jueves 21 de noviembre de 2024 4:57 pm
Eddy Tolentino

Una encuesta realizada por la Make The Road NY revela que en una de las áreas suburbanas más cercanas a la ciudad de Nueva York, la única opción de transporte público es “lenta, ineficiente y poco accesible”.

El condado de Westchester, una de las áreas suburbanas más cercanas de la ciudad de Nueva York, cuenta con un sistema de autobuses que es descrito como “lento, ineficiente y poco accesible” en un informe relevado este martes.

La anterior conclusión, se deriva de una encuesta realizada por la organización Make The Road NY (MTRNY), quien divulgó un análisis exhaustivo titulado “The Buzz on the Bee-Line 2.0”, en donde se muestran las experiencias de pasajeros, que destacan la “falta de fiabilidad de los servicios de autobuses, especialmente durante las últimas horas de la noche y los fines de semana”.

La mayoría de los 450 entrevistados indican tiempos de espera de 15 minutos o más, y algunos experimentan retrasos de hasta 45 minutos en una parada.

De acuerdo con el Censo 2020, el 26.3% de los residentes de esa localidad son hispanos, pero constituyen el 38% de los usuarios de esta línea de buses.

El reporte de MTRNY muestra con precisión, los datos demográficos e ingresos de los usuarios en donde se revela, que la gran mayoría de los usuarios de los autobuses de la línea Bee-Line provienen de hogares de bajos ingresos. Y el 74% de los encuestados ganan menos de $25,000.

Bee-Line es una línea de autobuses que presta servicio al condado de Westchester que no tiene ningún tipo de competencia como servicio público, pero significa además la segunda flota más grande de Nueva York. Está administrada por el Departamento de Obras Públicas y Tránsito de esa localidad y ha estado en circulación desde 1978.

El sistema cuenta con más de 3,300 paradas y casi 60 rutas.

Los usuarios de este sistema, están compuestos predominantemente por personas de color, quienes dependen de estas unidades casi exclusivamente para su movilidad.

“Incómodo para los discapacitados”

El otro lado negativo del sistema de transporte de este condado, vecino a la Gran Manzana, es que “muchas paradas de autobús carecen de servicios básicos como bancos, marquesinas y pantallas de información en tiempo real, lo que hace que la experiencia de espera sea incómoda e inconveniente”, subraya la investigación.

En este sentido, Doris Sorto, una madre trabajadora que tiene un hijo con discapacidad, relata que las unidades no tienen dispositivos de acceso y mucho menos señalización en las paradas, que permita mejorar la experiencia de los usuarios.

“No es fácil. No es un sistema equitativo e inclusivo. Muchas veces cuando tenemos actividades comunitarias los fines de semana, o en la noche, debemos gastar en costosos taxis, porque sabemos que el transporte público no está disponible”, relató la migrante.

A pesar de algunas mejoras, desde que se publicó un informe similar ponderado en 2021, persisten muchos de los mismos problemas, lo que indica la necesidad de medidas más sólidas e inmediatas, coincidieron varias coaliciones de defensa comunitaria.

La denuncia puntual de organizaciones defensoras del transporte público, como la Campaña de Transporte Tri Estatal, es que la compañía ‘Liberty Lines’ que opera estas líneas, ha mantenido de acuerdo con un comunicado: “el contrato de operación de este servicio durante 50 años, sin ninguna actualización relevante del servicio”.

Gratis en el verano

En contraste, portavoces del condado de Westchester han defendido consecutivamente en medios locales, que “todos los autobuses y plataformas de Bee-Line son accesibles para personas con movilidad reducida, lo que lo convierte en un medio de transporte necesario y confiable”.

Una de las últimas iniciativas que ha lanzado esta empresa de transporte es ofrecer viajes de autobús, sin costo desde el 1 de julio hasta el Día del Trabajo, es decir el 3 de septiembre de 2024.

“Ofrecer estos viajes gratis en Westchester, ayuda a fomentar el uso del transporte público, reducir la congestión, reducir nuestra huella de carbono y aliviar los bolsillos para las familias en momentos en que se encuentran abiertas playas y piscinas públicas“, comentó el ejecutivo adjunto del condado, Ken Jenkins.

Aunque esta municipalidad pierde entre cinco y seis millones de dólares en tarifas durante el verano, la iniciativa se financia a través de otras fuentes de ingresos.

El dato:

63% de los usuarios de Bee-Line no tienen acceso a un vehículo, lo que hace que esta línea sea su principal medio de transporte.

Por Fernando Martínez

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