sábado 23 de noviembre de 2024 1:56 pm
Eddy Tolentino

Las bacterias resistentes a los antibióticos amenazan nuestra salud. Solo pocas empresas farmacéuticas de investigación intentan comercializar nuevos antibióticos. El problema es global.

Los costos de inversión en la investigación y comercialización de nuevos antibióticos son altos y los medicamentos casi no arrojan beneficios. De ahí que cada vez más grandes empresas farmacéuticas se estén retirando del desarrollo de los mismos.

La organización independiente, sin fines de lucro, Acces to Medicine Foundation (Fundación de Acceso a la Medicina), con sede en los Países Bajos, advierte de la gran amenaza por la resistencia a los medicamentos y exige más esfuerzos al sector farmacéutico.

De acuerdo con la Asociación Empresarial de la Industria Farmacéutica de Alemania (Vfa, por sus siglas en alemán), a nivel global, solo 68 sustancias activas están siendo estudiadas clínicamente y 292 proyectos se encuentran en una fase preclínica, algo que no sería suficiente.

Más muertes por resistencia a antibióticos

Según una publicación de la revista especializada The Lancet en 2022, se calcula que el número de muertos relacionados con la resistencia a los antibióticos alcanza casi los 5 millones de personas.

No obstante, no está claro si el germen patógeno original o las bacterias resistentes fueron responsables de los decesos. La región subsahariana es la más afectada en el mundo, pero también los países industrializados se enfrentan a este problema.

Pocas empresas producen

Sin embargo, también la producción de medicamentos está estancada. De acuerdo con Access to Medicine Foundation, la mayoría de las empresas que producen antibióticos son grandes farmacéuticas, muchas veces responsables de más de 200 productos que exportan a todo el mundo.

Si estas empresas cambian su estrategia y dejan de producir antibióticos, sobre todo las personas en países de ingresos medios y bajos ya no pueden acceder a ellos. Como consecuencia, mueren más personas a nivel global porque no reciben el medicamento adecuado y no por los gérmenes patógenos mismos.

Asimismo, Access to Medicine Foundation ha identificado más de 100 países problemáticos, donde se necesita mejorar urgentemente el acceso a los medicamentos. Solo pocos de los novedosos antibióticos están disponibles en más de diez de estos países, y las probabilidades de que los nuevos antibióticos lleguen a las personas son bajas.

Una comercialización limitada

La organización con sede en los Países Bajos también intenta influir en las farmacéuticas para que comercialicen y distribuyan sus medicamentos de forma responsable y no promuevan la prescripción excesiva de antibióticos por parte de los médicos, a fin de impedir el desarrollo de nuevas bacterias resistentes.

Mayor transparencia

Algunas empresas han empezado a compartir sus conocimientos sobre resistencias con clínicas e investigadores. El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, por ejemplo, publicó datos de su programa de control interno en un registro de acceso público. Al menos, este es un primer paso.

Otras empresas farmacéuticas de investigación y producción han desarrollado estrategias de comercialización para medicamentos aprobados, a fin de que estos puedan ser distribuidos y empleados relativamente rápido.

Sin embargo, pese a estos pequeños avances, el problema está lejos de resolverse. La realidad es que las resistencias a los antibióticos se desarrollan muy rápido, en menor tiempo del que se necesita para que los nuevos antibióticos estén disponibles.

Si bien los costos para la investigación, el desarrollo y la producción son altos, un mundo sin antibióticos eficaces nos puede llegar a costar mucho más.

Por  Deutsche Welle

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