Más del 95 % de los dispositivos iPhone, AirPods, Mac y iPad se fabrican en China, lugar en el que Apple logra la quinta parte de sus ingresos, es decir, 74 mil millones de dólares, según datos reportados pasado el año pasado. Esto se contrapone con marcas como Samsung, que han recortado drásticamente la fabricación en China.
A pesar de que durante los últimos años, las tensiones políticas entre Washington y Beijing se han intensificado, la empresa dirigida por Tim Cook siguió apostando economicamente por China y por fortalecer sus relaciones con el país.
China es el país que la mayoría en Washington considera el principal rival de Estados Unidos. Cook y su empresa están actualmente sometidos a una presión significativa por parte de inversionistas y políticos estadounidenses para desconectarse de China y acelerar una estrategia de diversificación que ya ha llevado a la producción de algunos productos en Vietnam e India.
Algunas marcas como Samsung han disminuido su fabricación en China. REUTERS/Aly Song
El medio Financial Times consultó a 25 expertos en cadenas de suministro, entre los que se incluyen nueve ex ejecutivos e ingenieros de Apple. Estos expertos sugieren que el fabricante del iPhone se encuentra en una posición con pocas alternativas viables y ninguna solución a corto plazo.
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“Toda la cadena de suministro vuelve a un solo hombre: Tim Cook”, dijo un ex veterano de Apple. “Este lío es culpa suya. No se trata sólo de que “la responsabilidad recae en la cima”, sino que “la responsabilidad recae en el tipo que encabezó la cadena de suministro”. Y Tim es el maestro de la cadena de suministro”.
Unos de los expertos narró que Apple invirtió mucho en el proceso de producción para construir procesos complejos en torno a sus innovaciones de fabricación, mientras que otras empresas entregaban hojas de especificaciones a los proveedores y decían: “construyan esto”.
A medida que aumentó la producción del iPhone, el valor de los “activos de larga duración” (activos que se mantienen en el largo plazo, de los cuales se espera que generen futuros beneficios económicos) de Apple en China se disparó de 370 millones de dólares en 2009 a 7.300 millones de dólares en 2012.
Antes de ser CEO, Cook se encontraba en el equipo de Operaciones de Apple. (AP)
Estas inversiones “espectacularmente significativas” representaron que para 2012, la maquinaria de Apple en China se había vuelto más valiosa que todos los edificios y tiendas minoristas de Apple juntos, según Horace Dediu, un ex ejecutivo de Nokia.
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Apple aprovechó estas sumas para concebir innovadoras técnicas de producción. Un ejemplo destacado es la introducción en 2008 de la MacBook Pro “unibody”, una hazaña de ingeniería industrial.
Esto fue posible gracias al uso de máquinas CNC, que permiten crear piezas complejas a partir de archivos de imagen 3D. Aunque estas máquinas existían durante décadas, su alto costo las limitaba a la creación de prototipos.
No obstante, según tres ex ingenieros de fabricación de Apple, la compañía adquirió más de 10,000 máquinas CNC, permitiendo una producción en masa que Steve Jobs consideró una revolución en la construcción de portátiles.
En poco tiempo, Apple comenzó a aplicar la misma estrategia en la fabricación de iPhones y iPads. De acuerdo con dos individuos relacionados con el asunto, Apple llegó a un acuerdo con Fanuc, una firma de automatización, para adquirir su conjunto de máquinas CNC en los años venideros. Posteriormente, emprendió una búsqueda global en busca de más máquinas.
“Hay que entender que a partir de 2009 estábamos creciendo exponencialmente. Pasaríamos de construir 10.000 piezas por día un año, a 100.000 el siguiente, y luego 500.000 y luego un millón. . . Básicamente, el dinero no era un problema”, dijo una de las fuentes consultas por FT.
Gracias a estas estrategias, Apple pudo desafiar los límites percibidos de sus proveedores. A medida que la empresa crecía, su influencia se ampliaba, y la oportunidad de fabricar un componente destinado a cientos de millones de productos resultaba demasiado atractiva para pasar por alto.
Es el fabricante de productos electrónicos más grande del mundo y ensamblador de alrededor del 70% de todos los iPhones. Además, ha establecido centros de I+D y fabricación en otros mercados de todo el mundo, incluidos China.
Muchos en Washington consideran a China como el principal rival de Estados Unidos. REUTERS/Mike Segar
En 2009, Beijing implementó un estímulo fiscal sorprendentemente significativo. Los bancos estatales emitieron préstamos por un total de 1.4 billones de dólares, y al menos la mitad de estos recursos se destinaron a inversiones en infraestructura, con el propósito de impulsar la recuperación del país tras la crisis financiera global.
Esta medida se alineó con el lanzamiento del innovador diseño del iPhone 4 y la presentación del primer iPad, ambos en 2010.
Foxconn obtuvo pedidos para ensamblar ambos productos después de que el fundador Terry Gou se reuniera con Tim Cook y le dijera que estaba subestimando la demanda, según Alan Yeung, un ex funcionario de Foxconn.
En octubre de 2010, únicamente las instalaciones de Foxconn en Shenzhen empleaban a una cifra cercana a los 500,000 trabajadores, quienes producían productos en masa bajo condiciones de trabajo extenuantes.
En ese mismo año, la noticia de que más de una docena de empleados se habían suicidado en estas instalaciones hizo que Apple se enfrentara a críticas internacionales, y los titulares hablaban de “iSlavery”.