martes 5 de noviembre de 2024 8:18 pm
Eddy Tolentino

El Producto Interno Bruto (PIB), indicador clave que mide el valor total de todos los bienes y servicios producidos en la economía, se expandió a una tasa anualizada del 2,8% durante el tercer trimestre del año, según informó el Departamento de Comercio este miércoles. Este crecimiento representa un leve descenso respecto al ritmo del 3% registrado en el segundo trimestre, aunque se mantiene ligeramente por encima de la tasa del 2,6% prevista por los economistas encuestados por FactSet. Cabe destacar que el PIB se ajusta según variaciones estacionales e inflación, lo cual permite una lectura más precisa de la economía.

Durante el período de julio a septiembre, la economía estadounidense mostró resiliencia, y al mismo tiempo la inflación continuó su tendencia descendente, acercándose al objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal. Esto se menciona en el informe como un logro significativo, ya que varios economistas creen que Estados Unidos ha logrado una “desaceleración controlada”, o lo que comúnmente se denomina un aterrizaje suave. Este término hace referencia a un escenario en el cual la inflación disminuye sin que el país caiga en recesión, una situación excepcional y difícil de alcanzar.

James Bullard, ex presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, declaró en una entrevista reciente que “deberíamos reconocer que hemos alcanzado un aterrizaje suave”, reforzando la idea de que la economía está en una situación favorable.

El informe destacó que el gasto de los consumidores, que constituye aproximadamente el 70% de la actividad económica del país, fue el motor principal detrás del crecimiento del PIB en el tercer trimestre. Este gasto, especialmente orientado a la adquisición de bienes duraderos, mostró un notable impulso durante el periodo, compensando una leve disminución en el consumo de servicios. Esta fortaleza en el consumo indica que, a pesar de las presiones inflacionarias, los hogares estadounidenses mantuvieron un ritmo de gasto considerable.

En paralelo, las empresas continuaron sus inversiones aunque a un ritmo ligeramente moderado en comparación con el inicio del año. Este comportamiento, junto con un aumento en el gasto público tanto a nivel estatal como federal, contribuyó positivamente al crecimiento en el tercer trimestre.

La Reserva Federal, en respuesta a la moderación de la inflación, optó por reducir las tasas de interés en septiembre, marcando el primer recorte en más de cuatro años. Este recorte de medio punto porcentual envió un mensaje claro de confianza en la estabilidad de la inflación, lo que permitió a los responsables de la política monetaria centrarse en mejorar las condiciones laborales. La Reserva Federal tiene un doble mandato establecido por el Congreso, que incluye la estabilización de los precios y la maximización del empleo.

Los datos económicos recientes refuerzan esta imagen de solidez: en octubre, la confianza del consumidor experimentó el aumento más significativo desde marzo de 2021, y el sector privado generó el doble de empleos de lo que los economistas habían previsto. Estos indicadores se suman al optimismo que transmite el informe del PIB, que presenta a la economía estadounidense como sólida y bien posicionada para enfrentar futuros desafíos.

El presidente Joe Biden celebró los resultados del informe y destacó que la economía estadounidense ha mostrado una recuperación notable desde que asumió el cargo, afirmando que el país ha pasado “de la peor crisis económica desde la Gran Depresión a ser la economía más fuerte del mundo”. En una llamada con periodistas, un funcionario de la Casa Blanca destacó que el crecimiento económico promedio anual bajo la administración Biden-Harris ha superado el de cualquier otra administración en lo que va del siglo, resaltando los logros en medio de desafíos económicos globales.

Estos datos reflejan una economía que, al menos en el corto plazo, ha superado la incertidumbre y continúa avanzando con un crecimiento moderado y controlado de la inflación, dando lugar a una situación económica que muchos esperaban, pero que pocos habían pronosticado.

Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com

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