El Concejo Municipal aprobó una ley que busca dotar a menores de 18 años de habilidades para nadar con seguridad, a través de clases gratis y mayor acceso a albercas públicas, a fin de combatir las muertes por ahogamiento que cada vez aumentan y que hacen más vulnerables a niños negros y latinos.
Nadar es uno de los deportes más completos que existe, pero además de servir de entretenimiento, puede salvar vidas, principalmente entre menores de edad, pues de acuerdo a autoridades federales, el ahogamiento es la principal causa de muerte entre niños de uno a cuatro años en todo el país. Además, los casos registrados dejan ver que debido a que muchos pequeños y adolescentes negros y de color no tienen acceso a piscinas y a lecciones de natación, terminan siendo más vulnerables de enfrentar elevados riesgos por ahogamiento.
Y en su afán para revertir esa situación y garantizar que más niños aprendan a nadar para tener una herramienta más de seguridad, el Concejo Municipal aprobó un paquete de leyes para ampliar el acceso de menores de edad a piscinas públicas y lecciones de natación gratuitas, al tiempo que establecen requisitos de presentación de informes para salvavidas.
Así lo reveló la líder de la mayoría del Concejo de la Ciudad de Nueva York, Selvena Brooks-Powers, tras advertir que el principio de las normas aprobadas pretenden instruir a los pequeños de más protecciones que puedan salvarlos de morir o de resultar heridos por no saber enfrentar el agua.
“Todos los neoyorquinos deberían tener la oportunidad de nadar, no sólo para disfrutar de las aguas de la ciudad, sino también para protegerse del peligro”, dijo la legisladora. “Continuaré luchando por un acceso equitativo a las piscinas y a la programación que permita a los miembros de nuestra comunidad nadar de forma segura”.
Shekar Krishnan, presidente del Comité de Parques del Concejo de la Ciudad de Nueva York, insistió en que las leyes aprobadas garantizarán que no ocurran muertes que son prevenibles.
“Es fundamental garantizar que los neoyorquinos estén seguros cuando disfrutan de las piscinas y playas de nuestra ciudad”, dijo el legislador de Queens. “Esto garantizará que haya una mayor transparencia en torno a los niveles de personal de salvavidas en piscinas y playas de nuestra ciudad. A medida que nuestros veranos continúan volviéndose más calurosos, es vital que los neoyorquinos tengan lugares seguros para refrescarse y disfrutar de actividades recreativas”.
De acuerdo a datos de la Ciudad, uno de cada cuatro neoyorquinos menores de 18 años no sabe nadar. Asimismo, en toda la Gran Manzana se estima que 18 distritos municipales no tienen piscinas públicas, lo que agrava el acceso de los niños a la natación.
La concejal Julie Menin calificó la aprobación del paquete de normas como “un paso monumental para garantizar que todos los niños puedan nadar” y aseguró que es vital que todos los neoyorquinos menores de edad desarrollen esas habilidades en el agua.
“Para la seguridad de nuestros niños y el bienestar de nuestras comunidades, debemos garantizar que todos los neoyorquinos tengan la oportunidad de aprender a nadar”, dijo la legisladora de Manhattan, promotora de las clases gratis. “Aprender a nadar debería ser tan común como aprender a leer o aprender a andar en bicicleta. Estas iniciativas legislativas son un paso vital hacia una ciudad más equitativa”.
El Concejo Municipal mencionó que la falta de acceso a albercas públicas es todavía más serio fuera del condado de Manhattan, donde más de las tres cuartas partes de los neoyorquinos viven a más de 15 minutos a pie de una alberca pública. En el caso de los residentes de Queens, sólo el 12% están cerca de instalaciones para aprender y practicar ese deporte.
Otro de los avances del paquete de leyes es que requieren que la Ciudad investigue sobre locaciones disponibles para crear más piscinas públicas, lo que sumado a que se garantice que los niños de segundo grado tengan acceso a lecciones de natación gratuitas e implemente medidas esenciales de presentación de informes sobre la dotación y capacitación del personal de piscinas y playas.
Mark Levine, presidente de Manhattan, se mostró agradecido con la vía libre a las nuevas iniciativas, y aseguró que las lecciones de natación no sólo enseñan a nadar sino que ayudan a las personas a mantenerse seguras en el agua, garantizan que comprendan cuándo es seguro entrar al agua y sirve de recreación.
“Es por eso que he estado luchando desde mi tiempo en el Concejo por un mayor acceso a clases de natación y acceso a piscinas para los neoyorquinos”, dijo el político, quien aplaudió el plan de acceso a piscinas públicas durante todo el año y la expansión del programa de natación gratuita.
Por Edwin Martínez