viernes 22 de noviembre de 2024 10:56 pm
Eddy Tolentino

La nación andina cierra este 2023 siendo el país más violento de América Latina, una situación aterrante para miles de inmigrantes, quienes a pesar del anhelo del abrazo familiar en estas fechas, prefieren esperar tiempos mejores. Una realidad que explica, en parte, la crisis migratoria de la Gran Manzana.

Si hace un par de años algún inmigrante de la inmensa diáspora ecuatoriana en Nueva York deseaba ir a su país para celebrar las fiestas de Navidad y Año Nuevo con sus familiares, debía reservar sus vuelos con muchos meses de antelación. En este 2023, inclusive hasta el 21 de diciembre, algunas líneas aéreas tenían asientos disponibles para destinos como Quito, Guayaquil y Cuenca.

“Obviamente son pasajes muy caros, pero se consiguen. Hace un par de años era inclusive un chiste que pretendieras planificar un viaje a Ecuador, desde aquí, ya adentrando el mes de diciembre. Todo estaba reservado. Inclusive con listas de espera”, comentó una agente de viajes de Queens.

En efecto, en la variedad de plataformas digitales para comprar boletos en línea, hasta esta semana no era complicado conseguir un cupo a este destino, desde los aeropuertos de la Gran Manzana y Nueva Jersey.

La razón de esta merma en los viajes navideños de esta comunidad pareciera ser evidente: El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado confirma que Ecuador cierra el 2023 siendo el tercer país con más asesinatos en el hemisferio occidental y el más violento de América Latina. Superando de esta manera un sitial que ocupaba por muchos años Venezuela.

Las anécdotas de inmigrantes que han viajado recientemente y traen historias de extorsión, asaltos, y secuestros exprés, que además han protagonizado como víctimas, siguen corriendo como pólvora en vecindarios de Jackson Heights y Corona.

Por ello, muchos como el comerciante Manuel Manyes prefirió posponer nuevamente un vuelo programado desde hace muchos meses, porque las noticias sobre la inseguridad causada por las mafias del narcotráfico, no paran de correr y atemorizar a sus connacionales.

“Es algo general. Con quien converso tiene una historia distinta de lo que le pasó en el país. Tenemos un nuevo gobierno. Hay un cambio de Presidente, pero los resultados son imposibles verlos pronto. Quizás pasarán años para volvernos a sentir como un país seguro. Yo siempre viajaba en Navidad. Ahora no se puede”, compartió.

“Tus familiares te meten miedo”

El “temor” que exterioriza Manuel es recurrente. Para muchas familias ecuatorianas arraigadas en la Gran Manzana, desde hace décadas, el trabajo duro de todo el año era “coronado” con unas Pascuas en su tierra. Especialmente para aquellos que esperaron largo tiempo para regularizar su situación migratoria para poder volver.

Tal es el testimonio del trabajador de la construcción, Miguel Pazmiño, de 45 años, quien hoy recuerda que transcurrieron 18 años sin poder regresar a su natal Pedernales. Ahora tiene su tarjeta verde. Tiene recursos para comprar su boleto. Y unas ganas enormes de vivir las tradiciones de la Navidad en su pueblo, pero los vientos de una violencia sangrienta lo obligaron a poner en “lista de espera” su deseo.

“Se trabaja duro con la esperanza de volver y celebrar las navidades en familia, lejos del frío. Por fin lo logré justamente en el 2019, antes de la pandemia. Ahora que podría volver, prefiero quedarme aquí. Inclusive tus mismos familiares te meten miedo”, contó Miguel.

Este año que termina fue de mucha conmoción para la diáspora ecuatoriana, que vio como en solo meses asesinaron a personajes de alto perfil, como un alcalde en ejercicio y a un candidato presidencial. En paralelo, centenares de muertos se suelen contar día a día..

Además, las informaciones recientes de robos y secuestros de personas que viajaron desde Nueva York son muy recurrentes.

En este sentido, el fundador de la Alianza Ecuatoriana Internacional de Nueva York, Walter Sinche, derivado de conversaciones diarias con sus paisanos, concluye que el miedo es el denominador común para comunidades ya asentadas, que estaban acostumbradas a ir por festividades como Navidad o Carnavales. Pero que últimamente han regresado con experiencias, historias e incidencias de “pesadilla”.

