domingo 22 de diciembre de 2024 7:15 pm
Eddy Tolentino

Nueva York anuncia cierre de albergues para migrantes, incluido el Floyd Bennett Field

En un esfuerzo por reducir costos y optimizar recursos, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó que la ciudad cerrará 25 refugios para migrantes en los próximos dos meses. Esta medida, que incluye el emblemático centro de emergencias Floyd Bennett Field en Brooklyn, responde a la necesidad de ahorrar aproximadamente 2,3 mil millones de dólares, en un contexto de disminución significativa en la llegada de migrantes.

Cierre del Floyd Bennett Field y otros refugios

El Floyd Bennett Field, un antiguo aeródromo que actualmente alberga a unas 2.000 personas, cerrará sus puertas el 15 de enero de 2025. Este centro es uno de los más grandes dentro del sistema de albergues temporales implementado por la ciudad durante el auge migratorio. En su punto más alto, en enero pasado, más de 70.000 migrantes fueron alojados en unas 200 instalaciones temporales. Sin embargo, este número ha disminuido a unos 55.000 migrantes debido a una reducción constante en las llegadas.

Durante la primera semana de diciembre, solo se registraron 500 nuevos migrantes, una cifra muy inferior al pico de 3.450 personas por semana alcanzado a principios de año. Esta tendencia ha permitido a la ciudad comenzar a consolidar sus operaciones, según explicó el alcalde.

“Gestión eficiente” según Eric Adams

Adams defendió esta decisión como parte de un manejo responsable de la crisis migratoria. “Hemos dado un giro gracias a nuestras estrategias inteligentes de administración. El cierre de estos refugios demuestra que estamos enfrentando esta crisis mejor que cualquier otra ciudad del país”, señaló en un comunicado. El plan también contempla consolidar albergues y reducir los costos operativos asociados con la atención a los migrantes.

Contexto nacional e inquietudes por la política migratoria

El cierre de refugios en Nueva York ocurre en medio de un panorama político tenso. Con Donald Trump próximo a asumir nuevamente la presidencia el 20 de enero, las promesas de deportaciones masivas han generado incertidumbre entre las comunidades migrantes. La ubicación del Floyd Bennett Field en terrenos federales había despertado temores de redadas, aunque el gobierno local no abordó estas preocupaciones en su anuncio, atribuyendo la decisión exclusivamente a razones presupuestarias.

Otras ciudades de Estados Unidos, como Denver y Chicago, también han cerrado albergues debido al descenso en las llegadas de migrantes. En Denver, los últimos refugios cerraron en octubre tras haber atendido a hasta 5.000 personas a inicios de año. En Chicago, solo quedan 2.700 migrantes en refugios, una caída significativa respecto a los 15.000 del año pasado. Estas reducciones están vinculadas a las restricciones migratorias implementadas por la administración de Joe Biden en junio.

Reacciones encontradas

Organizaciones como Legal Aid Society y Coalition for the Homeless aplaudieron el cierre del Floyd Bennett Field, calificándolo como “inadecuado” debido a su aislamiento y vulnerabilidad a inundaciones. Sin embargo, también advirtieron sobre el impacto que las reubicaciones pueden tener en las familias, especialmente aquellas que reciben notificaciones de desalojo con tan solo 30 o 60 días de antelación.

Por otro lado, activistas y defensores de migrantes han expresado su preocupación por los posibles riesgos asociados con estas medidas. Mariama Barry, una migrante de Guinea que vive en el Floyd Bennett Field con sus dos hijos, expresó su inquietud sobre el futuro. “Hemos venido aquí escapando de la violencia y buscando un lugar seguro, pero ahora tememos nuevamente por nuestra estabilidad”, comentó.

Un balance difícil para Nueva York

A pesar de la disminución en la llegada de migrantes, Nueva York enfrenta un reto complejo: equilibrar la necesidad de optimizar recursos con el deber de proteger los derechos y la dignidad de los solicitantes de asilo. Aunque Adams ha destacado los logros financieros de su gestión, las críticas sobre las condiciones de algunos refugios y los impactos humanitarios de las reubicaciones continúan generando un intenso debate.

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