martes 24 de diciembre de 2024 3:52 pm
Eddy Tolentino

Es esencial para la salud de la piel, huesos y articulaciones. Los detalles del nutriente muy fácil de incorporar a través de la dieta cotidiana.

Aunque el colágeno suele asociarse con la estética y la belleza, su relevancia en el organismo va mucho más allá.

Esta proteína, que constituye cerca del 30% del total en el cuerpo humano, es fundamental para el mantenimiento estructural de la piel, músculos, tendones, ligamentos y huesos.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el colágeno es clave en la formación de tejidos conectivos y en la cicatrización de heridas, además de desempeñar un papel esencial en la reparación y mantenimiento de los cartílagos y vasos sanguíneos.

Por qué es importante el colágeno en el organismo

El colágeno es indispensable para la integridad física del cuerpo. Según explicó a Infobae la médica dermatóloga Lilian Demarchi, esta proteína “es responsable de dar estructura, firmeza y flexibilidad al cuerpo, ya que forma parte de estructuras como tejido conectivo, piel, articulaciones, huesos y tendones”.

La pérdida de colágeno, un proceso natural asociado al envejecimiento, puede derivar en arrugas, menor elasticidad de la piel, pérdida de masa muscular y mayor vulnerabilidad a fracturas y lesiones articulares.

Cuál es la mejor vitamina para producir colágeno

La vitamina C es fundamental para la síntesis de colágeno. Según la Clínica Mayo, este nutriente permite que las enzimas del cuerpo unan los aminoácidos necesarios para formar colágeno y también actúa como antioxidante, protegiendo a las células productoras de colágeno de los efectos de los radicales libres.

En palabras del dermatólogo Lucas Ponti, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, “la vitamina C incrementa la síntesis de colágeno y elastina para lograr una piel más firme y elástica”. Además, su uso tópico y oral es esencial para combatir los daños causados por la radiación solar y la contaminación ambiental.

Qué alimentos son ricos en vitamina C

Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), las frutas y verduras son las principales fuentes de vitamina C. Entre los alimentos más ricos en este nutriente se encuentran:

Frutas cítricas: naranjas, pomelos, limones y mandarinas.

Frutas tropicales: mango, papaya y kiwi.

Frutos rojos: frutillas, arándanos y cerezas.

Verduras: pimientos rojos y verdes, brócoli, coliflor, espinaca, kale y repollo.

Medline Plus, el sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, destaca, además, que los alimentos frescos y crudos son la mejor fuente de vitamina C, ya que cocinar o almacenar estos alimentos por períodos prolongados puede reducir significativamente su contenido de esta vitamina.

Qué pasa si no consumo suficiente vitamina C

La falta de vitamina C afecta directamente la producción de colágeno y provoca múltiples complicaciones de salud. Según la Clínica Mayo, la deficiencia severa puede conducir al desarrollo de escorbuto, una enfermedad que causa anemia, sangrado de encías, debilidad muscular y mala cicatrización de heridas.

Además, Medline Plus señala otros síntomas, como piel seca y descamada, dolor en las articulaciones, cabello quebradizo y mayor susceptibilidad a infecciones.

Cuánta vitamina C hay que consumir por día

Los NIH recomiendan una ingesta diaria de vitamina C de:

90 miligramos para hombres adultos.

75 miligramos para mujeres adultas.

Cantidades ligeramente mayores para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Para obtener estos niveles, es crucial mantener una dieta balanceada que incluya frutas y verduras frescas. Si no es posible alcanzar estas cantidades a través de los alimentos, los suplementos de vitamina C pueden ser útiles, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.

En resumen, garantizar una ingesta adecuada de vitamina C es esencial para mantener la producción de colágeno y, con ello, la salud y funcionalidad de los tejidos conectivos. Como subraya la Clínica Mayo, aunque la dieta suele ser suficiente para cubrir las necesidades de esta vitamina, su incorporación en el cuidado de la piel a través de productos tópicos o tratamientos dermatológicos también puede ofrecer importantes beneficios.

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