A dos días del partido del viernes ante Países Bajos en Leipzig, y casi dos jornadas después de la fractura de nariz sufrida el lunes contra Austria, sigue en duda la participación del francés Kylian Mbappé en el próximo encuentro. Este miércoles trabajó diferenciado con una férula pequeña en la zona dañada, sin máscara, con piques e incluso con tiros al arco.

Nada intenso, nada de juego con contacto, aún para el capitán y figura de la selección dirigida por Didier Deschamps, con quien también conversó durante unos minutos sobre el terreno de juego.

Fue la primera práctica del atacante desde que se fracturó la nariz en la noche del pasado lunes, cuando se descartó una operación inmediata, aunque no futura, y se decidió su continuidad en la Eurocopa, en la que jugará con una máscara protectora.

“Sin riesgos no hay victorias”, publicó el propio jugador en su cuenta de Instagram esta mañana.

Este miércoles, sobre el campo de entrenamiento en el estadio de la ciudad alemana de Paderborn, no lucía tal protección, apenas un discreto apósito y férula, nada voluminoso, tras el choque fortuito con el hombro del defensa de la selección austriaca Kevin Danso. La inercia de su remate de cabeza derivó en el golpe. Incluso, Mbappé lo rememoró aparentemente con sus gestos, cuando conversó con Deschamps, según se pudo ver durante el entrenamiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *