sábado 23 de noviembre de 2024 9:08 pm
Eddy Tolentino

Tanto la Fiscalía estatal como el Departamento de Salud siguen serias denuncias de pacientes que han visto comprometida su salud, tras prácticas médicas que galenos solo ordenan para cometer fraude y enriquecerse, y con sentencias, advierten que esas violaciones serán castigadas.

Cuando los médicos se reciben como profesionales de la salud, el llamado “Juramento hipocrático”, se vuelve su principio regidor. Y aunque la mayoría de los doctores cumple a cabalidad su compromiso, que cuenta con promesas como “ir por el beneficio de los enfermos, absteniéndose de todo error voluntario y corrupción”, “velar ante todo por la salud y el bienestar de los pacientes, respetar su autonomía y dignidad (…) y ejercer la profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica”, en Nueva York cada vez salen a la luz más casos de galenos, que contrario a su obligación de no emplear sus conocimientos para violar derechos humanos, terminan sometiendo a pacientes a procedimientos médicos invasivos innecesarios.

Casos como el de un doctor que llevó a cabo un plan de sobornos para desviar pacientes a procedimientos como resonancias magnéticas del cerebro, columna cervical y columna lumbar con contraste, que requirió someterlos a inyecciones innecesarias e invasivas; o el de otro médico que hizo que beneficiarios de Medicaid con enfermedad renal terminal se practicaran cirugías innecesarias, sedándolos e invadiendo sus venas y arterias, poniéndolos en mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, y el de un grupo de odontólogos pediátricos que realizó y facturó procedimientos dentales e invasivos en niños para llenarse los bolsillos, son solo algunos de los médicos que han sido seguidos con lupa y castigados por las autoridades neoyorquinas.

Para ellos, el mensaje es claro “Nueva York no tolerará esas conductas”, y el llamado a pacientes afectados es que denuncien ese tipo de malas prácticas médicas movidas solamente con fines económicos.

Así lo advierte del Departamento de Salud del Estado de Nueva York (NYSDOH), tras hacer un llamado a los neoyorquinos que sientan que sus derechos han sido vulnerados o que consideren que fueron sometidos a procedimientos médicos que no necesitaban, conducta a la que le han declarado la guerra.

“El Departamento de Salud del Estado de Nueva York toma en serio los casos de posible mala conducta médica y toma medidas cuando corresponde para proteger la salud y la seguridad de los pacientes”, aseguró Erin Clary, vocera del NYSDOH, quien no reveló más detalles sobre los casos que han sido denunciados hasta ahora, ya que la Ley de Salud Pública prohíbe al Departamento de Salud discutir o proporcionar detalles o registros relacionados con una investigación, queja o enjuiciamiento, más allá de lo que se publica en el sitio web público.

Sin embargo, esa agencia insiste en que cualquier reporte que sea levantado, se revisará con seriedad, no solo contra doctores sino también cuando vincula a otro tipo de trabajadores médicos.

“La Oficina de Conducta Médica Profesional revisa todas las quejas de mala conducta médica profesional contra médicos, asistentes médicos y asistentes especialistas con licencia, incluidas las quejas de acoso y agresión sexual. Como paciente, tiene derecho a presentar una queja si cree que su médico puede haber cometido una mala conducta profesional“, manifiesta la agencia de Salud, que cuenta con un sitio donde pacientes afectados, sin importar su estatus migratorio, pueden presentar sus quejas en varios idiomas, incluido español.

“Todas las denuncias por mala conducta se mantienen confidenciales y están protegidas contra divulgación de acuerdo con la Ley de Salud Pública del Estado de Nueva York, Secciones 230(10)(a)(v) y 230(11)(a). Cualquier persona que, de buena fe y sin malicia, denuncie o suministre información a la Junta de Conducta Médica Profesional, no estará sujeta a una acción por daños civiles u otras medidas como consecuencia de haber hecho la denuncia conforme a la Sección 230(11)(b)”, agrega el NYSDOH.

A ese llamado se suma también la Fiscal de Nueva York, Letitia James, quien a través de su oficina ha logrado echar a rodar varias investigaciones contra médicos y clínicas deshonestos que ponen en riesgo la salud de pacientes para “llenarse los bolsillos” en su afán por obtener dinero de los seguros o de programas como Medicaid, exagerando diagnósticos, incluso con procedimientos innecesarios.

“Todos los neoyorquinos deberían poder confiar en que sus médicos dan prioridad a su salud, y no simplemente los utilizan para cobrar más a las compañías de seguros”, asegura la Fiscal James. “Mi oficina no tolerará ningún caso de procedimientos médicamente innecesarios realizados a beneficiarios vulnerables de Medicaid”.

Y como parte de las labores que las autoridades han adelantado para poner contra las cuerdas a malos actores de la industria médica, la Fiscal de Nueva York anunció hace unos días que un jurado declaró culpable a otro doctor que incurrió en sobornos a médicos por derivaciones de pacientes, quien a su vez defraudó a Medicaid al someter a los pacientes a pruebas radiológicas innecesarias.

