jueves 24 de octubre de 2024 3:19 am
Eddy Tolentino

Ciudad del Vaticano. – En un esfuerzo por abordar la preocupante situación financiera de la Santa Sede, el papa Francisco ha tomado la decisión de implementar una reducción salarial para los cardenales de la Curia romana. Esta medida fue anunciada recientemente por el prefecto de Economía, Maximino Caballero Ledo, quien comunicó la información a través de una misiva divulgada por medios locales.

A partir del próximo mes de noviembre, el Vaticano suspenderá los desembolsos de bonos que los cardenales recibían como parte de sus salarios mensuales. Esta decisión, considerada necesaria para contener el déficit que afecta las finanzas vaticanas, es un reflejo del compromiso del papa Francisco de reformar la Curia y asegurar una gestión más rigurosa de los recursos de la Iglesia.

Durante el mes de septiembre, el papa Francisco ya había instado a los miembros del colegio cardenalicio a apoyar las reformas necesarias para reducir el alto déficit. En su carta, destacó que los recursos económicos de la Iglesia son limitados y deben ser gestionados con seriedad, para evitar que se malgasten los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede. El pontífice enfatizó que el objetivo de alcanzar un “déficit cero” no debe ser solo una meta teórica, sino un objetivo práctico y alcanzable.

El déficit operativo del Vaticano ha alcanzado los 83 millones de euros, un aumento de cinco millones en comparación con el año anterior, y se espera que esta cifra continúe creciendo en los próximos años, especialmente dado que las donaciones de los fieles están disminuyendo a mediano plazo. Este escenario plantea serios retos para el mantenimiento de las actividades y obras de la Iglesia.

Además de depender de su patrimonio inmobiliario y los ingresos generados por los Museos Vaticanos, la Santa Sede enfrenta un panorama financiero complicado, ya que sus ingresos principales provienen de las donaciones. Estas donaciones son enviadas anualmente a Roma por las Iglesias más ricas, incluyendo las de Estados Unidos, Italia, Alemania, España y Corea del Sur, así como las ofrendas individuales que los fieles de todo el mundo realizan a través del llamado Óbolo de San Pedro.

En el año 2023, la entrada de recursos por el Óbolo de San Pedro se elevó a 48,4 millones de euros, un incremento respecto a los 43,5 millones de 2022. Sin embargo, a pesar de este aumento, el uso de estas reservas ha sido destinado en gran medida a cubrir los gastos de la Curia, que son esenciales para el funcionamiento del gobierno de la Iglesia católica.

En este contexto de reformas y ajustes, el papa Francisco continúa su misión de promover una administración más eficiente y responsable de los recursos de la Santa Sede, buscando no solo la estabilidad financiera, sino también la eficacia en el cumplimiento de su misión pastoral.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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