Decenas de conductores se manifestaron con una caravana en Nueva York, llegando hasta el Departamento de Transporte (DOT), para denunciar el impacto negativo de un programa de la MTA que utiliza autobuses para fotografiar y multar a vehículos mal estacionados.
Eliezer Colón, taxista con 14 años de experiencia, describe un sentimiento de «acoso» por parte de los autobuses de la MTA en los cinco condados. Según Colón, un programa de la MTA permite a los autobuses fotografiar vehículos estacionados incorrectamente, generando multas que se envían a los domicilios de los conductores. Cansado de pagar estas infracciones, Colón se unió a una protesta el miércoles 22 en Manhattan, que se extendió desde la calle 116 hasta la calle Water, donde se encuentra el DOT. Los manifestantes exigieron medidas para detener lo que consideran una «persecución» por parte de los autobuses.
«Desde que los autobuses comenzaron a tomarnos fotos en cualquier lugar, supuestamente prohibido, o incluso cuando solo estamos dejando pasajeros en los lugares donde solicitan el servicio, se nos ha hecho imposible trabajar», declaró Colón. «Las guaguas públicas nos están dando multas si nos paramos donde sea. Nos tiran fotos y nos multan. ¿Entonces dónde quieren que paremos? ¿O quieren que dejemos abandonados a pasajeros que no pueden moverse bien? Eso tiene que cambiar».
Carmen Garayua, otra manifestante, solicitó una revisión del programa de fotografía y multas, exigiendo «respeto por la labor» de los conductores de aplicaciones de transporte, limusinas y repartidores, quienes, según ella, prestan un servicio esencial a la comunidad, especialmente a personas vulnerables.
«Tengo 15 años trabajando como taxista, y nunca nos habían acosado de esta manera. Las guaguas llegan, toman la foto y nos mandan multas de $50 dólares cada una. Eso es un abuso», afirmó Garayua. «Esto es un ataque hacia nosotros, hacia nuestras familias, porque estamos tratando de ganarnos el pan de cada día de manera honesta. Damos servicio a la comunidad, transportamos pasajeros enfermos, mayores y discapacitados, y tenemos que darles tiempo para subir al vehículo. Además, la TLC nos exige recogerlos en el punto A y dejarlos en el punto B, y no nos están permitiendo eso porque cada vez que hay una guagua cerca, sabemos que va a llegar la multa».
La protesta fue organizada por conductores de vehículos de alquiler (UTANY) y la coalición Justice for App Workers, quienes demandan «soluciones equitativas» para proteger a los más de 130,000 conductores de viajes compartidos y trabajadores de reparto en la ciudad.
Los manifestantes denunciaron que, a pesar de su contribución al sistema de transporte, estos conductores enfrentan «multas injustas y desenfrenadas» por detenerse momentáneamente en carriles de autobús para asistir a los pasajeros.
«Al recoger a personas mayores y discapacitadas, los conductores a veces tienen que esperar más de cinco minutos, que es el período de gracia que Uber y Lyft les dan a los conductores, y en ese tiempo nos pueden multar», explicó Adalgisa Payero-Diarra, presidenta de UTANY y líder de Justice for App Workers. «Los conductores deben poder recogerlos y dejarlos en un área segura, justo enfrente de su edificio, su hospital o en cualquier lugar al que necesiten ir».
Los conductores enfatizaron que ellos y los trabajadores de entrega «desempeñan un papel vital en el sistema de transporte» de Nueva York, y que multarlos «injustamente es castigarlos».
Al finalizar la manifestación, la principal demanda fue la inclusión de los conductores de FHV (For-Hire Vehicles) en el sistema de exención del Departamento de Finanzas (DOF), lo que eximiría a sus placas de multas mientras asisten a los pasajeros. También exigieron que «se reconsidere la seguridad de los pasajeros y los servicios esenciales que los conductores brindan a la ciudad, y que se garantice un trato justo para los conductores, priorizando al mismo tiempo la seguridad de los pasajeros».
El programa de los autobuses, conocido como ACE, es una iniciativa de la MTA con el apoyo del DOT, que se encarga de verificar las infracciones de cumplimiento automático.