miércoles 4 de diciembre de 2024 9:38 pm
Eddy Tolentino

China endurece las restricciones de exportación de metales estratégicos en respuesta a las medidas de EE.UU.

China ha dado un nuevo paso en la escalada de tensiones comerciales y tecnológicas con Estados Unidos al anunciar este martes que restringirá aún más las exportaciones de metales estratégicos como galio, germanio, antimonio y grafito. Estos materiales son esenciales para la fabricación de semiconductores, baterías y otros componentes de alta tecnología, utilizados tanto en aplicaciones civiles como militares. La medida entra en vigor de inmediato y se produce en un contexto de creciente rivalidad entre las dos mayores economías del mundo.

Un contraataque a las restricciones de EE.UU.

El anuncio de China responde directamente a las recientes medidas de Washington, que impuso nuevas restricciones tecnológicas destinadas a frenar la capacidad de Pekín para desarrollar microchips avanzados. Estas acciones han sido calificadas por el gobierno chino como un “acto de coerción económica”, lo que refleja la creciente tensión en torno al control de tecnologías clave para el futuro industrial y militar.

El Ministerio de Comercio de China indicó en un comunicado que las exportaciones de galio, germanio y antimonio estarán sujetas a una prohibición estricta cuando su uso sea de carácter “dual”, es decir, tanto civil como militar. Además, las exportaciones de grafito, otro recurso clave en la fabricación de baterías, estarán bajo un régimen de control aún más riguroso.

“Protección de intereses nacionales”

China justificó la medida argumentando que es necesaria para proteger su seguridad nacional y cumplir con compromisos internacionales en materia de no proliferación. “Cualquier organización o individuo que viole estas disposiciones al transferir o proporcionar materiales de doble uso a Estados Unidos será responsable según la ley”, advirtió el Ministerio.

El portavoz del Ministerio criticó a Estados Unidos por “politizar” el comercio y utilizar conceptos de seguridad nacional como herramienta para restringir productos estratégicos, afectando no solo a las empresas chinas, sino también a la estabilidad global de las cadenas industriales y de suministro.

Antecedentes de restricciones

Esta decisión forma parte de una serie de medidas similares adoptadas por China en los últimos meses para reforzar su control sobre los recursos estratégicos. En julio, Pekín ya había anunciado restricciones generales a la exportación de galio y germanio, elementos indispensables para la fabricación de semiconductores, una industria que se encuentra en el centro de la disputa tecnológica entre ambas potencias.

Posteriormente, en agosto, China amplió las restricciones al antimonio, un metal crucial para sectores como la fabricación de baterías y retardantes de llama. En octubre, ajustó sus políticas relacionadas con la exportación de productos derivados del grafito, consolidando aún más su posición como líder global en la producción de este material.

China domina actualmente el mercado mundial de estos recursos: produce más del 95 % del galio y el 67 % del germanio, además de ser el mayor productor y exportador de grafito. Esto le otorga una posición estratégica en las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores clave como la tecnología y la energía renovable.

El impacto global

Estas restricciones no solo afectan a Estados Unidos, sino que también tienen repercusiones en la industria tecnológica mundial. Las tensiones comerciales están intensificando la competencia por asegurar cadenas de suministro independientes y confiables en metales estratégicos, impulsando a otras naciones a buscar alternativas para reducir su dependencia de China.

Mientras tanto, el conflicto entre ambas potencias sigue escalando, con China utilizando su dominio en el mercado de metales críticos como una herramienta de presión contra las restricciones impuestas por Estados Unidos. Este enfrentamiento no muestra signos de resolución en el corto plazo, lo que podría tener implicaciones de largo alcance para la economía global y la industria tecnológica.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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