“Por solo citarte un ejemplo. Apenas unos días organizaciones de caridad fueron a llevar unos juguetes y terminaron robados. Las personas que viajan lo están haciendo con muy bajo perfil, sin publicar nada en las redes. Es peligroso que des muestras de que vives en Estados Unidos. Eso es suficiente allá para convertirte en una víctima del crimen organizado“, explicó.

En contraparte, la opinión del inmigrante quiteño, Luis Durazno, quien vive en Corona desde hace 10 años, es que muchos de sus connacionales viajan ofreciendo antes de su arribo muchos detalles en las redes sociales. A su criterio las mafias hacen seguimiento a estos movimientos.

“¡Por favor! no se puede hacer esa propaganda tan negativa de que a mi país no se puede viajar. Simplemente hay que hacerlo sin aparentar, sin llamar la atención, como cualquier turista. Sé que hay problemas. Que hay muchas mafias. Pero lo importante es hacerlo en este momento, sin llamar la atención. No se puede dejar de visitar a la familia que dejamos atrás“, remató.

“Mando mis regalos”

Aunque el trabajo en las agencias de viajes por la expansión del negocio digital, se ha reducido al mínimo en la ciudad de Nueva York, quienes empezaron a tener en esta temporada significativamente “más carga”, fueron las empresas de envío de paquetes y de remesas, que cruzan las calles de la Avenida Roosevelt, en Queens, uno de los centros neurálgicos de la inmigración latinoamericana en la Gran Manzana.

“Ya que no puedo viajar, mando los regalos a mis padres por carga. Me dijeron que no llegaban a tiempo para Navidad, pero bueno, va en camino. Llegará en enero. Me dijeron que mis cajas llegan en doce días hábiles”, comentó el joven José Castillo, quien acababa de salir de la empresa de envíos TransEcuacarga Express, una de las tantas que ofrece servicios de envíos de paquetería. Y que en estas semanas, han estado más demandadas que nunca.

José como muchos jóvenes, vino huyendo hace un año de la región de Los Ríos. Está viviendo como él mismo narra, un proceso de “trabajo duro y con muchas complicaciones”, aunque agradecido de estar en un sitio de más oportunidades que “lo alejaron de las pandillas”.

Y es que el año que termina también muestra otra estadística: La cifra más elevada de ecuatorianos encontrados o detenidos en frontera desde 2020, en contraste, representa un incremento del 371% en comparación con el periodo 2022.

Después de los venezolanos que ocupan el 40% del grupo de habla hispana de los recién llegados a la Gran Manzana, en medio de la crisis migratoria que estalló en la primavera de 2022, en segundo lugar se encuentran las familias y hombres solteros provenientes de Ecuador.

Finalmente, la oleada de violencia que azota al país latinoamericano explica en gran parte la crisis migratoria y humanitaria que enfrenta Nueva York, con el arribo de más de 150,000 personas en los últimos 18 meses, y también el desánimo de ecuatorianos ya estables legal y económicamente en Estados Unidos, para quienes ir de vacaciones no representa una opción segura.

En paralelo, muchos de los venezolanos que han llegado en los últimos meses pidiendo albergue en Nueva York, son ‘re inmigrantes’ de Ecuador. Desde hace 10 años, esa nación andina agobiada actualmente por la criminalidad de los carteles de la droga, había sido receptora de miles de venezolanos, de los cuales aproximadamente 110,000 la abandonaron este 2023. Muchos de ellos, luego emprendieron el camino hacia Estados Unidos.

Las cifras del “miedo”:

7,528 asesinatos se perpetraron en Ecuador entre el 1 de enero y el 5 de diciembre de este 2023, muchos de los cuales según fuentes oficiales se producen por la disputa entre bandas de delincuencia organizada vinculadas con el narcotráfico de Colombia, México y Venezuela.

42,8 por cada 100,000 habitantes era la tasa de homicidios en Ecuador hasta septiembre, mientras que la de Venezuela era de más de 40,8, seguido por Honduras, con 35,1.

60% fue el incremento de las muertes violentas este año que termina con respecto al año 2022. En números redondos se confirmaron oficialmente 2,600 más asesinatos.

23 y 24 muertos por día y cada hora una persona perdió la vida por la violencia, según cifras de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior de Ecuador.

Por Fernando Martínez

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