jueves 21 de noviembre de 2024 4:36 pm
Eddy Tolentino

La concejal Julie Menin, promotora de la “Ley de hoteles seguros” realizó varias modificaciones al texto, que ahora deberá cursar trámite en el Concejo.

Un proyecto de ley que cursa en el Concejo Municipal y que busca hacer reformas a los casi 700 hoteles que hay en la Gran Manzana, se ha convertido en la “manzana de la discordia”, y luego de críticas de miembros de la industria de hospitalidad, la promotora de la pieza legislativa, la concejal Julie Menin, acaba de presentar una nueva versión modificada. Se estima que unos 62 millones de visitantes llegan a la ciudad cada año.

La integrante del órgano legislativo de la Ciudad de Nueva York aseguró que decidió hacer cambios a la iniciativa original, conocida como “Ley de hoteles seguros”, luego de sostener conversaciones con organismos como el Consejo de Comercio Hotelero (“HTC”) y la Alianza de Hostelería para modificar el articulado propuesto.

La política mencionó que los cambios planteados abordan los problemas manifestados por restaurantes, bares y establecimientos de vida nocturna, al tiempo que mantienen disposiciones que buscan mejorar la salud, la seguridad y las condiciones de los hoteles para huéspedes, trabajadores y comunidades locales, en una industria que a pesar de su impacto económico, es de las pocas que sigue sin estar regulada en términos de seguridad pública, salud y protección de consumidores y empleados.

Menin reveló que entre 2019 y 2023 el NYPD recibió más de 14,000 denuncias de hechos ocurridos en hoteles, y 39 asesinatos desde 2009, al igual que las denuncias de consumidores al Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la ciudad sobre esa industria se ha duplicado en los últimos cinco años. Algunos hoteles han sido objeto de trata de personas y problemas de seguridad pública.

Dentro de los cambios que la promotora del proyecto de ley incluyó, hay una excepción para los restaurantes, bares y establecimientos de ocio nocturno en hoteles para garantizar que no se vean afectados por la legislación, limitando requisitos de empleo directo que solo se aplicarán a “trabajos básicos de los hoteles”, como el servicio de limpieza y recepción. Asimismo, Menin manifestó que para abordar las preocupaciones de la industria y aclarar las definiciones de propiedad de los hoteles, se ha eliminado el lenguaje de “empleador conjunto” garantizando que no se prohíba a los fideicomisos de inversión inmobiliaria (REIT) poseer hoteles.

De igual manera, se eliminaron del proyecto de ley las proporciones específicas de personal y los números prescritos, que los interesados ​​de la industria hotelera creían que podrían aumentar los costos, advirtiendo que se requiere una “cobertura continua” por parte de un solo empleador en la recepción de un hotel para garantizar la seguridad y el servicio de los huéspedes y el personal.

“Como legisladora, me enorgullece reunir a las partes interesadas para lograr decisiones de política pública integrales e inclusivas. Este proyecto de ley de licencias de hotel es un ejemplo brillante del buen trabajo que se puede hacer cuando trabajamos juntos hacia un objetivo común”, aseguró la concejal Menin, al tiempo que agregó que la prohibición de la subcontratación que anteriormente cubría a todo el personal del hotel también se ha modificado para eliminar los puestos de seguridad que se permitiría a través de proveedores externos.

“Ahora tenemos un proyecto de ley que aborda los comentarios de la industria hotelera y hospitalidad, al mismo tiempo que mantiene las protecciones básicas de salud, seguridad y de los trabajadores para regular y apoyar mejor a los hoteles que operan en la ciudad de Nueva York”, advirtió Menin.

Otro punto que se modificó en el nuevo proyecto de ley tiene que ver con el requisito previo para obtener una licencia que se ajustarán a normas existentes para otras licencias comerciales que exige la ciudad. “Con este cambio, el comisionado del Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador (“DCWP”) tendrá menos discreción y un modelo más uniforme a seguir al revisar la idoneidad de un solicitante para obtener una licencia de hotel. Además, también se han eliminado los informes de salarios, el mantenimiento de registros y las publicaciones obligatorias para minimizar la carga del personal del DCWP”, agrega el nuevo proyecto.

