Nueva York debate la eliminación de la base de datos de pandillas en medio de crecientes preocupaciones de seguridad
Un controvertido anteproyecto legislativo podría eliminar la Base de Datos de Grupos Criminales de Nueva York, conocida como la base de datos de pandillas, mientras el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) enfrenta desafíos de seguridad con la presencia de nuevas bandas criminales, entre ellas “El Tren de Aragua”, un grupo venezolano que ha comenzado a operar en la ciudad. Este escenario plantea un debate encendido sobre la eficacia y los riesgos de mantener esta herramienta en medio de un panorama criminal cambiante.
El contexto: una herramienta bajo escrutinio
Desde su creación en 2013, la base de datos ha sido utilizada para identificar y rastrear a individuos asociados con grupos delictivos. Sin embargo, ha enfrentado críticas por incluir predominantemente a personas de color, quienes representan el 99% de los registrados, según informes recientes. Este sesgo ha generado llamados para su eliminación por parte de defensores de derechos civiles, quienes argumentan que perpetúa prácticas policiales discriminatorias.
Por su parte, oficiales del NYPD insisten en la importancia de perfeccionar la herramienta en lugar de eliminarla. Un oficial de rango medio expresó que, ante la creciente actividad delictiva de bandas emergentes como “El Tren de Aragua”, esta base de datos es crucial para mantener la seguridad pública. “Estamos lidiando con un enemigo que no conocemos del todo y cuyas actividades son cada vez más preocupantes. Abandonar esta herramienta sería un error en este momento crítico”, subrayó.
Críticas y desafíos legales
El proyecto de ley, presentado por la concejal del Bronx, Althea Stevens, busca no solo abolir la base de datos, sino también prohibir la creación de registros similares en el futuro. Además, abre la posibilidad para que las personas afectadas por el uso indebido de estos datos puedan reclamar compensaciones legales.
Un informe reciente del Departamento de Investigación de la Ciudad (DOI) respalda algunas de las críticas, señalando que el NYPD no proporciona evidencia suficiente para justificar la inclusión de individuos en la lista, especialmente menores de edad y sus familias, quienes no son notificados ni cuentan con mecanismos claros para apelar su inclusión. “Es una herramienta discriminatoria que perpetúa el racismo sistémico y daña a nuestras comunidades”, afirmó Stevens durante una audiencia legislativa.
El impacto de nuevas amenazas
La llegada de “El Tren de Aragua” ha añadido una capa de complejidad al debate. Este grupo criminal, conocido por su violencia extrema, ha sido vinculado con delitos como robos, tráfico de drogas y extorsiones en refugios para migrantes. Según fuentes del NYPD, la reforma de la ley de fianzas en Nueva York ha dificultado el manejo de estos casos, ya que muchos sospechosos capturados son liberados rápidamente y no pueden ser entregados a las autoridades federales debido al estatus de ciudad santuario de Nueva York.
“En un momento donde algunos jóvenes no cuentan con identificaciones confiables, debido a sus antecedentes en países donde cambiar de identidad es fácil, la base de datos de pandillas se vuelve más valiosa que nunca”, señaló un oficial del NYPD.
La postura del NYPD
El NYPD defiende la necesidad de la base de datos como una herramienta moderna de inteligencia policial. Según el departamento, los criterios para incluir a una persona en esta lista son claros: admisión directa, asociaciones con grupos criminales conocidas o publicaciones en redes sociales que demuestren vínculos con pandillas. Otros factores incluyen cicatrices, tatuajes y señales manuales asociadas con pandillas.
“No estamos hablando de cualquier persona; estamos hablando de individuos con patrones de conducta claramente relacionados con actividades delictivas. Perder esta herramienta sería como volar a ciegas”, argumentó un portavoz del NYPD.
El camino hacia adelante
La eliminación de la base de datos no solo plantea preguntas sobre cómo manejar la vigilancia de grupos delictivos, sino también sobre el equilibrio entre seguridad pública y derechos civiles. Mientras tanto, defensores como Victor Dempsey, de la Coalición G.A.N.G.S., insisten en que su eliminación es clave para desmantelar prácticas policiales dañinas. “Nuestros jóvenes merecen caminar por las calles sin ser etiquetados injustamente”, afirmó.
Por otro lado, el NYPD advierte que las reformas policiales y la posible desaparición de esta base de datos pueden tener consecuencias graves en la lucha contra la delincuencia, especialmente en un momento donde nuevas amenazas están emergiendo en la ciudad.
El dato: Actualmente, más de 16,000 personas forman parte de la Base de Datos de Grupos Criminales del NYPD.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com