El expresidente y nuevamente mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia del país, según lo anunciado recientemente por su secretaria de prensa, Karoline Leavitt. A través de su cuenta en X, Leavitt informó que los primeros vuelos de deportación ya han comenzado, compartiendo imágenes de migrantes subiendo a aviones militares.
En sus declaraciones, Leavitt afirmó:
“El presidente Trump está enviando un mensaje fuerte y claro al mundo entero: si ingresa ilegalmente a los Estados Unidos de América, enfrentará graves consecuencias”.
Cambios radicales en la política migratoria
La implementación de esta nueva política migratoria, vigente desde el 21 de enero, permite que los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) deporten inmigrantes indocumentados sin necesidad de una decisión judicial previa. Entre las medidas más polémicas, se destaca la eliminación de protecciones para migrantes que anteriormente encontraban refugio en iglesias, escuelas, albergues y otros lugares considerados santuarios. Ahora, estos espacios ya no ofrecen resguardo frente a arrestos o deportaciones.
Trump expresó con firmeza:
“Comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de los que vinieron. Esto detendrá la invasión de nuestras fronteras”.
Un plan “más grande que el de Eisenhower”
El mandatario también comparó este plan con la operación de deportación masiva realizada durante la presidencia de Dwight D. Eisenhower en la década de 1950, asegurando que su estrategia será “aún mayor”. Trump ha advertido que las medidas de seguridad fronteriza que implementará durante este segundo mandato representarán “el esfuerzo más agresivo para restaurar las fronteras de los Estados Unidos”.
La noticia ha generado intensos debates tanto dentro del país como en el ámbito internacional, dividiendo opiniones entre quienes apoyan una política migratoria estricta y aquellos que la califican de inhumana.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com