El aviso de la organización terrorista había llegado en 2022; el texto detallaba “punto por punto” los pasos a seguir para lograr la “invasión devastadora” que finalmente se concretó el 7 de octubre de este año.
TEL AVIV.– El gobierno de Israel obtuvo los planes de Hamas para el ataque terrorista del 7 de octubre más de un año antes de que ocurriera, según revelan documentos, mails y entrevistas a los involucrados. Pero los militares y agentes de inteligencia israelíes les restaron importancia por considerarlos demasiado ambiciosos y difíciles para que Hamas los concretara.
El documento de unas 40 páginas, al que las autoridades de Israel le pusieron el nombre en código “El Muro de Jericó”, esbozaba punto por punto y con exactitud el tipo de devastadora invasión por tierra que finalmente resultó en la muerte de unas 1200 personas.
La traducción de ese documento, que pudo ser revisada por el diario The New York Times, no establece una fecha para el ataque, pero describe un metódico asalto diseñado para sobrepasar las fortificaciones que rodean la Franja de Gaza, tomar ciudades y comunidades israelíes, y arrasar bases militares, incluidos los cuarteles de una división de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Y el ataque de Hamas se ciñó a esos planes con asombrosa precisión. Los planes preveían un diluvio de cohetes al inicio del ataque, drones para derribar las cámaras de seguridad, ametralladoras automáticas todo a lo largo de la frontera, y hombres armados que caerían en masa sobre Israel en parapentes, en motos y a pie: la secuencia exacta de lo que ocurrió el 7 de octubre.
El plan también incluía detalles sobre la ubicación y el tamaño de las fuerzas militares israelíes, sus centros de comunicación, y otra información confidencial, lo que plantea dudas sobre cómo hizo Hamas para reunir esos datos de inteligencia y si hubo filtraciones dentro del sistema de seguridad israelí.
El documento circuló masivamente entre los líderes militares y de inteligencia israelíes, pero los expertos determinaron que un ataque de esa escala y ambición estaba más allá de las capacidades de Hamas. No está claro si el primer ministro Benjamin Netanyahu u otros altos líderes políticos de Israel también estaban al tanto de la existencia de ese documento.
El año pasado, poco después de obtener ese documento, funcionarios de la división de Gaza de las FDI, responsable de defender la frontera con la franja, dijeron que las intenciones de Hamas no estaban claras.
“Todavía es imposible determinar si el plan ha sido aceptado en su conjunto o cómo se manifestará en los hechos”, dice una evaluación militar a la que tuvo acceso The New York Times.
Más tarde, en julio pasado, apenas tres meses antes de los ataques, un veterano analista de la Unidad 8200, la agencia de inteligencia de señales de Israel, advirtió que Hamas había llevado a cabo un intenso ejercicio de entrenamiento de un día de duración que parecía tener semejanzas con lo descripto en el plan. Sin embargo, según correos electrónicos cifrados también revisados por la prensa, un coronel de la división de Gaza desestimó su inquietud.
“Rechazo rotundamente que ese escenario sea imaginario”, escribió el analista en los intercambios de correo electrónico. El ejercicio de entrenamiento de Hamas, agregó, coincidía plenamente con “el contenido de ‘El Muro de Jericó’”.
“Es un plan diseñado para iniciar una guerra”, añadió. “No es para la simple incursión en una aldea”.
En privado, los funcionarios admiten que si los militares hubieran tomado en serio estas advertencias y hubieran enviado refuerzos significativos hacia el sur, donde Hamas atacó, Israel podría haber mitigado los ataques o incluso haberlos evitado.
Por el contrario, cuando los terroristas salieron de la Franja de Gaza e ingresaron en Israel, el Ejército israelí no estaba preparado.
Los funcionarios de seguridad israelíes ya han admitido que no lograron proteger al país y a sus ciudadanos, y se espera que el gobierno conforme una comisión investigadora para analizar los hechos que condujeron a los ataques.
El documento deja al descubierto un efecto cascada de pasos en falso que duró más de un año y que culminó en lo que los funcionarios ahora consideran como el peor fracaso de los servicios de inteligencia de Israel desde el ataque sorpresa que condujo a la guerra árabe-israelí de 1973.
Todos estos fracasos se derivaron de una única y fatalmente inexacta convicción: que el grupo terrorista palestino no tenía la capacidad ni los medios para atacar, y que no se atrevería a hacerlo. Según los funcionarios, el gobierno israelí estaba tan convencido de eso que ignoraron la creciente evidencia en contrario.
Las FDI y la Agencia de Seguridad de Israel, encargada del contraterrorismo en Gaza, no quisieron hacer comentarios para este artículo.
En el documento, los funcionarios no dicen cómo obtuvieron la información, pero Jericho Walls es una de varias versiones de planes de ataque recopiladas a lo largo de los años. Un memorando de 2016 del Ministerio de Defensa de Israel, por ejemplo, dice que “Hamas tiene la intención de trasladar el próximo enfrentamiento a territorio israelí”.
Lo más probable es que un ataque de este tipo implique la toma de rehenes y la “ocupación de una comunidad israelí (tal vez incluso de varias comunidades)”, dice el memorando.
El documento “El Muro de Jericó”, llamado así por las antiguas murallas de la actual Cisjordania, era aún más explícito. Detallaba ataques con cohetes para distraer a los soldados israelíes y obligarlos a retroceder a sus búnkeres, y drones para desactivar las sofisticadas medidas de seguridad distribuidas a lo largo de la valla fronteriza que separa Israel y Gaza.
A continuación, los combatientes de Hamas atravesarían el muro en 60 puntos preestablecidos y cruzarían la frontera hacia Israel. El documento comienza con una cita del Corán: “Entrad contra ellos por la puerta. Una vez franqueada, la victoria será vuestra”.
Esa misma frase ha sido ampliamente utilizada por Hamas en sus videos y declaraciones desde el 7 de octubre.
Uno de los objetivos más importantes que describe el documento era invadir la base militar israelí de Re’im, sede de la división israelí responsable de proteger la región. El documento también enumera otras bases que estaban bajo el mando de esa división.
Hamas cumplió ese objetivo el 7 de octubre pasado: arrasó Re’im e invadió partes de la base.
Los funcionarios argumentan que el plan era tan audaz que era fácil subestimarlo. Todos los ejércitos elaboran planes que después nunca llevan a cabo, y los funcionarios israelíes evaluaron que, incluso en caso de invadir, Hamas apenas podría reunir una fuerza de unas pocas docenas de hombres, y no de cientos, como finalmente ocurrió.
Israel también había malinterpretado previamente los movimientos de Hamas. El grupo había negociado permisos para permitir que los palestinos trabajaran en Israel, algo que los funcionarios israelíes interpretaron como una señal de que Hamas no buscaba una guerra.
Pero el movimiento islamista venía redactando planes de ataque desde hace muchos años, y los funcionarios israelíes se habían apoderado de versiones anteriores de los mismos. Para los israelíes, lo que podría haber sido un exitoso golpe de inteligencia se convirtió en uno de los peores errores de cálculo en los 75 años de historia de Israel.
Ronen Bergman y Adam Goldman
Traducción de Jaime Arrambide
The New York Times