sábado 23 de noviembre de 2024 6:00 am
Eddy Tolentino

Voceros del gobierno municipal hablan de un “punto de quiebre”. Reiteraron este miércoles que la Gran Manzana “no tiene más espacio” para recibir a las personas que vienen en camino desde Texas en tres autobuses.

El gobierno municipal de la ciudad de Nueva York busca espacios para poder hospedar a miles de inmigrantes que siguen siendo enviados desde Texas. Siguen creando programas para ayudar a los recién llegados a insertarse al país. Pero también se continúa insistiendo que la Gran Manzana está en un “punto de quiebre” para seguir atendiendo esta crisis.

Se confirmó además este miércoles que vienen en camino tres autobuses, con centenares de nuevos inmigrantes. El pasado fin de semana llegaron miles de solicitantes de asilo que cruzaron la frontera sur con México. Y los refugios temporales como el Hotel Roosevelt, en el centro de Manhattan, siguen colapsados con una larga fila de hombres en la calle esperando ser hospedados en algún sitio.

“En este momento, no descartamos ningún lugar en donde podamos instalar refugios temporales. Desde la primavera pasada hemos hecho lo posible como ninguna otra ciudad, para atender de manera compasiva esta crisis humanitaria. Estamos en el centro de una crisis global, aunque debemos reiterar que ya no tenemos espacio”, aclaró Anne Williams-Isom, la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos de la Ciudad.

Fuentes consultadas por El Diario aseguran que la mayoría de la nueva oleada migratoria proviene de Senegal, Turquía, Venezuela y países centroamericanos.

En medio de este panorama complicado, se anunció otra acción para ofrecer alternativas de independencia a los recién llegados, especialmente para ampliar las opciones en una de sus prioridades más complicadas de alcanzar: obtener autorizaciones legales para trabajar. 

Williams-Isom anunció que un consorcio de universidades proporcionará estudiantes de pregrado y posgrado durante el próximo otoño, para ayudar a los inmigrantes a enviar sus solicitudes formales de asilo a las autoridades migratorias.

El consorcio está formado por cuatro escuelas de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY): Baruch College, City College, Hunter College y Queens College.

Cada institución patrocinará tres días completos en la clínica, a partir de septiembre, dando a sus estudiantes la oportunidad de ser voluntarios como asistentes de solicitud. 

Además, muchas de las instituciones ofrecerán a los estudiantes la oportunidad de obtener créditos por el tiempo que pasen en el centro, ya sea en forma de cursos o pasantías. 

1,300 solicitudes ya enviadas

En total, se espera que los días patrocinados, los cursos de crédito y las pasantías de pregrado y postgrado brinden oportunidades para que cientos de estudiantes apoyen a miles de familias y personas solteras en la presentación de sus solicitudes de asilo.

Hasta ahora el Centro de Ayuda para Solicitudes de Asilo de NYC, ha ayudado a enviar más de 1,300 solicitudes de asilo, desde que se instaló a finales de junio.

Este centro asesora a los recién llegados a llenar el formulario oficial para solicitar asilo al país. Se trata del primer paso para recibir una autorización de trabajo.

En este programa se integraron organizaciones sin fines de lucro, 30 bufetes de abogados privados que han estado trabajando de manera voluntaria. Ahora se integran estudiantes de varias universidades.

A los interesados se les programan citas individuales. Abogados de inmigración con experiencia están en el lugar para supervisar a los asistentes de solicitud y brindar orientación, con intérpretes en varios idiomas para brindar asistencia lingüística en persona.

“Seguimos haciendo nuestra parte, pero necesitamos que el gobierno federal acelere el proceso de autorización de trabajo para ayudar a las familias a comenzar su camino hacia la independencia”, aseveró la vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos.

Por su parte, Félix Matos Rodríguez, canciller de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), que se integra a este plan de clínicas jurídicas, describió esta estrategia municipal como parte del “mandato histórico” de esta Casa de Estudios.

“Los objetivos de esta asociación, con la Oficina del alcalde, están estrechamente alineados con los de CUNY, una universidad pública que sirve a los neoyorquinos de todos los orígenes y circunstancias. Muchos de nuestros estudiantes son inmigrantes o hijos de inmigrantes, luchadores que aportan una comprensión personal de los desafíos de llegar a un nuevo país en busca de una vida mejor”, destacó el académico.

“Es muy complicado lo del asilo”

Desde que despertó esta crisis hace 14 meses, activistas por la defensa de los derechos de los inmigrantes alertaban que uno de los desafíos más complicados era asesorar a miles con las solicitudes de asilo, ya que debían hacerlo en el lapso reglamentario de un año, desde que ingresaron al país.

Es muy complicado que la gente que no tiene representación legal, sepa exactamente qué hacer, pues la solicitud formal de asilo político en Estados Unidos, es un proceso que requiere de muchas argumentaciones. Todas las organizaciones sin fines de lucro han estado en los últimos meses al tope y bajo presión

La tendencia es que sin ayuda legal, miles de personas podrían estar tomando decisiones erradas, tal como sucedió con el venezolano Rafael Cortés, de 28 años, quien llegó a Nueva York en mayo de 2022, en la primera oleada migratoria.

