El DSNY exhortaron a las empresas vinculadas con alimentos que usen contenedores rígidos con tapa para dejar su basura si no se aplicarán multas que llegan hasta los $200 dólares.
El Departamento de Sanidad de la ciudad de Nueva York (DSNY) empezó a imponer multas a empresas vinculadas con alimentos en los cinco condados que violen las nuevas reglas de la agencia.
El DSNY ha exigido a las empresas que ahora hagan uso de contenedores rígidos con tapa cuando lleven la basura para su respectiva recolección. Previamente, las compañías podían poner la basura en bolsas negras directamente en la acera.
Las empresas que deberán cumplir con este reglamento incluye las siguientes: restaurantes, delicatessen, bodegas, tiendas de comestibles y catering.
Actualmente, las regulaciones no se aplican a los materiales reciclables ni a las compañías ni a las empresas que recogen desechos de un muelle de carga, explicó DSNY.
Las multas inician con $50 dólares por una primera infracción, $100 dólares por una segunda y $200 dólares por todas las infracciones que se realicen posteriormente.
Aunque las regulaciones técnicamente entraron en vigencia el 1 de agosto, las empresas recibieron su período de advertencia para prepararse con un mes de antelación. De acuerdo con DSNY, en ese tiempo se emitieron cerca de 21,000 advertencias.
Estas nuevas normativas se ampliarán a todas las cadenas de negocios con cinco o más ubicaciones en la Gran Manzana, independientemente de lo que venda, desde el 5 de septiembre, con un período de advertencia parecido al anterior, informó Advance SI Live.
Asimismo, el cambio de la etiqueta de la basura forma parte del esfuerzo de la ciudad de Nueva York para superar el principal problema que son las ratas y la supresión de malos olores provenientes de los desechos.
DSNY estimó que las nuevas regulaciones de la basura eliminará cerca de 5 millones de libras de basura diaria de las aceras de la ciudad.
Las autoridades estimaron que el 25% de las empresas en los cinco condados se verían afectadas por las reglas.
Por Marlyn Montilla