Desde el mes de junio, un contingente de 400 policías kenianos ha sido desplegado en Haití como parte de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad. Esta misión, respaldada por Estados Unidos y Canadá, busca restaurar el orden y la seguridad en un país sumido en una crisis multidimensional.
El Gobierno haitiano ha decidido extender el estado de emergencia a nivel nacional, justo antes de la llegada a Puerto Príncipe del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Blinken tiene programado reunirse hoy con el Primer Ministro interino Garry Conille para discutir los próximos pasos en la transición democrática del país.
El portavoz de Conille, quien asumió el gobierno interinamente el 3 de junio, comunicó a los medios locales que el estado de emergencia, que inicialmente se había impuesto en el departamento del Oeste—donde se encuentra la capital—y que luego se extendió a otras regiones para enfrentar la violencia de las pandillas, ahora cubre todo Haití con el mismo objetivo de reducir la violencia.
La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) tiene como meta principal restablecer la seguridad y el orden en Haití, a pesar de que el número de efectivos es menor al previsto (2,500). Sin embargo, según el encargado de América Latina del Departamento de Estado, Brian Nichols, la situación ha mejorado respecto a principios de año, cuando las bandas armadas controlaban gran parte de Puerto Príncipe y el aeropuerto internacional estaba cerrado. Nichols destacó que actualmente existe una colaboración efectiva entre la MSS y la Policía Nacional de Haití, con avances significativos en la lucha contra las bandas y sus líderes.
Nichols también mencionó que, aunque la misión enfrenta desafíos debido a la naturaleza voluntaria de las contribuciones internacionales, se considera que una operación bajo el mandato de una misión de paz de la ONU podría ser más eficaz para lograr estabilidad a largo plazo.
Francisco Nuñez
Editor de Multiplataformas
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