“Este negocio de destruir a Hamás, hacer que Hamás desaparezca, es simplemente engañar al público”, dijo Daniel Hagari en la entrevista, ocho meses y medios después del inicio de la guerra en el enclave palestino.
El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, reconoció anoche en una entrevista con el Canal 13 de noticias israelí que erradicar a Hamás de la Franja de Gaza es una misión imposible, y que los islamistas permanecerán en ella si no se alcanza una alternativa a su gobierno.
“Este negocio de destruir a Hamás, hacer que Hamás desaparezca, es simplemente engañar al público”, dijo Hagari en la entrevista, ocho meses y medios después del inicio de la guerra en el enclave palestino.
“Hamás es una idea, Hamás es un partido. Está arraigado en los corazones de la gente; quien piense que podemos eliminar a Hamás está equivocado”, continuó.
Sus palabras desataron la cólera de la Oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que en un comunicado recordó que “uno de los objetivos de la guerra (es) la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás”.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel, por supuesto, están comprometidas con esto”, añade el comunicado, que evoca la necesidad de una “victoria absoluta” tantas veces repetida por Netanyahu a lo largo de esta guerra, en la que ya han muerto más de 37.400 gazatíes.
A su vez, el Ejército respondió a Netanyahu, y en un comunicado castrense en hebreo aseguró anoche que sus fuerzas han estado trabajando “día y noche” desde el inicio de la guerra para lograr esos objetivos y que así continuarán haciéndolo.
“Los comandantes y sus servidores luchan con determinación y persistencia para destruir las capacidades militares y la infraestructura gubernamental y organizativa de Hamás en Gaza, un objetivo militar claro”, dijo la portavocía.
“En sus palabras, el portavoz (Hagari) se refirió a la destrucción de Hamás como una ideología y una idea, y lo dijo de manera clara y explícita. Cualquier otra afirmación saca las cosas de contexto”, aclaró la nota castrense.
Fricción creciente
Se trata, al menos, del tercer episodio de fricción en las últimas semanas entre el cuerpo militar y Netanyahu. Ya el mes pasado, Hagari insinuó que la guerra no podría ganarse, y que el Ejército tendría que volver de forma constante a zonas previamente despejadas, a falta de un plan posguerra.
“No hay duda de que una alternativa gubernamental a Hamás creará presión sobre Hamás, pero esa es una cuestión que corresponde al nivel político”, lamentó entonces Hagari.
Hace unos días, el Ejército anunció el cese de hostilidades, por un total de once horas diarias, sobre un tramo de carretera en el sur de Gaza a fin de facilitar la entrada de ayuda humanitaria. Poco después, Netanyahu calificó esa pausa parcial de “inconcebible” y anunció en un comunicado que no afectaría a los combates de Rafah.
“Para lograr el objetivo de destruir las capacidades de Hamas, he tenido que tomar decisiones no siempre aceptadas por los líderes militares”, dijo Netanyahu al respecto durante la reunión de gabinete el pasado domingo.
AGENCIA EFE
Jerusalén, Israel