
Por: Eddy Tolentino
Aunque la sociedad se ha digitalizado y virtualizado, hay aspectos que siguen siendo fundamentales, y uno de ellos es la importancia de las materias primas, como las que se utilizan para fabricar smartphones.
Los datos necesitan estar almacenados en dispositivos, y estos dispositivos están hechos de materiales, específicamente de 70 elementos químicos, de los cuales 17 son conocidos como tierras raras. Sin estos elementos, los más de 7.000 millones de smartphones actuales no existirían.
Las tierras raras: clave de la economía digital
Las tierras raras comprenden un grupo de 17 elementos químicos que incluyen al lantano (La), con número atómico 57, y al lutecio (Lu), con número atómico 71. A ellos se suman el escandio (Sc) y el itrio (Y), que, aunque no son lantánidos, se encuentran en depósitos minerales similares y comparten propiedades químicas.
Estos elementos son esenciales en muchos dispositivos electrónicos. Sin el indio, no habría pantallas táctiles; sin itrio, disprosio, europio, gadolinio, lantano y terbio, las pantallas no tendrían color. Sin neodimio, los dispositivos no contarían con micrófonos para realizar grabaciones de voz. Además, la luminiscencia y las propiedades superconductoras de estos elementos son el motor de la economía digital.

Historia y usos de las tierras raras
El descubrimiento de las tierras raras se remonta a 1787, en Ytterby, Suecia. Sin embargo, no fue sino hasta 90 años después que empezaron a utilizarse comercialmente, inicialmente en la industria del alumbrado de gas. Más tarde, estos materiales se utilizaron en mecheros y lentes de cámaras Kodak. A mediados del siglo XX, los lantánidos fueron clave para la televisión en color, el neodimio para los misiles intercontinentales y el samario para los reactores nucleares.
Hoy en día, las tierras raras se encuentran en una amplia variedad de industrias, desde la aeroespacial y defensa hasta la producción de cables de fibra óptica, ordenadores, teléfonos móviles, acero y cerámica, además de estar presentes en casi todos los componentes de los automóviles modernos.
¿Por qué se llaman tierras raras?
Aunque el nombre sugiere que son poco comunes, las tierras raras no son ni tierras ni raras. Elementos como el cerio, el neodimio e incluso el tulio son más abundantes que muchos otros materiales como el oro o el yodo. El desafío radica en que estos materiales suelen encontrarse en concentraciones bajas, en minerales como la bastnasita y la monacita, lo que hace que su extracción sea costosa y compleja.
Estas tierras fueron llamadas así porque, durante los siglos XVIII y XIX, los minerales que no podían ser modificados con calor se denominaban «tierras». Y el término «raras» se usó porque, en comparación con otras tierras más comunes, estos elementos eran menos abundantes.

El monopolio chino
En 1992, el entonces presidente chino, Deng Xiaoping, afirmó: «El Medio Oriente tiene el petróleo, pero en China tenemos las tierras raras». A partir de esa declaración, China comenzó a dominar el conocimiento y las tecnologías para extraer y procesar estos elementos. En pocos años, el país inundó el mercado con tierras raras a precios muy bajos, extraídas en minas locales con bajos estándares medioambientales y de seguridad.
Hoy, China controla el 80,4% de la producción mundial de tierras raras, siendo la mina de Bayan Obo, en Mongolia Interior, una de las principales fuentes. Esto ha llevado al cierre de muchas minas en países occidentales, incluida la histórica Mountain Pass, en California, que fue la primera mina del mundo.
El impacto en la industria tecnológica
En 2010, China recortó drásticamente sus exportaciones de lantánidos, alegando razones medioambientales. Esto obligó a muchas empresas tecnológicas extranjeras a establecer fábricas en China en colaboración con socios locales, lo que permitió al país absorber el know-how y reducir drásticamente los costos de producción. Como resultado, compañías como Huawei lograron posicionarse como uno de los principales fabricantes de smartphones, superando a Apple en ventas.
Entre los elementos más importantes se encuentra el neodimio, que, combinado con boro y hierro, produce imanes pequeños pero potentes. Estos imanes son cruciales para el funcionamiento de smartphones, auriculares inalámbricos, aerogeneradores y motores de coches eléctricos.
