domingo 20 de octubre de 2024 5:43 pm
Eddy Tolentino

Un Trágico Heroísmo: La Muerte de Jamie Labros en Bermuda

Un neoyorquino, Jamie Labros, falleció trágicamente a los 48 años, ahogado mientras intentaba rescatar a una madre y su hijo durante unas vacaciones familiares en Bermuda. Esta tragedia ocurrió el 7 de octubre, y aunque Labros perdió la vida, su acto heroico permitió que la mujer y su hijo de 10 años fueran salvados, convirtiendo lo que debería haber sido un viaje de ensueño en un momento de profundo dolor para su familia.

Residente de Deer Park, Long Island, Labros estaba de crucero con 11 familiares cuando la tragedia tuvo lugar en la famosa playa de Horseshoe Bay. Su familia ha compartido el dolor que sienten por su pérdida, describiéndolo como un verdadero héroe. “Él era mi héroe cuando era niño y es mi héroe ahora”, expresó su hermano Joey Pappas a ABC News. Con lágrimas en los ojos, recordó la cercanía que compartían y cómo la única vez que se separaron, fue en esta fatídica ocasión. En el obituario de Labros, una pareja comentó: “Murió como vivió, un héroe en todos los sentidos de la palabra”.

La familia de Labros busca educar a otros sobre los riesgos de la playa de Bermuda, que se promociona ampliamente en las líneas de cruceros, pero que a menudo no menciona los peligros asociados. “No hay esquíes de rescate, no hay equipos de emergencia que lleguen a tiempo”, advirtió Phyllis Gasparri, la madre de Labros. Ella y su familia están decididos a generar un cambio, asegurando que otros turistas no experimenten el mismo dolor que sienten actualmente. Su hermano Pappas enfatizó: “Queremos que los turistas estén seguros, no queremos que nadie más sienta este dolor nunca más”.

La policía de Bermuda declaró que había señales de aguas agitadas debido a la temporada de huracanes, lo que indica que la tragedia de Labros pudo haber sido evitada con una mejor información y recursos de seguridad.

Hasta ahora, una campaña en GoFundMe para cubrir los costos del funeral de Labros ha recaudado más de $39,000 de un objetivo de $50,000. La página de recaudación dice: “Jamie era mucho más que un hijo, un hermano, un tío, un primo, un padrino y un amigo: era el alma de todas las fiestas, alguien cuya risa llenaba cualquier habitación y cuyo corazón era tan grande como su espíritu”. La pérdida de Labros ha dejado un vacío inmenso en la vida de sus seres queridos.

Este trágico incidente no es un caso aislado. En situaciones similares, otros valientes neoyorquinos han arriesgado sus vidas para salvar a otros. Por ejemplo, el mes pasado, un neoyorquino actuó rápidamente para rescatar a un hombre autista que había saltado al agua en Jamaica Bay, Brooklyn. En julio, un héroe hispano perdió la vida tratando de salvar a dos menores de aguas turbulentas en Nueva Jersey. En marzo, un grupo de oficiales del NYPD rescató a una mujer mayor de las gélidas aguas en Riverside Park, en el Upper West Side.

Las estadísticas de la Asociación de Salvamento de Estados Unidos (USLA) indican que Nueva York ocupa el segundo lugar en el país en cuanto a ahogamientos en lugares públicos, con 73.7 rescates por cada 100,000 visitantes a la playa. Oregon se encuentra en la cima de esta triste lista, mientras que Connecticut se considera el estado más seguro en este aspecto.

La heroica muerte de Jamie Labros sirve como un recordatorio del sacrificio que algunas personas están dispuestas a hacer por salvar vidas, pero también destaca la necesidad de una mayor atención a la seguridad en las playas y la responsabilidad de informar adecuadamente a los turistas sobre los peligros que pueden enfrentar. Su familia no solo llora su pérdida, sino que también aboga por un cambio para que otras familias no sufran una tragedia similar.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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