentadas por anfitriones de viviendas de corto plazo en NYC son rechazadas para obtener información adicional o hacer correcciones. Las razones típicas por las que las solicitudes son rechazadas es que están ubicadas en viviendas públicas o apartamentos de alquiler regulado.

Por Fernando Martínez

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