El anuncio y las guías oficiales se darían a conocer antes del inicio del próximo año escolar. Afectaría a 900 mil estudiantes del sistema de educación pública de la Gran Manzana.

Todo indica que en las próximas semanas, las autoridades educativas de la Gran Manzana, podrían publicar una guía, para prohibir que los estudiantes usen sus teléfonos celulares, cuando están en las escuelas públicas. Una acción que se aplicaría en el próximo otoño, en el distrito escolar más grande del país, impactando a 900 mil alumnos.

“Queremos asegurarnos de hacerlo bien. En las próximas dos semanas escucharán el gran anuncio. Nos estamos inclinando mucho hacia la prohibición de estos aparatos en nuestros planteles”, dijo esta semana a medios locales, David Banks, canciller de escuelas de la ciudad de Nueva York.

En la actualidad, la Ciudad permite a los directores establecer sus propias políticas sobre los teléfonos móviles, después de que en 2015 se eliminó una prohibición en toda la ciudad.

Cada escuela tiene normas distintas. En algunos casos, los estudiantes son obligados a mantener estos equipos apagados o en cartuchos especiales, durante las sesiones de clase o exámenes. Pero pueden usarlo durante el recreo y otras actividades.

Como observan coaliciones educativas, cualquier prohibición que venga en camino, tendría que abordar no sólo la logística a nivel escolar de recolectar o almacenar teléfonos celulares en algún lugar de la escuela, sino también las preocupaciones de los padres, quienes a menudo son los principales infractores al contactar a los niños durante el día escolar.

“Antes nadie tenía celulares”

La madre dominicana Santa González, con dos niños en el sistema escolar público de la ciudad, opina que hace 15 años, ningún estudiante tenía un celular y “rendían más, se graduaban y aprendían. Pero ahora hay muchos que están como bobos, todo el día pegados de una pantalla y no le prestan atención ni a la clases, ni a su familia. No le dan importancia a las relaciones humanas. De hecho, yo estoy de acuerdo con que un niño no tenga esos equipos”.

En Nueva York, la semana pasada, la gobernadora Kathy Hochul, firmó el proyecto de ley que requiere que las plataformas de redes sociales, desactiven los sistemas de recomendación personalizados para los menores de edad. También asomó una legislación que prohibiría los teléfonos inteligentes en los planteles de todo el estado.

Una de las primeras reacciones ante esta posible medida, surgió de Michael Mulgrew, presidente de la Federación Unida de Maestros, quien instó a la Ciudad a evaluar la mejor manera de abordar este problema.

“Necesitamos trabajar sobre el tema este verano para obtener una visión más amplia, sobre lo que funciona y lo que no, en las escuelas que ya recolectan teléfonos celulares”, recomendó el líder sindical.

Las autoridades de salud de la Gran Manzana han remarcado por varias vías este año, los efectos perversos del uso de las redes sociales en los niños y adolescentes. Además su clara vinculación con cuadros de ansiedad, depresión y suicidios.

Cuestión de riesgo

Asimismo, el comisionado de Salud de la Ciudad de Nueva York, el Dr. Ashwin Vasan, con base a las investigaciones disponibles, tiene una “receta” que quiere amplificar y dar a conocer al máximo en todas las comunidades:!Evite que un niño menor de 14 años, esté expuesto indiscriminadamente a redes sociales, a tabletas, o teléfonos inteligentes!.

El fundamento de Vasan, es que entre los ocho y 14 años, se sabe que los seres humanos están en un proceso de desarrollo neurológico, cuando se edifica la personalidad, el concepto de riesgo y la sensibilidad hacia los otros.

La semana pasada, el gobierno municipal mostró una encuesta de 2024, la cual revela que entre los adolescentes, que reportan usar las redes sociales a diario, el 90% asegura estar preocupado en general y el 56% reporta al menos algunos síntomas depresivos.

La mayoría de los adolescentes encuestados afirman que recurren a las redes sociales para “entretenerse, aprender cosas nuevas o por aburrimiento”.

Aquellos que señalan el aburrimiento como su principal motivo, tienen más probabilidades de informar que se preocupan por el futuro, en comparación con aquellos que no consideran el aburrimiento como su principal motivo.

Ya en práctica medidas similares

La medida cuyos detalles serían publicados próximamente, se analiza cuando el gobernador de California, Gavin Newsom, prometió la semana pasada limitar el uso de teléfonos inteligentes durante la jornada escolar.

También la junta escolar de Los Ángeles, el segundo distrito escolar más grande del país, aprobó restricciones que entrarán en vigor en enero. Y en Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis promulgó el año pasado una medida similar.

El dato:

36% de los padres de adolescentes que residen en códigos postales de muy alta pobreza es más probable que informen que su hijo “usa demasiado las redes sociales” en comparación con los padres de los niños de localidades de baja pobreza. Hay hasta un 30% de diferencia entre quienes residen en códigos postales de muy alta y baja pobreza. Estos datos se derivan del Informe de Redes Sociales y Salud Mental publicado por la Ciudad de Nueva York.

Por Fernando Martínez

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