La fiscal Letitia James le ha declarado la guerra a malos médicos. Foto Edwin Martínez

La jefe del ente acusador neoyorquino puso bajo los reflectores al médico Payam Toobian, de Kings Point, Nueva York, y su compañía, America’s Imaging Center, Inc., en agosto de 2022, trs acusarlos formalmente. El galeno fue declarado culpable de los delitos de hurto mayor en tercer grado, fraude de atención médica en tercer grado, cuatro de ocho cargos de falsificación de registros comerciales en primer grado y dos cargos de violación del estatuto de la Ley de Servicios Sociales que prohíbe el pago de sobornos.

“Durante años, Payam Toobian sometió a sus pacientes a pruebas innecesarias y a menudo invasivas para enriquecerse. El veredicto garantizará que se le responsabilice por defraudar a Medicaid y poner en riesgo a los neoyorquinos”, dijo la Fiscal James. “Mi oficina seguirá persiguiendo a cualquier proveedor médico que intente lucrarse a expensas de quienes necesitan atención”.

Sobre ese caso en particular, la Fiscalía reveló que desde enero de 2006 hasta agosto de 2017, Toobian “llevó a cabo un plan de sobornos en el que entregaba tarjetas de regalo y dinero en efectivo a dos médicos a cambio de que estos derivaran a sus pacientes. Además, desde enero de 2014 hasta agosto de 2017, Toobian ordenó a sus empleados que agregaran procedimientos radiológicos adicionales no ordenados a las órdenes presentadas por los médicos remitentes para aumentar la cantidad de dinero recibida de Medicaid”. El médico acusado defraudó a Medicaid y sometió a sus pacientes a pruebas invasivas sin la dirección, el consentimiento o la aprobación de los médicos responsables de su atención.

Y aunque galenos fieles a los principios de proteger la salud de los pacientes, como el Dr. Marco Gómez, afirman que una manera de estar seguros de que los procedimientos a los que se someten quienes visistan a sus doctores es a veces, cuando se trata de situaciones serias, buscar una segunda e incluso una tercera opinión, el médico agrega que para evitar eso vale la pena asegurarse de que los profesionales de la salud a los que se acude no tengan un historial negativo.

“Como médico uno no debería decirle a los pacientes que se aseguren bien de los médicos que los tratan, pues uno parte del principio de que todos estamos haciendo nuestro trabajo de la mejor manera posible y sin motivaciones económicas que pongan en riesgo la vida y la salud de nadie, pero lastimosamente hay uno que otro que se aleja de esos principios, como ocurre en todo, no solo en la industria de la medicina, y por eso hay que elegir bien a los doctores”, aseguró el médico.

Uno de los problemas que evita que muchos pacientes víctima de procedimientos invasivos innecesarios e incluso cirugías no necesitadas, es que quienes acuden al doctor confían en que están en las mejores manos y no llegan a saber a ciencia cierta si algún exámen invasivo era o no vital realizarlo.

“Cuando hay una cirugía innecesaria, la mayoría de las veces todo saldrá según lo planeado. No habrá ningún problema. Y, de hecho, es posible que el paciente no sepa que se trata de una cirugía innecesaria. Sin embargo, otras veces la cirugía puede fallar y provocar un daño significativo al paciente. Esto podría deberse al hecho de que un paciente puede sufrir complicaciones por la cirugía innecesaria”, asegura la firma de abogados neoyorquina The New York Injury & Malpractice. “Los pacientes pueden reaccionar a la anestesia u otros medicamentos utilizados que podrían ser peligrosos. Las lesiones causadas por el tejido cicatricial y la incisión podrían provocar una vida de dolor. Y en ciertos casos, cuando la negligencia es particularmente horrible, los pacientes podrían sufrir lesiones permanentes en sus órganos o en su cerebro que podrían ser devastadoras”.

Y con el fin de que los pacientes revisen si sus doctores tienen algún tipo de historial, además de los comentarios y las reseñas que pacientes suelen poner en internet, el Departamento de Salud estatal tiene una página en la que se puede acceder a la información sobre médicos registrados, en caso de que tengan algún tipo de malas prácticas.

Dónde obtener ayuda o reportar una queja

La Fiscalía tiene un formulario en línea donde cualquier persona puede presentar quejas relacionadas con la atención médica si sospecha que es víctima de fraude o procedimientos innecesarios: https://ag.ny.gov/file-complaint/health-care

El Departamento de salud ofrece este sitio para revisar quejas contra doctores: https://apps.health.ny.gov/pubdoh/professionals/doctors/conduct/factions/HomeAction.action

Para levantar una queja contra un doctor, en españnol, puede acceder a este formulario del Departamento de salud del Estado: https://www.health.ny.gov/forms/doh-3867_sp.pdf

Si una persona cree que tiene información sobre un fraude de proveedores de Medicaid o sobre un incidente de abuso o negligencia puede presentar una queja confidencial en línea en el sitio web de la Fiscalía de NY

También puede llamar a la línea directa de MFCU al (800) 771-7755.

Por Edwin Martínez

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