Rich Maroko, presidente del Consejo de Comercio Hotelero (“HTC”) se mostró optimista con los cambios hechos al articulado y subrayó que cuando las instancias de gobierno escuchan a las partes se promueven políticas públicas más responsables.

“A través de debates productivos y reflexivos con las partes interesadas, ahora tenemos un proyecto de ley más sólido e inclusivo que ofrece protecciones efectivas para los huéspedes, las comunidades y los trabajadores de los hoteles, al mismo tiempo que aborda las inquietudes que se han compartido”, dijo el líder hotelero, quien agregó que los nuevos puntos ayudarán a preservar y mejorar el sector hotelero en la Gran Manzana.

Andrew Rigie, director ejecutivo de la organización NYC Hospitality Alliance, quien había calificado la propuesta inicial como una amenaza para los restaurantes y bares de propiedad independiente y sus trabajadores, advirtió que el nuevo texto aborda las inquietudes de la industria, contribuyendo que los negocios de hospitalidad permanezcan abiertos.

“Reconoce el importante papel que desempeñan los restaurantes y bares independientes y sus trabajadores en los hoteles. Son fundamentales para la posición de nuestra ciudad como destino global, la reputación como la Capital Culinaria del Mundo, con lugares que ofrecen vistas espectaculares desde los bares de primera categoría en las azoteas y son esenciales para nuestra economía local”, dijo Rigie.

A pesar de las modificaciones, desde el otro lado, miembros de la industria siguen criticando el proyecto y lo califican como una amenaza para la propia industria como para decenas de miles de trabajadores, pues entre otras cosas haría subir las tarifas de las habitaciones.

Vijay Dandapani, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Hoteles de la Ciudad de Nueva York, arremetió contra el proyecto de ley, y recalcó que afectará a negocios y trabajadores.

“Los autores de este proyecto de ley siguen actuando de mala fe, haciendo cambios sin ninguna aportación experta de la industria después de afirmar que se detendrían a discutir los muchos defectos del proyecto de ley. Dicen que ayudaría a los trabajadores, pero de hecho perjudicaría a muchos más trabajadores de los que ayudaría“, dijo el ejecutivo.

Kevin Carey, presidente y director ejecutivo interino de la Asociación Estadounidense de Hoteles y Alojamiento, se sumó a las voces de protesta y pidió que se frene su avance en el Concejo Municipal.

“Las discusiones del Concejo sobre la Ley de Seguridad Hotelera siguen excluyendo a aquellos que se verán más afectados por la legislación: propietarios de hoteles, empresas de gestión, subcontratistas y decenas de miles de trabajadores de hoteles. Es imperativo que todas las partes interesadas tengan un lugar real en la mesa”, dijo Carey.

“Si se trata de una cuestión de seguridad pública y delincuencia, como ha afirmado la concejal Julie Menin y los defensores del proyecto de ley, revisemos los hechos y las estadísticas para ver qué panorama pintan. Presentar estas afirmaciones con escasos datos y sin un proceso público dañará significativamente la industria hotelera, perjudicará la economía de Nueva York e impactará negativamente tanto la reputación de la ciudad como su salud fiscal”, concluyó Carey.

El proyecto en resumen

700 hoteles tendrían regulaciones y licencias más estrictas

“El proyecto de ley crearía un sistema de licencias para hoteles en la ciudad de Nueva York que garantizaría que los hoteles cumplan con los estándares básicos de higiene, seguridad pública y seguridad en el lugar de trabajo que ayuden a mitigar la ocurrencia peligrosa y demasiado frecuente de problemas de malos actores que van desde la trata de personas hasta las redes de prostitución infantil, pasando por graves problemas de salud y limpieza y el maltrato de los trabajadores (…) estableciendo un marco de rendición de cuentas cuando los hoteles no cumplan con los estándares esenciales”.

Por Edwin Martínez

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