El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha provocado un clima de preocupación y tensión en ciertos sectores de la comunidad educativa de Nueva York. Con apenas dos meses de iniciado el nuevo año escolar, los padres y estudiantes de la ciudad, quienes ya enfrentan las demandas de un buen rendimiento académico y un entorno escolar enriquecedor, ahora deben sumar a sus preocupaciones la incertidumbre en torno a las políticas de inmigración del próximo gobierno.
Luz Rodríguez, madre de dos estudiantes en una escuela del Bronx, comparte sus inquietudes y el temor que le produce la victoria del líder republicano. Rodríguez, de origen mexicano, explica que no tiene estatus migratorio, al igual que uno de sus hijos. “Estos últimos días han sido muy estresantes para nosotros. Me preocupa que el próximo gobierno agrave aún más nuestra situación emocional. Ya es difícil ser indocumentado, y no quiero volver a vivir el miedo que experimentamos la primera vez que Trump fue presidente”, expresó Rodríguez.
Para ayudar a las familias y estudiantes a afrontar estos temores y su impacto potencial en la salud mental y rendimiento académico, la canciller de Educación de Nueva York, Melissa Aviles-Ramos, envió una carta a toda la comunidad escolar con un mensaje de apoyo. En ella, reitera el compromiso de las escuelas de Nueva York de ser espacios seguros y resilientes para estudiantes y familias.
“Al prepararnos para la transición presidencial en enero, nuestros estudiantes pueden preguntarse qué significan estos cambios para ellos. Quiero asegurarles que nuestras escuelas se mantienen firmes en su compromiso de proporcionar entornos seguros y de apoyo. Esta es nuestra mayor prioridad y nuestra responsabilidad fundamental como sistema educativo”, afirmó la canciller.
Además, Aviles-Ramos exhortó a los docentes y líderes escolares a fomentar diálogos cívicos constructivos sobre el proceso electoral y sus resultados, instando a toda la comunidad a abrir espacios para que los estudiantes expresen sus dudas y perspectivas. A través de la plataforma schools.nyc.gov/currentevents, los docentes y las familias pueden acceder a recursos útiles para facilitar estas conversaciones, promoviendo un enfoque respetuoso y bien informado en torno a los eventos actuales.
La canciller también enfatizó la disponibilidad de servicios de apoyo emocional en todas las escuelas y recordó a la comunidad que pueden acceder a recursos de salud mental o solicitar ayuda llamando al número 988.
En el mismo tono de apoyo, el alcalde Eric Adams se refirió a los temores de deportaciones masivas. Adams reafirmó el compromiso de la ciudad de Nueva York con los inmigrantes, destacando que todos los residentes, sin importar su estatus migratorio, tienen derecho a recibir servicios esenciales, desde educación hasta atención médica.
“La deportación masiva no sucederá en la ciudad de Nueva York. Los indocumentados, migrantes y solicitantes de asilo tienen derecho a los servicios de la ciudad, a que sus hijos sean educados y a recibir atención médica en caso de necesidad. Esta es una ciudad de inmigrantes, y vamos a mantener esos valores”, declaró Adams.
En una ciudad como Nueva York, donde más del 40% de los estudiantes son latinos y se estima que más de la mitad provienen de familias inmigrantes, las palabras de apoyo de las autoridades buscan brindar tranquilidad en medio de la incertidumbre. La administración educativa se comprometió a seguir formando líderes y defendiendo los valores inclusivos que caracterizan a la ciudad, protegiendo el derecho de cada estudiante a una educación segura y de calidad, independientemente de su situación migratoria.
La comunidad escolar de Nueva York se prepara para hacer frente a los desafíos que puedan surgir, uniendo esfuerzos para garantizar que todos los estudiantes continúen creciendo en un ambiente seguro y solidario, sin importar los cambios políticos que puedan afectar a sus familias.
Por: Francisco Nuñez, franciscoeditordigital@gmail.com
