domingo 24 de noviembre de 2024 10:44 am
Eddy Tolentino

Residentes del pueblo y de aldeas cercanas afirman que la Familia Michoacana está exigiendo la entrega de los líderes del levantamiento como condición para liberar a los secuestrados.

En una aparente represalia por un levantamiento de agricultores en Texcaltitlán, México, que resultó en la muerte de 10 pistoleros del cártel, la Familia Michoacana secuestró a 14 residentes locales, incluidos cuatro niños. Los agricultores, cansados de las extorsiones, se enfrentaron a presuntos pandilleros el 8 de diciembre, resultando en la muerte de cuatro aldeanos.

A pesar de la violencia, los fiscales han clasificado la situación como “legítima defensa”, eximiendo a los agricultores de posibles cargos, según informó Associated Press.

Sin embargo, la represalia no se hizo esperar, y el cártel secuestró a 14 personas, entre ellas cuatro niños de edades comprendidas entre 15 y 14 años.

José Luis Cervantes, fiscal jefe del Estado de México, ha confirmado que no se ha recibido ninguna demanda de rescate hasta el momento.

A pesar de la negación inicial por parte de las autoridades estatales sobre el secuestro, residentes del pueblo y de aldeas cercanas afirman que la Familia Michoacana está exigiendo la entrega de los líderes del levantamiento como condición para liberar a los secuestrados, detalló AP.

Dolor de cabeza para las familias

Este incidente revela una vez más la difícil situación que enfrentan las comunidades mexicanas ante la presión constante de los cárteles de la droga.

La Familia Michoacana, conocida por emboscadas a la policía y la masacre ocurrida en 2022 en Totolapan, Guerrero, ha impuesto su presencia dominante en la región, exigiendo tarifas de extorsión a los agricultores locales y desatando la violencia como respuesta a la resistencia.

El video del enfrentamiento, según AP, muestra a pistoleros con uniformes de estilo militar, algunos con cascos, lo que subraya la naturaleza altamente organizada y peligrosa de los cárteles mexicanos.

El pueblo de Texcaltitlán, ubicado a unos 130 kilómetros al suroeste de la Ciudad de México, se encuentra sumido en la incertidumbre mientras la comunidad espera el desenlace de esta violenta situación.

Este incidente también pone de manifiesto el alcance de las extorsiones de los cárteles, que no dudan en atacar o incendiar propiedades de aquellos que se resisten a pagar.

La persistente violencia del narcotráfico en la región sigue siendo un desafío para las autoridades, que buscan manejar una situación compleja y delicada en medio de la lucha constante por el control territorial entre los cárteles de la droga en México.

Con información de Associated Press.

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