El bitcoin alcanzó un nuevo récord este domingo, superando los US$ 80,000, en una tendencia de crecimiento que ha coincidido con el clima político en Estados Unidos, particularmente en torno a las elecciones presidenciales del martes. La criptomoneda más grande del mundo experimentó un alza significativa la noche de la elección, cuando la reelección de Donald Trump se perfilaba como una posibilidad tangible, y esta trayectoria ascendente ha continuado desde su victoria, afianzándose en el optimismo de los inversionistas de este sector.
Durante 2024, el valor de bitcoin ha experimentado un aumento de 80%, superando considerablemente el ya notable rendimiento de 25.7% del S&P 500 en el mismo periodo. Después de alcanzar brevemente los US$ 80,000, el bitcoin retrocedió ligeramente y se cotizaba justo por debajo de esta cifra el domingo a media mañana. Los analistas creen que la perspectiva de un gobierno de Trump, con una política más favorable hacia las criptomonedas, ha incentivado la demanda y la confianza de los inversores en este mercado.
Una de las razones que explican este auge en bitcoin es el reciente cambio de postura de Trump hacia las criptomonedas. Aunque en el pasado fue crítico, refiriéndose a ellas como algo “basado en el aire”, en los últimos meses ha adoptado una actitud favorable hacia la industria. En septiembre, Trump y sus hijos anunciaron la creación de World Liberty Financial, un nuevo negocio de criptomonedas, lo cual representa una transición importante en su relación con este sector. Durante la presentación de la empresa, Trump elogió el potencial de las criptomonedas, describiéndolas como “muy jóvenes y con gran crecimiento”.
En contraste, la administración de Joe Biden ha mantenido una postura mucho más cautelosa y reguladora frente a las criptomonedas. Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), expresó en 2021 que las criptomonedas eran un espacio “lleno de fraudes, estafas y abusos”. Desde entonces, Gensler y la SEC han emprendido acciones para regular la industria, incluida la presentación de demandas contra varias empresas de criptomonedas. Además, han colaborado con otros organismos como el Departamento de Justicia para perseguir casos de fraude, incluyendo el caso de alto perfil contra Sam Bankman-Fried, CEO de FTX.
La administración de Gensler ha tardado en aprobar productos como el fondo cotizado en bolsa de bitcoin, aunque finalmente lo hizo, permitiendo a los inversionistas acceder a bitcoin en sus cuentas de jubilación. La noticia de este fondo impulsó temporalmente los precios de las criptomonedas, especialmente después de que la cuenta de Gensler en X fue hackeada en enero, publicando falsamente que el fondo estaba abierto para negocios. Este incidente provocó un alza momentánea en el mercado de criptomonedas, reflejando la volatilidad y la sensibilidad del sector a los anuncios regulatorios.
Por su parte, Trump ha hablado sobre las criptomonedas como un pilar del futuro económico de Estados Unidos, sugiriendo incluso la creación de una reserva estratégica nacional de bitcoin, en una visión similar a la reserva estratégica de petróleo. En agosto, destacó la importancia de “minar y acuñar” criptomonedas en territorio estadounidense, en línea con su propuesta de fortalecer la economía digital del país.
El creciente interés en criptomonedas también ha sido impulsado por figuras prominentes como Elon Musk, ferviente partidario de Trump y defensor de las criptomonedas. Dogecoin, una de las criptomonedas favoritas de Musk, ha experimentado un alza significativa de más del 20% este domingo y ha mantenido una tendencia positiva a lo largo de la última semana, destacando la influencia que algunos empresarios pueden tener en este mercado emergente.
Esta serie de eventos refleja una confluencia entre política, regulación e inversión en el mercado de criptomonedas, donde las decisiones y declaraciones de los líderes pueden tener un impacto considerable en su desarrollo. La continua expansión del bitcoin y otras monedas digitales sugiere una transición hacia una mayor aceptación, especialmente si se implementan políticas que incentiven su crecimiento en Estados Unidos.
Por: Francisco Nuñez, franciscoeditordigital@gmail.com