lunes 25 de noviembre de 2024 9:07 am
Eddy Tolentino

El decisivo juego de este viernes, que podría marcar el paso a las semifinales de la selección caribeña, enciende emociones, pero también llamados a evitar que se desborden ánimos que eventualmente terminen en violencia.

La población venezolana en Nueva York ha crecido en los últimos tres años en un 1,000%. Ese hecho inyecta una nueva adrenalina a las calles de la Gran Manzana, en medio de la ilusión que despierta que el seleccionado Vinotinto, avanzó a los Cuartos de Final de la Copa América, luego de mantenerse invicto frente a Ecuador, México y Jamaica.

Previo al decisivo partido de este viernes entre Venezuela y Canadá, en donde los sudamericanos aspiran avanzar a las semifinales, en los puestos formales y ambulantes de camisetas distintivas de las selecciones, se agotaron las Vinotinto. Solo había disponibles las blancas, que constituyen el segundo uniforme.

“Son las que más se han vendido esta semana. De hecho, las de otro color, se agotaron muy rápido”, comentó una vendedora en la transitada Avenida Roosevelt de Queens, uno de los escenarios de la algarabía futbolística más importantes de Nueva York.

Más allá de la pasión deportiva, mientras que este equipo avanzaba en su racha de tres victorias perfectas, dejando en la cancha a los mexicanos y ecuatorianos, equipos con una fanaticada inmensa en las calles de Jackson Heights y Corona, en paralelo, algunos relatan confrontaciones que cruzaron los límites de los memes y bromas en las redes sociales.

El dueño de un restaurante en la calle 78, contó a El Diario que fue testigo de cómo una celebración por un tema deportivo, casi termina en tragedia en su local, el día en que Venezuela venció a México.

“Se ofendieron unos a otros, se tiraron cosas, casi se van a las manos, una cosa es la emoción por un deporte y otra el salvajismo”, refirió.

“Vamos a ganar”

En la ‘Roosevelt’, en donde las arepas, empanadas y tequeños venezolanos se encuentran ahora en cada esquina, algunos de estos comerciantes se preparan para posiblemente saborear el triunfo que significa su avance hacia las semifinales. De ser así, los “chamos” estarían más cerca de la posibilidad de levantar por primera vez en la historia la copa de la Conmebol.

“Llegamos a este torneo siendo la Cenicienta, nadie creía en nosotros porque nos veían como un equipo menor. Nos subestimaron y humillaron antes de salir a jugar. Hemos demostrado que estamos a la par de los grandes. Nosotros necesitamos celebrar por lo menos esta alegría. Hemos sido un país que ha sufrido mucho. Y la verdad, hemos celebrado con humildad”, expresó el migrante venezolano Mauricio José, mientras trabajaba en su puesto de empanadas.

El conjunto dirigido por el argentino Fernando Batista, ha logrado por primera vez ganar los tres partidos en este torneo, desde su debut en 1967.

Asimismo, el también comerciante venezolano, Javier Ortíz quien mostraba ufano su gorra Vinotinto, destaca que no tiene la menor duda, que su equipo ganará este viernes a Canadá.

“Tenemos un equipo con mucha más formación, que ya tiene su preparación de años. Esto no ha sido de la noche a la mañana. Por supuesto que vamos a avanzar. Quien sabe de fútbol, tiene que reconocer la calidad de estos jugadores”, destacó el migrante.

Cuidado con los excesos

Fue a principios del 2.000, cuando la Vinotinto empezó a sonar en Suramérica y sus hinchas aparecieron en las calles de Nueva York este año. Nunca han participado en la Copa Mundial, pero ahora no solo están bien encaminados a la cita del 2026, sino que están entre las ocho mejores selecciones del continente.

Por esta misma razón, para el paisaje de fanáticos futbolísticos de Nueva York, con larga tradición en encuentros mundialistas como México, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Argentina el ascenso de la selección caribeña, ha sido vista con asombro y admiración.

Aunque otros también han cuestionado el “alto tono” de las celebraciones protagonizadas por los nuevos hinchas, que en general, también son nuevos migrantes.

“Nosotros no tenemos la culpa que un periodista mexicano haya dado su punto de vista sobre esa selección. Cuando el domingo le ganaron a Jamaica, un grupo de chamacos armaron una fiesta aquí en la ‘Rooselvelt’, gritando vulgaridades en contra de nosotros los mexicanos y los ecuatorianos. Yo entiendo la alegría. Pero no hay razón para llegar a ese límite”, cuestionó un bartender de un restaurante en Jackson Heights.

En este sentido, la venezolana Adriana Malavé creadora de la plataforma Venezolanos en Nueva York hizo un llamado a sus connacionales a entender que en este país y esta ciudad, existen normas de convivencia ciudadana, que se deben cumplir, porque si no pueden traer consecuencias civiles.

“Siempre recalcamos a los recién llegados que eviten a toda costa tener problemas aunque sea pequeños con la autoridad, porque aquí las leyes se tienen que cumplir. En medio de la alegría de una celebración, no se pueden dejar al lado normas de convivencia“, subrayó.

Hay que recordar…

Las reglas de convivencia ciudadana y calidad de vida de la Ciudad de Nueva York establecen que el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) puede emitir multas o citaciones civiles por orinarse, beber alcohol, tirar basura, hacer ruido excesivo y por la violación a las reglas en los parques públicos.

Por Fernando Martínez

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