Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron este fin de semana a una serie de ataques lanzados desde Gaza y Líbano por parte de grupos terroristas como Hezbollah y Hamas, que aprovecharon el contexto del Yom Kipur para intensificar su ofensiva. Israel atacó aproximadamente 280 objetivos estratégicos relacionados con estas organizaciones, incluyendo depósitos de armas, centros de mando y lanzaderas de cohetes.
El bombardeo israelí no solo destruyó infraestructuras clave, sino que también eliminó a un número significativo de combatientes. Según el comunicado oficial de las FDI, alrededor de 50 militantes de Hezbollah y 200 de Hamas fueron abatidos en estas operaciones. Los combates en la Franja de Gaza, específicamente en Jabalya y Rafah, incluyeron enfrentamientos cuerpo a cuerpo, apoyados por ataques aéreos que dejaron a más de 20 terroristas muertos solo en un día.
Sin embargo, los ataques también provocaron bajas en las filas israelíes. Varias tropas resultaron heridas durante las escaramuzas, siendo evacuadas de emergencia. Entre los heridos se encontraban soldados de la Escuela de Ingeniería Militar y un reservista del Batallón 9203 de la Brigada Alexandroni.
Hezbollah, por su parte, lanzó unos 320 proyectiles desde el sur del Líbano hacia Israel en las últimas 24 horas, según las autoridades israelíes. La mayor parte de estos misiles fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro, aunque algunos provocaron heridas leves a civiles. La organización terrorista reivindicó varios ataques, incluyendo el bombardeo de posiciones militares israelíes en la frontera y un intento de destruir una excavadora militar cerca de Ramya.
Este intercambio de fuego es parte de una escalada más amplia de tensiones en la región, en la que Hezbollah ha intensificado sus ataques para apoyar a Hamas en Gaza, y el conflicto amenaza con desestabilizar aún más la situación en Oriente Medio.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.
