Dos profesores de Economía del Comportamiento de la Universidad de Tasmania, Swee-Hoon Chuah y Robert Hoffman, han compartido una serie de técnicas basadas en la psicología que pueden ser útiles para mantener la disciplina en el nuevo año y cumplir con los propósitos de Año Nuevo. Aunque se estima que solo una cuarta parte de las personas logran cumplir sus metas, las ventas de productos relacionados con el ejercicio, como ropa y equipos deportivos, siguen aumentando cada enero. Este fenómeno refleja la esperanza colectiva de cambiar los hábitos, pero la falta de una guía adecuada puede hacer que los esfuerzos para adoptar un estilo de vida más saludable o ahorrar dinero se conviertan en un ciclo repetitivo sin resultados concretos. Afortunadamente, la ciencia del comportamiento humano tiene algo que ofrecer para facilitar la tarea.
Chuah y Hoffman sugieren que la clave para lograr los propósitos no radica en un simple “truco de magia”, sino en un proceso de disciplina y autorregulación. A través de una serie de enfoques que clarifican el camino, las personas pueden hacer que sus esfuerzos se vuelvan más tangibles y efectivamente conseguir los resultados que desean.
El problema principal que enfrentan muchas personas al tratar de cambiar sus hábitos es la falta de autorregulación. Muchos de los comportamientos perjudiciales, como comer en exceso, fumar, o gastar de manera irresponsable, son el resultado de la incapacidad de regular el propio comportamiento. La solución que ofrecen muchos métodos en línea, como el coaching, es simplemente “dejar de hacerlo”. Sin embargo, los expertos saben que no es tan sencillo como decretarlo. Para que una persona logre autorregularse, debe entender las razones que subyacen a sus acciones, las cuales a menudo son inconscientes.
La psicología de la autorregulación, según los investigadores, se basa en dos principios fundamentales. El primero es el monitoreo del comportamiento, es decir, estar atentos a las acciones que se están tomando y a los momentos en los que se desvían de las condiciones establecidas para alcanzar las metas. Por ejemplo, si el objetivo es perder peso, se debe estar consciente cuando se consume un alimento poco saludable, que aunque la mente pueda intentar olvidar, está presente como un obstáculo. La segunda clave es la corrección de los errores. Una vez que se detecta un comportamiento que impide alcanzar una meta, es crucial entender qué llevó a esa acción y corregirla en el futuro. El seguimiento de estos comportamientos en un diario podría ser una herramienta efectiva para mantenerse en el camino correcto durante 2025.
Además de estas herramientas de autorregulación, los profesores sugieren “hackear el cerebro” para hacer las decisiones más fáciles y naturales. Todos sabemos que cambiar los hábitos o adoptar nuevos comportamientos supone un esfuerzo, especialmente cuando se trata de decisiones difíciles. En momentos clave, cuando se enfrenta la opción de actuar o no, las personas suelen optar por la opción que implique menos esfuerzo. Para contrarrestar esto, los investigadores proponen utilizar ciertos “trucos” psicológicos que aprovechan las fallas naturales del cerebro humano.
Un ejemplo de esto es la “falacia del costo hundido”, que es un fenómeno mental en el que las personas se sienten obligadas a seguir adelante con un proyecto porque ya han invertido tiempo, dinero o esfuerzo en él. Aunque este fenómeno generalmente tiene una connotación negativa, los expertos proponen usarlo a favor de los objetivos personales. Por ejemplo, si se compran productos de ejercicio y se organiza un horario para entrenar, la inversión inicial puede ayudar a que la persona se sienta más obligada a cumplir con su rutina, incluso si no tiene muchas ganas.
Otra técnica mencionada es el “Fenómeno Pelotón”, que explica cómo es más fácil realizar una actividad cuando se cuenta con el apoyo de una comunidad o cuando existe un sentido de competencia. Esto puede hacer que las personas se comprometan más con sus objetivos, al ver que otros están haciendo lo mismo. Además, los investigadores proponen la “Agrupación de Tentaciones”, que consiste en combinar una actividad deseada con una que se necesita hacer. Por ejemplo, si alguien no disfruta mucho hacer ejercicio, puede hacerlo mientras escucha su podcast favorito o ve una serie. Esta técnica se basa en el “Principio de Premack”, que establece que los comportamientos más probables o agradables pueden reforzar aquellos menos probables.
Finalmente, los expertos concluyen que el comienzo del año es una excelente oportunidad para introducir cambios significativos en la vida. Sin embargo, para que esos cambios perduren, es necesario contar con estrategias simples y efectivas que ayuden a cumplir los propósitos. Cambiar de hábitos y alcanzar metas no es un proceso fácil, pero con las herramientas adecuadas, se puede hacer mucho más llevadero y exitoso.