El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se declaró “no culpable” tras ser procesado en un tribunal federal de Manhattan bajo cargos de soborno y fraude electrónico. La acusación detalla un presunto esquema en el que Adams habría solicitado contribuciones de campaña a donantes extranjeros, lo que forma parte de una investigación federal sobre corrupción en su administración.
Durante su comparecencia ante la jueza federal Katherine Parker, Adams aseguró: “No soy culpable, señoría”, y se le permitió irse sin pagar fianza, aunque tiene prohibido comunicarse con testigos implicados en el caso. Su próxima audiencia ha sido programada para el 2 de octubre, y su abogado, Alex Spiro, anunció que presentarán una moción de desestimación.
El caso de Adams está vinculado a redadas realizadas el 4 de septiembre en las oficinas de funcionarios municipales de alto perfil, y ha llevado a la dimisión de varias figuras clave en su administración, incluido Edward Cabán, el primer comisionado latino de la NYPD. A pesar de las crecientes peticiones para que Adams renuncie, él ha mantenido su postura de no abandonar el cargo.
La acusación presentada por el fiscal federal Damian Williams señala que Adams habría recibido lujos por parte de ciudadanos turcos adinerados y funcionarios de ese país, incluyendo vuelos y estadías en hoteles valorados en $100,000 dólares. Las primeras acciones contra el alcalde comenzaron en noviembre pasado, cuando el FBI confiscó sus dispositivos electrónicos.
En medio de esta crisis política, Adams enfrenta una difícil situación. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, calificó el día como “extraordinariamente difícil” para la ciudad, aunque no pidió su renuncia, y en cambio sugirió que Adams “encuentre el camino adecuado para seguir adelante”. Si bien el futuro político de Adams es incierto, él sigue firme en su decisión de mantenerse en el cargo.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com