“Ya pasó el primer año y por muchas razones no pude hacer nada con los papeles. Me puse en listas para que me ayudaran, pero lo hice muy tarde. Y la espera es de meses. Finalmente, no es culpa de nadie, sino la de uno mismo por no hacer las cosas con la información adecuada”, destacó.

Ahora Rafael, como centenares de personas de su país, no tiene idea cuál será el camino para poder lograr en algún momento legalizarse.

“Muchos pensaban, que solo porque las autoridades federales de la frontera te dejaban entrar, eso en sí mismo te daba cierta legalidad. Pero no es verdad. De hecho, tengo amigos que apenas llegaron pudieron enviar sus solicitudes de asilo y tiene meses esperando el permiso de trabajo y no le ha llegado”, contó.

Rafael quien vive en un refugio en Queens, confiesa que lamentablemente muchos de sus paisanos, vinieron atraídos por “un cuento de los coyotes” (traficantes humanos), quienes le hicieron creer que si en los puestos fronterizos te dejaban libre, eso era un signo que ya estabas aceptado legalmente en el país.

“Una vez aquí, escuchas que incluso hay personas que tienen siete y ocho años esperando por sus casos. Otras que tienen 20 años aquí y nunca se han podido legalizar. Lamentablemente uno se mueve por la necesidad, por el sueño de tener una vida mejor. No queda más que seguir adelante“.

Según las autoridades de inmigración de Estados Unidos, una persona puede pedir asilo si puede demostrar que en su país de origen sufre persecución por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular o por sus opiniones políticas.

Las condiciones económicas, las fallas de servicios públicos, la violencia y la inseguridad no son argumentos suficientes bajo la ley de inmigración, para poder solicitar este beneficio migratorio.

Desde el pasado mes de junio, cuando se discutía el presupuesto municipal de 2023 el Contralor Municipal, Brad Lander, en una manifestación junto a otros líderes políticos de la Gran Manzana, exigieron a la Administración del alcalde, Eric Adams, que incluyera dentro del plan de gastos $70 millones de dólares adicionales para que abogados gratuitos ayudaran a los recién llegados a procesar sus casos de asilo.

Una vez que se aprobó el presupuesto, Lander criticó que no se asignaron fondos para la asistencia legal.

NYC llegó al límite

Desde que comenzó este flujo sin precedentes de inmigrantes, la ciudad de Nueva York ha tomado medidas como abrir 194 sitios de emergencia, incluidos otros 13 centros de ayuda humanitaria a gran escala, con dos centros de ayuda humanitaria más que abrirán en las próximas semanas.

La Ciudad también ha establecido centros de navegación para conectar a los recién llegados con recursos e inscribió a miles de niños en escuelas públicas a través del Proyecto Open Arms.

Pero al ritmo de la llegada masiva de por lo menos 2,300 personas cada semana, portavoces municipales siguen advirtiendo que es necesaria una acción nacional de descompresión, ya que la capacidad de la Ciudad para dar más refugio, llegó a su punto límite.

De acuerdo con la actualización compartida este miércoles, 95,600 personas han sido recibidas desde la primavera de 2022 y todavía 56,200 están bajo la protección de la Ciudad con hospedaje, medicinas y alimentos.

“Es momento para que ciudades del resto del país sigan nuestro ejemplo. Estamos 24 horas buscando espacios. Hemos identificado otros sitios fuera de la Gran Manzana. Pero, repetimos, como ninguna otra ciudad hemos dado respuesta a esta crisis con compasión. Ya es tiempo de recibir un auxilio”, concluyó William-Ison en la segunda actualización sobre la crisis migratoria realizada en la última semana.

¡Todo está saturado!

En las afueras del hotel Roosevelt, convertido en un centro de acogida, el joven venezolano Rodolfo Pérez, precisó que llegó en un autobús la semana pasada. El inmigrante expone que aunque las autoridades tratan de ayudar a los recién llegados, con “mucha dedicación”, la verdad es que “todo está muy saturado de gente”.

“Simplemente no hay espacios. Me dicen que van habilitar unas carpas nuevas. Yo me vine para Nueva York porque unos familiares me indicaron que todo era más fácil. Pero una vez aquí todo es distinto. Que nadie piense que esto aquí es lomito y hotel cinco estrellas. !Es duro, muy duro!”, espetó quien pasó la última noche en las aceras esperando un sitio en donde ser hospedado. Una espera que estuvo acompañada por centenares de personas que como él comparte, vinieron desde África.

Hasta el 1 de Agosto:

  • 95,600 inmigrantes han llegado a la Gran Manzana luego de haber cruzado la frontera sur con México solicitando hospedaje, alimentos y atención médica desde mayo de 2022.
  • 56,200 todavía se encuentran en el sistema de refugios municipales en 194 sitios habilitados, incluyendo 13 centros de ayuda humanitaria.
  • 2,300 nuevas personas llegaron entre el 24 y 30 de julio.

Por  Fernando Martínez

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