Crisis humanitaria en Nueva York: violencia doméstica y la falta de vivienda asequible
La ciudad de Nueva York enfrenta una de las crisis humanitarias más profundas de su historia, reflejada en la falta de vivienda asequible y en el incremento de casos de violencia doméstica, particularmente entre mujeres de color que representan más del 97% de las víctimas. Estas mujeres, muchas de ellas con niños, se ven obligadas a abandonar sus hogares debido al abuso físico, emocional o psicológico, y a la constante amenaza de ser asesinadas. En este grupo vulnerable, las mujeres de origen hispano conforman un 33% de las afectadas, según reportes recientes.
La lucha por encontrar un refugio estable puede durar meses o incluso años. Muchas de estas familias rotan entre distintos refugios debido a la imposibilidad de alquilar un apartamento. Este contexto llevó al Concejo Municipal a proponer la legislación 1070-A, impulsada por la concejal Diana Ayala. Esta iniciativa busca mejorar el seguimiento de las familias que abandonan refugios especiales para víctimas de violencia doméstica, con el fin de proporcionar datos más completos que permitan optimizar programas como los vales de vivienda (CityFHEPS) y facilitar la transición a viviendas permanentes.
Una medida urgente y necesaria
La legislación propuesta exige que se detallen los movimientos de las familias que dejan los refugios de nivel II, centros que ofrecen servicios adicionales como capacitación laboral y cuidado infantil. El objetivo es identificar los obstáculos que enfrentan estas personas en su camino hacia la estabilidad, ayudando a prevenir que terminen en situaciones más vulnerables.
El sistema actual no logra atender eficazmente las necesidades de los sobrevivientes. En 2023, 412 sobrevivientes con hijos se vieron obligados a solicitar refugio municipal al no encontrar un lugar seguro en albergues de nivel II. A esto se suma que muchos de los refugios municipales imponen requisitos estrictos que complican aún más el acceso a estos espacios.
En respuesta a esta problemática, la administración del alcalde Eric Adams eliminó en 2022 una política que requería que las familias permanecieran en un refugio durante al menos 90 días antes de ser elegibles para vales de vivienda. A pesar de estos esfuerzos, las cifras muestran que la cantidad de familias que ingresan al sistema de refugios supera ampliamente a las que logran encontrar una vivienda permanente.
Impacto en niños y familias
El panorama para las familias afectadas por violencia doméstica es sombrío. En el año fiscal 2023, 10,842 sobrevivientes buscaron refugio en instalaciones específicas para víctimas de este tipo de violencia, un aumento significativo en comparación con años anteriores. Sin embargo, más de la mitad de las familias tuvieron que mudarse a otro refugio al alcanzar el límite de 180 días impuesto por el estado, lo que perpetúa un ciclo de inestabilidad.
Los niños son las principales víctimas de esta crisis. Según un informe del Comité de Ciudadanos para los Niños de Nueva York, el 16% de las familias que abandonaron un refugio sin un subsidio de vivienda regresaron a los albergues en menos de un año. En contraste, solo el 1% de las familias con subsidios logró mantener una estabilidad duradera.
Cifras alarmantes
La violencia doméstica en Nueva York sigue aumentando, y sus efectos son devastadores:
• Cada seis minutos, una línea directa de violencia doméstica recibe una llamada de emergencia.
• Un informe policial sobre violencia doméstica se genera cada dos minutos.
• Entre 2021 y 2022, los homicidios relacionados con violencia intrafamiliar aumentaron un 31%, a pesar de una reducción general en los delitos violentos.
Además del impacto psicológico, las víctimas de violencia doméstica enfrentan un riesgo 31% mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares y un 51% más de probabilidades de padecer diabetes tipo 2, según un estudio de New Destiny Housing.
Un problema sistémico
La falta de vivienda permanente no es solo un problema de recursos, sino también de prioridades políticas y sociales. Los sobrevivientes de violencia doméstica, especialmente las mujeres de color, enfrentan un sistema que no siempre ofrece soluciones efectivas. Mientras el Concejo Municipal busca herramientas para atender esta crisis, queda claro que se necesita un enfoque integral que incluya más recursos, programas de subsidio y un compromiso renovado para proteger a las familias vulnerables en la ciudad de Nueva York.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com