sábado 16 de noviembre de 2024 6:24 pm
Eddy Tolentino

Nueva York enfrenta preocupación por sequía mientras disminuyen los niveles de agua en embalses

Las autoridades de Nueva York han manifestado su creciente preocupación por los bajos niveles de agua en los embalses del estado tras meses de precipitaciones por debajo de lo normal. Esta situación ha obligado a considerar la posibilidad de aplazar las reparaciones en un importante acueducto fuera de servicio para reforzar el suministro de agua del sistema de la ciudad.

El alcalde Eric Adams emitió recientemente una alerta de sequía, exhortando a los neoyorquinos a implementar medidas de conservación, como tomar duchas más cortas y arreglar grifos con fugas. Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones, las lluvias escasas desde septiembre han provocado una reducción alarmante en los niveles de los embalses que abastecen a la ciudad.

Impacto en los principales embalses

A más de 161 kilómetros al norte de Manhattan, el embalse de Schoharie está a menos de un tercio de su capacidad. Este descenso ha dejado al descubierto amplias áreas de lodo que alguna vez estuvieron sumergidas. De manera similar, el embalse de Ashokan en las montañas Catskill presenta una imagen desoladora, reflejando la gravedad de la crisis hídrica en la región.

Paul Rush, encargado del suministro de agua de la Agencia de Protección Ambiental de Nueva York, explicó que el sistema hídrico de la ciudad está funcionando actualmente al 63% de su capacidad total, un nivel significativamente inferior al 79% habitual en esta época del año. “Nos preocupa el sistema en general”, dijo Rush durante una visita al embalse de Schoharie. “Los afluentes que alimentan los embalses han caído a mínimos históricos, y el sistema necesita con urgencia una inyección significativa de lluvia para recuperarse”.

Reparaciones en el Acueducto de Delaware

La sequía coincide con el cierre temporal del Acueducto de Delaware, el cual habitualmente suministra más de la mitad del agua consumida por la ciudad de Nueva York. Este cierre es parte de un proyecto de 2.000 millones de dólares destinado a reparar fugas en el acueducto, pero su inactividad ha reducido aún más la disponibilidad de agua en el sistema.

Las reparaciones del acueducto están diseñadas para incluir pausas programadas, lo que permite a los funcionarios evaluar las condiciones y decidir si se debe reactivar temporalmente. Rush señaló que se aproxima una de esas pausas, lo que podría dar lugar a la reapertura del acueducto para restaurar el suministro completo de agua. “Estamos considerando seriamente detener los trabajos y reactivar el Acueducto de Delaware si las condiciones de sequía persisten”, agregó.

Llamado a la acción

El llamado a los neoyorquinos para conservar agua se suma a los esfuerzos por mitigar una situación que podría tener implicaciones a largo plazo si las lluvias no retornan pronto. Las autoridades siguen vigilantes, analizando pronósticos climáticos y monitoreando de cerca los niveles de los embalses, mientras se preparan para tomar decisiones críticas en las próximas semanas.

Con la sostenibilidad del suministro de agua en juego, los neoyorquinos enfrentan el desafío de adaptarse a un clima cada vez más impredecible que pone a prueba la infraestructura de la ciudad y su capacidad de respuesta.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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