sábado 7 de septiembre de 2024 10:19 pm

Una organización se ha propuesto promover a que más mujeres se capaciten en áreas de tecnología y no sólo eso, promueve que las que se beneficien sean jóvenes de las minorías históricamente excluidas.

La presencia de la mujer en las plazas de trabajo dentro del sector informático es mínima y si a eso sumamos que las afroamericanas, hispanas y en general de las minorías de bajos ingresos están subrepresentadas en esta segmento del mercado laboral, el panorama no es halagador.

Girls Who Code (GWC) o en español Chicas Que Programan, es la organización que con un enfoque de privilegiar la diversidad, la equidad y la inclusión, busca revertir la brecha de género, haciendo que la educación de programación sea accesible y flexible para estudiantes mujeres de todos los orígenes, incluidos aquellos grupos históricamente excluidos.

Derribando barreras históricas
“Estamos comprometidos a continuar con este programa que tiene como finalidad garantizar que las niñas y mujeres jóvenes de todo el país sean prósperas”, dijo Becky Staton, vicepresidenta de estrategia de fuerza laboral en Bank of America, quien lidera la colaboración de Bank of America con Girls Who Code a nivel nacional.

La ejecutiva reconoció que las barreras históricas e institucionales, en particular el sesgo racial y la discriminación, desempeñan un papel en la creciente brecha de género en las ciencias de la computación y en quienes tienen acceso a oportunidades en estos campos.

Ser valiente, no perfecto

Daniella Santana, quien dirige la colaboración de Bank of America con GWC en Nueva York, dijo que el lema de la organización: “Ser valiente, no perfecto” insta a inspirar a las mujeres.

“Que sepan que ellas pueden lograr una carrera en la tecnología. La meta es empoderarlas en que tienen espacio en un área donde los hombres son mayoría”, insiste Daniela.
GWC enfoca su trabajo no solo en la diversidad de género sino también en las mujeres jóvenes que históricamente están subrepresentadas o comunidades multirraciales con entornos de bajos ingresos, a consecuencia de lo cual han tenido una falta de exposición o acceso a la informática.

Líderes de la tecnología

Entre tanto Daniel Voloch, también miembro del equipo de GWC destacó que es crucial que las mujeres y estudiantes no binarios tengan la oportunidad de estudiar ciencias de la computación y se conviertan en líderes de la tecnología.

“En Nueva York el programa tiene más de 300 clubes que trabajan después del horario escolar y allí los estudiantes aprenden cómo manejar las computadoras. De otra parte GWC se empela en afianzar los conceptos de hermandad y comunidad, de mujeres hispanas y latinoamericanas que ya están trabajando en el campo de la tecnología”, dice Voloch.

La organización Girls Who Code fue fundada en 2012. Ofrece programas de varios niveles durante todo el año a nivel mundial para niñas y adolescentes con el propósito de inspirarlas, educarlas y equiparlas con las habilidades informáticas necesarias para aprovechar las oportunidades del siglo XXI.

Las exalumnas de GWC que en la actualidad asisten a las universidades están especializándose en ciencias de la computación y campos relacionados a 15 veces el promedio de los Estados Unidos.

Además, la organización impulsa los programas Clubs Program y Code at Home. El primero es una iniciativa extracurricular para niñas de 3er.grado a 12 grado para aprender ciencias de la computación, facilitado con la colaboración de la comunidad y el apoyo de voluntarios; y el segundo consiste en actividades informáticas gratuitas para estudiantes, educadores y padres.

Afianzando a la mujer en los trabajos tecnológicos

Históricamente los hombres han prevalecido en el área de tecnología. En 1995, el 37% de los trabajadores informáticos en los Estados Unidos eran mujeres y la actualidad, es solo el 24%, ese porcentaje seguirá disminuyendo si no se toman correctivos inmediatos.

La meta de Girls Who Code es cambiar esta realidad mediante la implementación de este programa extracurricular gratuito para que las chicas y personas no binarias de entre 15 y 17 años se eduquen con las habilidades informáticas.

Los líderes de la organización pronostican que para el 2030 podrían reducir la disparidad en los nuevos trabajos tecnológicos.

El pasado martes 25 de julio en la sede de Bank of America en Nueva York, 60 adolescentes que cursan los dos últimos años en escuelas secundarias locales iniciaron el Programa de Inmersión de Verano de dos semanas concebido para fomentar las relaciones con el talento tecnológico en su área. A través de grupos de mentores, actividades tecnológicas prácticas y círculos de inmersión profunda, los estudiantes se conectaron con voluntarios tecnológicos locales en grupos pequeños, escucharon sobre las experiencias tecnológicas de los empleados de Bank of America e hicieron preguntas sobre la industria tecnológica.

Es un desafío que me gusta

Es lo primero que dice Sara Shahab Díaz, al contar su experiencia sobre cómo inició su incursión en el campo de la tecnología.

“Empecé a programar de forma muy básica hace dos años en mi escuela. Es difícil encontrar profesores que te puedan enseñar tecnología y podría decir que lo que aprendido hasta ahora ha sido por mi cuenta”, dice esta estudiante de secundaria que está en el grado 11.

Sara, cuya madre es española y su padre pakistaní, recuerda que muchas veces se sintió sola por ser mujer y por su ascendencia.

“En mi área no hay una comunidad para personas como yo. Busqué en internet y afortunadamente encontré Girls Who Code, porque mi interés es mejorar y ampliar mis conocimientos sobre programación”.

Agrega la joven que vive en Princeton, Nueva Jersey –que a futuro quiere estudiar ingeniería de sistemas– que es extraordinario que esta organización promueva una confraternidad donde puedan relacionarse con personas que les pueden ayudar y orientada a mujeres de todos los orígenes y razas.

Por  David Ramirez

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