Silfredo Castillo Martínez, dueño de una guarder+ia en el Bronx, obligó a una niña de 11 años a tener actos sexuales y tenía aproximadamente 9,800 imágenes de pornografía infantil.
Silfredo Castillo Martínez, propietario de una guardería en el Bronx, ha sido condenado a 25 años de prisión por la producción de pornografía infantil y el abuso de una menor que estaba bajo su cuidado. La sentencia fue dictada por el juez de distrito estadounidense Paul A. Engelmayer después de que Castillo Martínez se declarara culpable el 21 de marzo de 2024.
Damian Williams, Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York, afirmó: “Silfredo Castillo Martínez aprovechó la confianza depositada en él como proveedor de guardería al abusar sexualmente de uno de los niños menores bajo su cuidado y registrar ese abuso”.
“Esta larga sentencia de prisión responsabiliza a Castillo Martínez por sus horribles crímenes y el extraordinario daño y trauma que causó”, añadió Williams, según un comunicado del Departamento de Justicia del Distrito Sur de Nueva York.
Según las alegaciones presentadas en la Información Sustitutiva y la Denuncia, Castillo Martínez operó una guardería infantil en su residencia desde julio de 2015 hasta mayo de 2022. Entre mayo y julio de 2018, indujo a una niña de 11 años, identificada como “Víctima Menor-1”, a participar en actos sexuales explícitos que grabó con su teléfono celular y una cámara.
El 3 de mayo de 2022, las autoridades ejecutaron una orden de allanamiento en la residencia de Castillo Martínez, incautando varios dispositivos electrónicos. Estos dispositivos contenían múltiples imágenes y videos de pornografía infantil, incluyendo material explícito de la Víctima Menor-1 y aproximadamente 9,800 imágenes adicionales de contenido similar.
Además de su condena a prisión, Castillo Martínez, de 34 años, fue sentenciado a libertad supervisada de por vida, reflejando la gravedad de sus crímenes y la necesidad de una vigilancia continua para proteger a la comunidad.
El Fiscal Federal Williams elogió el trabajo de investigación realizado por el Grupo de Trabajo sobre Crímenes contra Niños en Internet del Servicio Secreto de EE. UU., la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York.
También agradeció la colaboración de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado del Bronx, cuyo apoyo fue crucial para la resolución del caso, según el comunicado.
Por Raúl Castillo
