Adams asegura no buscar confrontación con Trump y plantea deportaciones selectivas en Nueva York
El alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams, expresó nuevamente su disposición a colaborar con las nuevas autoridades federales en la implementación de una política migratoria más precisa. Adams enfatizó la necesidad de una “operación quirúrgica” que permita deportar únicamente a los migrantes que han cometido crímenes graves, preservando los derechos de quienes contribuyen positivamente a la sociedad.
Un enfoque selectivo ante la crisis migratoria
“Me refiero a aquellos que están aquí cometiendo crímenes graves: robos, agresiones, violaciones y otros delitos que han causado un daño significativo a nuestra comunidad. Esos individuos han renunciado a su derecho de estar aquí”, afirmó Adams. Además, señaló que está dispuesto a reunirse con el “zar de la frontera” designado por Trump para discutir estrategias efectivas en este ámbito.
El alcalde subrayó que su posición se aleja completamente de la idea de deportaciones masivas, asegurando que continuará protegiendo a los ‘dreamers’, solicitantes de asilo y trabajadores esenciales que buscan construir el sueño americano.
Adams destacó la importancia de distinguir entre los migrantes que contribuyen al bienestar de la ciudad y aquellos que se han involucrado en actividades delictivas. “Nueva York debe ser un lugar seguro tanto para sus ciudadanos como para los migrantes que buscan un futuro mejor”, aseguró.
Un sistema desafiado por la criminalidad
Durante el último año, Nueva York ha sido escenario de varios delitos protagonizados por algunos migrantes recién llegados. Informes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) señalan incidentes que van desde robos y agresiones hasta violaciones. A pesar de ello, los estatutos de ‘Ciudad Santuario’ prohíben a las autoridades municipales compartir información con agencias federales de inmigración, dificultando las deportaciones.
Además, las leyes de reforma de fianzas en el estado permiten que muchos reincidentes sean liberados rápidamente, generando frustración entre los ciudadanos y líderes locales.
Críticas y división política
Adams también abordó las diferencias con legisladores progresistas del Concejo Municipal, quienes promueven mayores protecciones para los inmigrantes indocumentados. El alcalde los calificó como defensores de una “cultura de la cancelación” que ignora las preocupaciones de seguridad de los neoyorquinos.
Sin embargo, sus declaraciones no han estado exentas de controversia. Líderes como Jumaane Williams, Defensor del Pueblo, y Murad Awawdeh, director de la Coalición de Inmigración de Nueva York, acusaron a Adams de “avivar el miedo y seguir el manual de Trump”.
El papel de Trump y su zar fronterizo
Donald Trump, ahora presidente electo, ha designado a Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como su “zar de la frontera”. Homan ha prometido endurecer las políticas migratorias y dar prioridad a la deportación de criminales y amenazas a la seguridad nacional.
Homan advirtió que si las ciudades santuario no cooperan con los esfuerzos de deportación, se duplicará el número de agentes de inmigración asignados a esas áreas. Esta medida podría poner a Nueva York en el centro del debate sobre cómo manejar la crisis migratoria.
Adams insiste en evitar la confrontación
El alcalde aseguró que no busca un enfrentamiento con Trump ni con sus políticas, sino garantizar la seguridad de los neoyorquinos mientras protege los derechos de los migrantes que actúan de manera legal y positiva. “No entraré en guerras políticas. Mi enfoque está en lo que beneficia a nuestra ciudad y a nuestros ciudadanos”, concluyó.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com